¿Por qué es Candy Crush tan adictivo? [APPS]

A estas alturas si no sos un jugador de Candy Crush es porque aún no lo has jugado, pero ya has escuchado de él, pues es el juego que está causando furor ahora mismo. Desde celebridades y empresarios hasta amas de casa, el juego se ha filtrado en todos los estratos sociales, ganando dinero con muchos de estos.

Yo, con mi ego de hombre ya he dicho “prefiero jugar Fifa13 en mi Xbox360 antes que ponerme a reventar caramelitos en el Facebook”, pero finalmente caí en la curiosidad, y decidí jugar un nivel. Hoy llegué al nivel 70.

Pero, ¿qué es lo que lo produce en nosotros que nos hace volver una y otra vez a jugarlo, aunque tengamos que jugar veinte veces el mismo nivel?. Me animo a puntuar algunas características del juego que creo que causan esto.

A

l comienzo atrae la simpleza del juego, los colores y lo rápido que se pasan de niveles, es divertido, es fácil, y crear los caramelos especiales es un objetivo personal. Y esa es la trampa de los primeros niveles, te hacen sentirte bien. Todos se quejan de lo difícil que es, pero vos pasaste los primeros niveles de primera. SOS EL REY DE LOS CARAMELOS!

Pero luego los objetivos empiezan a cambiar, frutas empiezan a aparecer, a veces un cronómetro, pero también te regalan boosters con los cuales se puede pasar, pero esos boosters son limitados, y ya los usaste todos. Y la pequeña niña empieza a llorar. Esta es la segunda trampa. Estamos acostumbrados a ganar, a ver a esa niña feliz. Queremos seguir ganando, y en la siguiente oportunidad quizás podamos, porque los caramelos varían su orden de aparición, y todo es tan azaroso. Esa es la tercera trampa.

Te empiezan a ofrecer comprar los boosters, y es tentador, terriblemente tentador. Pero te mantienes fuerte. Sin embargo piensas en lo útil que serían. Aquí es donde, si no caen ahora, caerán después. Aquí es donde Candy Crush gana su dinero, jugando con la impaciencia de la gente. Pero no son los boosters los principales ingresos, sino la compra de vidas.

Y esta es la cuarta trampa: la limitación. Sólo tenemos cinco vidas, y debemos esperar treinta minutos para que nos den una vida más, para mi eso es un ejercicio de paciencia, para otros es una condena.

Durante todo este tiempo en el que no tenemos vidas seguimos pensando en el juego, y al cerrar los ojos todo lo que vemos son caramelos e hileras.

Entonces, en primer lugar tenemos la facilidad, que nos hace sentir bien y confiados, pero luego empieza a dificultarse. Esto sumado a la azar y la limitación son los puntos fuertes en los que se mantiene este juego, y que lo vuelven tan adictivo. A esto sumale las pequeñas pero detectables bonificaciones, como la voz que te dice “DELICIOUS” cada vez que haces un buen movimiento, la felicidad que causa mezclar caramelos especiales y ver todo explotar por todos lados, o ganar ese nivel tan difícil en el último movimiento.

Candy Crush es un juego adictivo, aún no he leído sobre ningún síndrome de abstinencia relacionado a él, pero alguno habrá. Juégalo bajo tu propio riesgo.