¿Es un regalo promocional una alternativa a la saturación publicitaria que vivimos en estos días?

“Quien deja de hacer publicidad para ahorrar dinero, es como si parara el reloj para ahorrar tiempo”. Henry Ford es el padre de esta célebre frase; una idea que representa para los publicistas algo así como un lema a seguir.

Está claro que el mundo ha hecho caso a la sentencia del visionario estadounidense. La industria de la publicidad es una de las que más dinero mueve en todo el planeta, aunque sus resultados parecen estar cada vez más cuestionados.

Exceso de publicidad: cuando mucho no es sinónimo de mejor

Más marca, nuevos productos, muchísimos consumidores. Los tiempos que corren se han convertido en una frenética competencia para vender cada vez más. Esto ha traído consigo una saturación de los mercados publicitarios; lo que en ocasiones termina por disuadir a los potenciales compradores, más que atraerlos.

En todas partes hay publicidad. Calles y avenidas, estaciones de metro y aeropuertos, salas de cine y un larguísimo etcétera. Sin dejar de mencionar los medios de comunicación como la radio y la TV. Hay quienes afirman que, en una urbe moderna, sus habitantes están expuestos a 5.000 anuncios por día.

Dentro del mundo digital la situación es igual. El bombardeo es imparable, lo que ha llevado a la proliferación AdBlockers. Aplicaciones y software diseñados para proteger a los usuarios de la exposición desmedida a banners y ventanas emergentes promocionales.

Estrategias para mantenerse visible

El camino no es dejar de hacer publicidad. Lo que se busca son mecanismos que permitan a las marcas y a las empresas no terminar olvidadas en medio de este denso océano en el que ha terminado el marketing. Dentro de estas estrategias ha reaparecido una casi tan vieja y célebre como el mismísimo Henry Ford: los regalos promocionales.

Utilidad y usabilidad: las claves del éxito

No se trata de regalar cualquier cosa. Los consumidores también están saturados de obsequios que, en el mejor de los casos, terminan abandonados en algún sótano por su falta de sentido práctico. Lo que se busca es generar confianza y permanecer presente en el día a día de los consumidores, con artículos necesarios.

Un bolígrafo es un buen ejemplo, lo mismo que un block de notas. La gente siempre necesitará apuntar alguna información importante. Y aunque hoy en día los smartphones acaparan este mercado, las anotaciones a mano alzada todavía no han muerto.

Contenido gratuito

Dentro del cyber espacio, ámbito en donde el marketing encuentra más resistencia entre los consumidores, estos obsequios se han convertido en una excelente opción para mantener contentos a los internautas. De manera tácita se trata de un intercambio. “Acepto tu publicidad, si me das algo a cambio”.

De nuevo la usabilidad y utilidad de estos regalos tienen peso específico en el éxito o el fracaso de estas estrategias. Estos contenidos gratuitos deben estilo y target de la propia marca.

¿Por qué elegir el regalo promocional frente a la saturación publicitaria?

• Estas serían algunas razones importantes sobre las ventajas del regalo promocional:

• Se genera una imagen positiva de quien hace el regalo, es decir, de la empresa o marca anunciante.

• No necesariamente se conciben por el consumidor como publicidad.

• Ayudan a recordar continuamente a la marca.

• El consumidor empieza a considerar a la marca en una relación de pseudo amistad (marketing relacional)