A poco de terminar el 2016

Chiara me pidió que para hacer el ritual eligiera un lugar y un objeto que darle a mi hija que no nació. Escogí la playa y le hice prometerme que iríamos antes de terminar el año. No podía pasar ni un solo día del siguiente sintiéndome de la misma manera. Fuimos. Ahora mismo no recuerdo qué le dije, ni siquiera qué le di, pero sé que le di algo preciado. Sé que se lo di pensando en una diosa que vive en el mar. Sé que lo hice porque me hizo sentido. No tengo ni un poco de amor por la vida de playa, ni por la vida de verano, pero, si tuviera alguna raíz, esta se arraigaría en el mar.

Chiara - Barcelona, 2016