Orgosolo: ahí dónde las palabras hablan (II)

Marc Busqué
Historias del mundo
3 min readOct 11, 2017

La actividad muralista en Orgosolo nació en 1968, tiempo en el que Europa respiraba aires de esperanza que emanaban de debajo de los adoquines de las ciudades francesas y cuando en Cerdeña Giangiacomo Feltrinelli, revolucionario italiano, fracasaba en su intento de convertir esta isla en la Cuba del Mediterráneo. Fue entonces cuando el grupo teatral de tendencia anarquista Dionisio de Milán, inauguró el lienzo en blanco de las paredes del pueblo con una pintura en pleno centro histórico. En ella, se ve un mapa de Italia donde en lugar de Cerdeña aparece un interrogante, simbolizando el aislamiento al que siempre ha sido sometido el territorio por parte de la política centralista de Roma. Al lado, una justicia que lleva un sombrero con las barras y estrellas de EEUU sujeta una balanza muy poco equilibrada.

Ahora bien, el verdadero impulso no llegó hasta el año 1975 de la mano de Francesco del Casino, profesor de educación artística de la Escuela Media Estatal de Orgosolo, autor de la mayoría de los murales. Aquel año se celebraba el trigésimo aniversario de la liberación de Italia de la dictadura nazi-fascista de Mussolini. Para conmemorar este hecho, los alumnos de la escuela -coordinados por del Casino- decidieron ilustrar una serie de manifiestos que se colgaron en los muros del pueblo. Finalmente, los panfletos no trataron sólo sobre el aniversario de la liberación y el final de las luchas partisanas (ejército contra las milicias), sino también sobre el rechazo a un parque nacional que se quería construir sin considerar los inconvenientes sobre la economía rural de la región, la lucha de Pratobello(una movilización pacífica de la población ante la ocupación militar de tierras de alrededor de Orgosolo para realizar prácticas de tiro) y la guerra de Vietnam.

Mural en commemoración de la lucha de Pratobello y de la guerra de Vietnam.

Pero los papeles colgados en las paredes, aparte de ser un recurso demasiado visto, son demasiado vulnerables tanto al tiempo meteorológico como al cronológico. ¿Cómo podían conseguir que sus proclamas llamaran más la atención y fueran a la vez más duraderas? Así se gestó y lleva a cabo la idea de transformar las paredes monocromas del pueblo en ricos murales.

A partir de ese momento, el pueblo se convirtió en un museo al aire libre gratuito y en continua ampliación. La mayoría de cuadros de esta exposición sin medidas de seguridad para sus obras de arte han sido pintados mediante la técnica del fresco verdadero, es decir, aplicando los pigmentos directamente sobre el muro. Aunque la mayoría de ellos son creación de Francesco del Casino, muchos otros autores han colaborado. Por ejemplo, Pasquale Buesca, con obras de calidad artística elevada, o el grupo de jóvenes Las Abejas, con temáticas inconformistas. El estilo de las pinturas es muy variable y abarca desde el realismo hasta el cómic. Destacan un gran número de murales de del Casino de inspiración picassiana. Incluso algunos turistas han sido contagiados por este virus creativo y han querido dejar su granito de arena. En una de las paredes una pareja vestida con colores muy llamativos y gafas de sol no puede más que exclamar: ¡Oh! Wonderful murales!

Mural de inspiración picassiana.

Pero son las imágenes comprometidas las que más abundan en Orgosolo. El ámbito geográfico de los mensajes que se quieren transmitir va desde este pequeño pueblo hasta el mundo entero. Son también comunes las representaciones de la vida de la gente local, sobre todo de la dura labor del pastoreo o también de otras actividades como es el caso de la mujer que cose a los pies de una puerta (imagen en la entrada anterior).

Todos somos clandestinos

--

--