Es tiempo de iniciar un nuevo camino.

Ameli Gavante
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2 min readDec 1, 2017

Hoy me encontré rodeada de la quinta generación de Laboratoria Ciudad de México, solo a dos días de emprender un nuevo e increíble proyecto con la primera generación de Laboratoria en Guadalajara, ya no soy una alumna, como bien saben, ahora soy profesora de estas increíbles mujeres de las que estoy tan orgullosa.

Viéndolas a mi alrededor, sintiendo todo ese amor y esa buena vibra, mil recuerdos pasaban por mi mente. Recordé la primera vez que entre por las puertas de Laboratoria, recordé la primera vez que hablé sobre mi vida frente a mi generación, cuando hablé con quienes se volverían mis hermanas en un futuro no muy lejano.

Tome un respiro y fui más atrás en el tiempo, al momento en el que me di cuenta que mi vida no iba por el camino, que deseaba, fuera y decidí que no importaba el precio, debía hacer un cambio.

Le compartí esto a las alumnas y mi corazón dió un brinco, porque no solo cambié el rumbo de mi vida tras estar en Laboratoria, también me gustó ese cambio y ahora quiero ayudar a generar algo similar a esa experiencia que yo viví.

Amo esta vida, porque es mía, porque yo la he escogido pero también ha traído sus sacrificios, algunos bastante dolorosos debo decir, he tenido momentos en los que deseo mandar todo muy lejos pero también sé que no estoy sola y que todos los retos que se me presenten podré resolverlos junto a mi equipo. Ese pensamiento es lo que mantiene en pie… y me hace moverme hacia el peligro y enfrentarme a él.

Todas las risas, todas las experiencias, todo el cariño lo llevo conmigo a Guadalajara, buscando obsequiarle un poquito de él a esta nueva generación de mujeres chingonas que ayudaré a formar, el mejor talento tech femenino latinoamericano.

Me voy con sentimientos encontrados, emoción y temor, amor y tristeza , risas y lágrimas, pero sobre todo, muchas ganas de seguir generando código que transforma.

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