Esto es la Psicología Política.

Un campo complejo del que muchos creen ser expertos.

Raúl Baz S.
HABLEMOS DE PSICOLOGÍA

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Cada día es más común ver cómo los ciudadanos analizan la situación política de su país o comunidad, algo muy positivo, ya que demuestra involucramiento e interés en los asuntos públicos, pero -lamentablemente- hay quienes se hacen llamar “expertos” en psicología política sin tener la más mínima noción de lo que dicho concepto significa, creyendo -erróneamente- que dicha actividad es intentar interpretar el comportamiento de los políticos, tendencias electorales o de popularidad de los líderes.

Por esto, es importante entender lo qué es la psicológica política, y la mejor forma de comenzar a hacerlo es con sus inicios.

Si bien hay autores clásicos que trataron asuntos relacionados con la conducta política, como Maquiavelo, Hobbes (con su Leviatán), Spinozza, entre otros, de forma bastante clara, Lévano (2006) explica que lo que conocemos como “psicología política” tiene sus orígenes en los primeros años del siglo XX con investigaciones dentro del marco de la psicología social, pero fue introducida de manera explícita en 1910 por Le Bon, aunque se considera a Harold Dwight Lasswell como el fundador de la psicología política en 1934, año que se inauguró como disciplina.

La psicología política es un campo próspero de investigación científica social, con raíces en la ciencia política y la psicología, con conexiones a muchas otras ciencias sociales, que incluyen sociología, economía, comunicación, negocios, educación, entre otros, tal y como lo establece el Political Psychology Research Group (PPRG), de la Universidad de Stanford, enfatizando que “los psicólogos políticos intentan comprender los fundamentos psicológicos, las raíces y las consecuencias del comportamiento político”.

Al entender cómo y cuándo inició la psicología política como disciplina, y una breve definición sobre lo qué es, podemos deducir que la psicología política es mucho más que la mera aplicación de ideas generales de la psicología al campo de la política, y que no basta con ser psicólogo o politólogo para ser experto en dicha rama.

Ahora bien, comenzar a entender lo qué es la psicología política implica analizar los enfoques o procesos que dicha actividad abarca, mismos que Staerklé (2015) catalogó de la siguiente forma:

  • Procesos a nivel individual (Individual-level processes)
  • Comunicación política (Political Communication)
  • Procesos de nivel grupal (Group-level processes)

Los procesos a nivel individual se refieren al análisis de los perfiles, creencias y valores políticos de los ciudadanos y los líderes políticos, el papel de la socialización y el desarrollo individual en la formación de las creencias políticas.

La comunicación política abarca todo lo relativo a la comunicación en los medios de comunicación (tradicionales y digitales), la retórica política y los enfoques constructivistas.

Los procesos a nivel de grupo examinan el pensamiento y comportamiento político, así como las relaciones y conflictos internacionales, al igual que el papel del racismo en la política, la diversidad cultural, y -sin lugar a dudas- la acción colectiva y el cambio social.

Desde otra óptica, Christlieb (op.cit) propone cuatro usos de la psicología política:

  1. Se usa o puede utilizarse para designar actividades concretas donde se emplea psicología (o psicólogos) en asuntos de incidencia política: participación o asesoría profesional en sindicatos, partidos políticos o programas; organización y monitoreo de grupos de concientización, de base; labor de difusión de corte político por parte de psicólogos, etc.
  2. El análisis de la función ideológica del conocimiento como recurso en el ejercicio del poder social.
  3. Un tercer sentido proviene de las preocupaciones psicológicas dentro de la teoría social de carácter crítico, en especial marxista.
  4. El estudio de fenómenos tenidos por políticos con herramientas tenidas como psicológicas.

Por último y para mostrar que dedicarse a la psicología política no es algo que cualquiera puede hacer, Parisí (2008) establece que hay que reunir dos condiciones:

  1. Atravesar los límites de las interpretaciones de hechos o datos puntuales acotados a una inmediatez circunstancial, donde se prestigiaba el rigor metodológico (la matematizacíon), para dar espacio a una explicación abarcativa e integral del fenómeno estudiado.
  2. Asumir un compromiso reflexivo y práctico con la realidad política que se está viviendo, el que la siente como suya, le afecta. Esto se logra cuando se resuelve poner el conocimiento y la praxis psicológica al servicio de quien lo necesite, de quien sea rehén de un sistema político, de quien pague el precio más alto del las crisis.

Después de conocer los inicios de la psicología política, su concepto y usos, queda claro que es bastante más complejo que simplemente intentar interpretar la situación política de un país o comunidad, así como intentar interpretar por qué un líder político hizo tal o cual cosa.

La psicología política requiere estudio, análisis y conocimientos de múltiples ramas sociales, y no basta con leer el periódico todos los días, tener muchos “contactos” o “información del momento” para considerarse un experto en psicología política.

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Raúl Baz S.

Comunicólogo | Mercadólogo | Periodista Digital | Abogado
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Lawyer in my past life, Communicator + Marketer + Digital Journalist + Psychologist in this one, and a fictional character in the next.