HackSpace Perú (Parte I): ¿y si aprendemos en comunidad?
A lo largo de la historia, la tecnología ha sido un agente de cambio incuestionable. Pasando por la imprenta, los transistores, la telefonía, las computadoras, internet… Estas tecnologías, disruptivas por excelencia, han cambiado completamente nuestras vidas.
Únicamente si consideramos las redes y el avance de la electrónica, ha habido un enorme impacto directamente en cómo nos relacionamos, comunicamos, cómo accedemos a la información, entre muchos otros aspectos. Sin embargo, estas tecnologías no tienen ningún valor por sí mismas, son herramientas con un potencial enorme y capaces de impactar en millones de personas, pero dependen enteramente de la manera en la que son manipuladas.
Es entonces el hombre quien maneja y hace uso de la tecnología. Es el hombre, también, quien la crea. Y es justamente en esta actividad de creación, del hacer, donde vale la pena detenernos un poco más y analizar nuestra capacidad de crear. Es indudable que la misión del hombre en este mundo va más allá del “nacer, crecer, reproducirse y morir” y dentro del ciclo de la vida, la capacidad de hacer y crear juega un rol muy importante en la humanidad. Crear para bien y mejorar nuestro entorno son partes fundamentales no sólo de la evolución del hombre sino del mundo y el entorno en el que vivimos. Es así que ocurre un cambio enorme en nuestra mentalidad y en nuestra vida una vez que nos damos cuenta de que realmente somos capaces de influir y hasta de cambiar directamente el mundo que nos rodea. Y es justamente esta la razón de la importancia del empoderamiento tecnológico, pues cuando aprendemos a utilizar (y por qué no crear) tecnología es cuando nuestra misión como persona toma un mayor sentido de responsabilidad con nuestro mundo y sociedad.
Pero el aprender a trabajar con tecnología, en especial con las NTICs, no se logra de la noche a la mañana y, menos, cuando esta cambia y evoluciona constantemente. El proceso de aprendizaje nunca termina, es más, se vuelve un deber para todo aquel que decida trabajar con ella el continuar aprendiendo. Ahora bien, no vale la pena explicar lo mal que está la educación en nuestro país. El sistema educativo tradicional tiene muchos problemas, pero esto no significa que no podamos ayudarlo y potenciarlo. He aquí donde el desarrollo del auto-aprendizaje, del aprender haciendo y jugando, y del trabajo en comunidad entran a tallar. Es aquí donde empieza la labor del HackSpace.
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