El problema es que lo hizo Apple

Gabriela Galilea
Hallucina
Published in
4 min readSep 18, 2016

Apple es de esas marcas que crea reacciones extremas. A un grupo le encanta los productos y otro lo detesta. Como que la empresa de Cupertino genera en nuestros cuerpos esas emociones radicales que germinan ese ruido que termina favoreciendo al fabricante.

Todo esto es cuestión de testarudos. El amar o no un producto por el hecho de ser de una marca determinada no genera conclusiones que aportan realmente a un debate sobre qué están viendo los creadores de dicho producto que no lo hizo otra marca, persona o grupo de investigadores.

Pasa esto con los nuevos AirPods, que se puede sentenciar como la verdadera innovación dentro de la última keynote de Apple. Salieron memes, gifs, vídeos, etc, que hicieron creer que estos nuevos auriculares no eran más que un accesorio caro ya planteado en discursos y acciones de otras marcas dentro de la misma industria.

¿Recordás?

Las personas olvidan rápido, eso lleva a una incoherencia que tal vez no sea muy palpable. En la historia, si nos damos un paseo por algunos de los grandes hitos tecnológicos se puede observar que una clara rama de los inventos denominados innovadores tienen como característica la eliminación de conexiones visibles.

Entrado el siglo XX, Nikola Tesla se enfoca en intentar transmitir energía eléctrica de forma inalámbrica. Este es uno de los intentos más innovadores del siglo pasado, fue noticia cuando un grupo de científicos japoneses lo hicieron realidad, transmitieron casi dos kilovatios a 55 metros de distancia.

Seguro que recordamos ese momento mágico en que escuchamos radio, bueno, tal vez para una generación más vieja, recibir mediante ondas la voz de una persona era algo impensable. La televisión mediante satélites o las llamadas satelitales son otro ejemplo. Una locura ¿no?

Veamos algo más familiar: los celulares, una evolución innovadora del teléfono que antes necesitaba de cables. Poder llamar sin necesidad de cargar con cables que hagan la comunicación posible parecía magia. Hablar por el Nokia 5190 o recibir mensajes en nuestro amado 1100, era magia.

Napster popularizaba el MP3 como formato, lo cual permitía compartir millones de canciones vía el camino rojo y azul, o sea, infrarrojo o bluetooth. Momentos increíbles que iniciaban con un ¨pasame ese tema¨ o en plena clase aburrida de ese profesor malhumorado se disputaban encuentros de fútbol o basket vía bluetooth en el Nokia 6131.

Hito inolvidable, hoy exigido en cada local que visitamos, es olvidar el ruido del teléfono a la hora de conectarnos a internet. Primero logramos una conexion silenciosa, luego inalámbrica. El WiFi es una genialidad que sin duda es un paso innovador en la forma de transferencia de datos.

Se habla del LiFi y se podría citar varios ejemplos más de tecnología inalámbrica, incluso de la desconexion de humanos a las máquinas como el caso el autopilot de los coches de Google y Tesla.

Lo hizo Apple

Es el único drama de los AirPods, los hizo Apple y no lo hizo de forma aislada, adaptó su ecosistema al nuevo producto. Quitó la entrada jack de su producto estrella, el iPhone.

Paremos un rato ahí, cambió su producto estrella a causa de unos gadget y no sorprendería que quite todas las entradas para auriculares de sus otros dispositivos. Es una apuesta para consolidar una tendencia, es apostar a pleno a algo que muchas marcas lo tenían como un plus. Si convertir algo que era un plus en el siguiente paso de la industria no es innovar, que les diga Samsung, que empieza a plantear sacar su minijack de sus terminales.

Si lo hizo Apple va a ser caro. Muchos se ilusionaron el día en que iba a salir el iPhone C, el económico, que al final siguió siendo caro. El iPhone SE, la continuación del iPhone C, supuestamente económico, cuesta US$ 399 el más barato, monto por el cual se consiguen otras terminales más potentes de otras marcas. Así que es lógico que los AirPods estén a US$ 159. La televisión fue cara, la radio fue cara, un Tesla sigue siendo caro, la innovación siempre será cara en sus primeros pasos.

También es digno de ver esto desde otra óptica. Con el cambio total del ecosistema Apple y detalles como acercar a Siri, se elimina lo malo de la forma de usar auriculares para dejarnos con lo bueno. Los AirPods son un paso de innovación y tal vez el más importante que se vio en la última keynote, aunque el periodismo de tecnología entre en incoherencias al decir que esto de lo inalámbrico es la nueva muerte de Apple y que la marca de la manzana sigue necesitando a Jobs.

Los AirPods contienen innovación de contexto, tienen diseño, es arte tecnológico a lo que Apple nos tenía acostumbrados en épocas de Jobs.

El WWCD 2016 fue la fiesta que presagiaba que Apple innovaría y así lo hizo, ahora solo resta disfrutar y ver como camina esta nueva visión que la vieja empresa de Steve Jobs viene a implementar.

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