Qué, quiénes, dónde, cuándo y por qué

NSL
hierbamala
Published in
1 min readJun 11, 2019

Knowing only that she had broken an engagement at home to seek an unknown fate, he said, “You must promise me two things. First, you will not tell anyone my name. Second, you will do what you want to do with your life.”

Gloria Steinem (*)

Tengo puesto un camisón blanco. Estoy en mi cuarto, en mi casa, en San Juan. No hay nadie más. Quizá es de noche, quizá temprano en la mañana. Estoy parada en medio de la habitación y veo una cómoda alta. Camino hacia ella. Me llega a la altura de los senos. Hay algo adentro y estoy segura de que debo sacarlo. El cajón es largo, necesita de dos manijas para ser abierto, es pesado, de buena madera. Lo abro y encuentro un bebé. Pequeño, pequeñísimo. Recién nacido. El bebé se pone a llorar y no para. Lo cargo, lo mezo, lo abrazo, lo aprieto. No sé qué hacer. Lloro también. Grita. Yo no grito. Siento que algo malo le pasa y que es mi culpa. Le pido perdón. Le pido perdón de rodillas mientras lo cargo. Ahora lloro tanto como él. Lo sigo meciendo. Parece cada vez más pequeño. Me culpo en voz alta: No puedo cuidarte, no sé cómo cuidarte, lo siento, lo siento, lo siento.

Despierto.

--

--