No lo suficientemente hombre
Me encantó ver la historia de André y Dorine. Incluso sin palabras, era fácil comprender que a los dos les importaba y se amaban, que deseaban las dificultades que enfrentaban. Fue genial presenciar cómo se conocieron y cómo se desarrolló su relación. Sin embargo, su relación involucraba alegría, amor, dolor, ira y dolor con el diagnóstico de Dorine.
Mi parte favorita de toda la actuación fue la respuesta de Andre al diagnóstico de Dorine. Fue interesante verlo experimentar todas las etapas del dolor. Verlo sufrir esto, sin embargo, dio luz al estigma masculino de hoy.
En la sociedad actual, todavía existe el estigma de que los hombres deben ser los líderes fuertes y sin emociones de nuestra sociedad y de nuestras familias. Llorar y mostrar emociones no es algo que los hombres parecen hacer. Uno de mis actores favoritos, Justin Baldoni, del exitoso programa de televisión Jane the Virgin, ha creado una serie de videos llamada “Man Enough”, donde los hombres se sientan y discuten sobre cómo romper los estigmas y los estereotipos sobre la masculinidad y la expectativa de ser. Fuerte y lo menos vulnerable posible. Me encanta este programa porque comienza la discusión y la comprensión de que los hombres también pueden ser inseguros y vulnerables. Larson habló sobre el egoísmo en su blog, y este programa ayuda a discutir que a veces estas expectativas no se les enseñan de forma individual, en lugar de algo que los atrapan a medida que crecen. Muchos de ellos discuten la necesidad de ser la piedra de la familia, donde no se abren debido al temor al juicio, o la idea de ser visto como un hombre débil, no a la altura del papel del hombre.
Quizás esta no fue la intención de la actuación, sin embargo, fue refrescante ver a un hombre en una actuación experimentar emociones que el hombre retratado en nuestra sociedad a veces evita. Andre representa a un hombre que no pretende fingir que está herido, triste o enojado. Abraza estas emociones mientras se preocupa por Dorine, dándole poder en su papel de cónyuge, independientemente de lo que piense nuestra sociedad.
