Las 48 horas antes del inicio de un nuevo Sueño.
y las aventuras de las WondevWomen.
Birretes arribas y un ¡¡wujuuu!! en el aire.
El flash de las cámaras mantenian nuestros ojos con puntos de colores, combinados con las lágrimas del final de un ciclo y el inicio de otro.
Nos encontramos frente a frente con nuestra gente, familia de sangre y la familia que fuimos construyendo durante los seis meses que estuvimos en Laboratoria.
Me detuve entre la multitud, observando a las chicas y sentí que ese momento debía guardarlo en mi mente para siempre, tantas sonrisas, tantas líneas de código y tantos retos hoy se sentían como el recuerdo de la lluvia más bonita y torrencial que hubiéramos visto.
Miré a Valeria minutos antes del final y le dije, ¡lo logramos!
Todas nos tomamos de las manos durante la ceremonia y supe que esas cincuenta mujeres que estaban sentadas en el auditorio de la EBC serían familia para siempre, hermanas, Ohana del código.
Ahora que el Bootcamp ha terminado, debo confesar que tengo algo de miedo… pero quiero saber que sigue, a parte de educación continua (Inicia en Septiembre, ¡¡¡no se lo pierdan!!!).
Quiero comenzar a trabajar en mi nuevo sueño, como el profesor Edmundo Vallejo nos recomendó…también creo que mis cincuenta WondevWomen, quieren hacerlo, sé que será increíble porque ellas son increíbles.(Mi corazón de condominio las ama a todas… Any lo sabe).
Es extraño saber que el Martes cuando nos toque limpiar nuestros lockers, no entraré a Laboratoria como una alumna del bootcamp, ahora formo parte de las más de 600 egresadas de Laboratoria. Exalumna,eh… Lo gracioso de este asunto es que una vez que eres laboratoriana, llevas el código por siempre contigo, eres laboratoriana para siempre.
Ahora, quiero invitar a todas las laboratorianas a que escribamos sobre nuestra experiencia en estos seis meses… quiero felicitarlas también porque sé que fue rudo… pero no más rudo que ustedes ya que son fortaleza, son pasión, son un montón de cosas y también son código.
Este no es el fin, es solo el principio… y ¡¡no manchen!!
El horizonte se ve bien chido.
