A vences

A veces.

Sí, a veces todo se torna ralo. A veces algo cambia estratégicamente de lugar y el resto se viene abajo. A veces ese lugar lo asignamos nosotros tras esfuerzos inconmensurables. A veces empleamos demasiada energía en colocarlo. A veces, esa energía se recoge de lugares que ahora quedan huérfanos. A veces, y sólo a veces, esos huérfanos reclaman su parte. A veces nos damos cuenta y es a veces cuando los enfocamos. A veces ese enfoque es el correcto. Y es entonces cuando, a veces, nos queremos.

A veces, vences veces. Y a veces encajamos.