Ameli Gavante
historias-laboratoria-alumnas
3 min readApr 26, 2017

--

¿Cuántas veces en tu vida te has mirado con ojitos tristes al espejo y has sentido que el mundo exige de ti algo que no sabes si quieres dar?

Tus amigos, tu familia, profesores y el mundo entero te dice que eres genial y asombrosa,que podrías hacerlo mejor, en especial cuando cometes un error, muchas veces no lo dicen de la forma más amable y llegas a creer que el error no está aislado de tu persona, incluso llegas a cuestionarte si tu eres el error y asocias la forma en que te lo dicen con como debes sentirte al respecto.

Si nunca te ha pasado, no manches, no sabes cuan feliz me hace saber que no ha sido así para ti. Sin embargo, debo admitir que ese no es mi caso.

Durante mucho tiempo, viví temiéndole al error porque sentía que al equivocarme decepcionaría a las personas que estaban cerca de mi y solo la idea de hacerlo me era insoportable.

Irónicamente al temerle al error, estaba cometiendo uno de los más grandes y espantosos errores de todos.

Solo detente a pensar un segundo en cuantas experiencias asombrosas dejas ir por temer a equivocarte. Desde hace unos 6 meses atrás hasta hoy he descubierto algo genial… ESTÁ BIEN EQUIVOCARSE.

Todos los descubrimientos importantes de la humanidad han surgido gracias a personas que se arriesgan, que hacen explotar cosas, que piensan estar generando una vacuna para la varicela y terminan creando una para el sarampión (No sé si eso sea real… pero me entendieron).

No sé ustedes, pero yo admiro mucho a quienes toman riesgos y si salen mal se ríen de eso, lo intentan de nuevo y muchas veces de otra forma. Muestras un gran coraje cuando no dejas que los resultados de un paso, te desmotiven a llegar a la meta, además esta bien chido hacer algo que nunca creíste que podrías hacer.

Ahora, debo admitir que me he vuelto un tanto adicta al riesgo… amo romper mi código y descubrir que pasa si muevo esto o aquello. Amo buscar rutas alternativas a mi casa, caminar por calles que nunca antes había caminado y en aun cuando en algunos casos me he movido mucho de la ruta más rápida; me he topado con las cosas más asombrosas que he conocido y que nunca habría visto si no hubiera tomado una ruta diferente.

No estoy aquí para decirles que la frustración no existe y que no la siento, o que a veces no me dan ganas de aventar la computadora por los aires, de tirar la toalla, de rendirme. Pero cada vez, esa sensación y mi famoso “Pucha!” se escucha menos ante un problema (Rena podría explicarles más sobre eso).

Aprendí que tus decisiones son TUYAS, así como lo que otros decidan pensar o no sobre ellas, es su decisión y vivir preocupandote por eso, no es una linda forma de caminar por este mundo.

Quiero invitarte hoy a que te des permiso de no ser perfecta(Al estilo del estereotipo). Solo sé la mejor versión de ti misma, solo se Tú (Es bien genial, lo prometo, no es sencillo pero lo vale ) ❤

y recuerda esto…

Dicen que dicen-La oreja de Vangogh.

Caer está permitido, levantarse es una obligación.

--

--