¿Cómo rayos entendiste eso?
Una pregunta que cualquiera podría hacerle a los padres de un niño de dos años al entender perfectamente sus incoherentes palabras.
– ¿Papeta?
– Sí amor, esa es la camioneta
Los adultos y las empresas hacemos esto todo el tiempo. Nos vamos acostumbrando a lenguajes especiales que pueden nunca evolucionar porque, internamente, funcionan.
El problema ocurre cuando dicha empresa, confiada en que se comunica perfectamente, contrata nuevo personal o intenta hacer comunicación hacia afuera. No entendemos nada.
Además de preguntarnos ¿Cómo diablos entendiste eso? También pensamos ¿por qué no hablan en un idioma más sencillo que comprendamos los demás interesados?
Si es por la ventaja de cifrar mensajes secretos, está muy bien. Sin embargo, la mayoría de las veces, nos pasa con campañas publicitarias, cursos de inducción, sitios web, descripción de productos, etcétera, que están escritos en un idioma que solo internamente comprendemos y el cual no va a funcionar.