Bitcoin como cimiento

Creando las bases para una nueva civilización

Cualquier constructor sabe que lo más importante a la hora de comenzar una nueva obra es consolidar bien sus bases, osea construir cimientos sólidos y durables. Si las bases no son estables y fuertes el edificio construido sobre ellas tampoco lo será.

Lamentablemente no podemos afirmar que la economía del mundo de hoy esté montada sobre sólidos fundamentos, sino más bien todo lo contrario.

Hemos construido enormes estructuras económicas desde hace más de cien años sobre un pantano de incertidumbres, y utilizando para su ejecución herramientas de medición flexibles!
Solo imaginemos intentar construir un edificio utilizando una cinta métrica que se estira y se contrae como un elástico. Peor aún, en los últimos tiempos, este patrón de medida no deja de estirarse!
Nada de lo que construyamos guardará ninguna proporción, y nuestro edificio se irá agrandando a medida que progresa la obra, ya que aquello que debe medir 1 metro ahora lo construimos de 1,2 metros, y en el piso subsiguiente lo construiremos de 1,4 metros y así sucesivamente dado que nuestra cinta métrica no deja de estirarse. Finalmente llegaremos a un punto en el que nuestro edificio colapsará bajo su propio peso.

Esto es exactamente lo que está sucediendo con la economía mundial actualmente. Se intenta organizar a los diferentes sociedades, y al mundo económico en su conjunto utilizando patrones de medida monetarios absolutamente diferentes, flexibles, y en permanente expansión.
En estas condiciones nuestra construcción colectiva como humanidad no tiene buen destino, y vemos el problema año a año reflejado en las diferentes crisis económicas y de financiamiento que explotan a cada paso en diferentes lugares del mundo.
De seguir este camino corremos el enorme riesgo de que las estructuras que fuimos edificando como humanidad toda colapsen definitivamente ante nuestros ojos.

¿Como salimos de este atolladero?

Como decíamos al principio de este artículo, lo imprescindible es crear cimientos sólidos para poder construir por sobre ellos con firmeza y seguridad, y a sabiendas de que estas bases están preparadas para soportar la carga, y por sobre todo, resistir el paso del tiempo.

Necesitamos un sistema de medición estable y duradero

El sistema monetario fiduciario que domina el mundo en la actualidad no nos ofrece esto. Prácticamente todo el comercio mundial se realiza hoy utilizando como recurso de intercambio (patrón de medida) una moneda controlada por un solo grupo de poder, que no deja de expandirla y contraerla a su entero criterio y necesidad, provocando una enorme distorsión en todas las operaciones y en todos los mercados. Las pérdidas provocadas en las cadenas de valor y suministros son tan grandes que no logran ser mensuradas ni siquiera de manera aproximada, pero no se dan a conocer para no dejar expuestas las terribles deficiencias del sistema actual.

El comercio global y la humanidad en general necesita urgentemente un sistema de intercambios homogéneo, transparente, previsible, sólido y sobre todo políticamente agnóstico.

Es absolutamente lógico que diferentes sociedades políticas no confíen en un sistema monetario dominado, regido y controlado por otro grupo de poder con intereses contrapuestos y generalmente antagónicos.
En esta situación cada sector peleará por imponer su propio medio de intercambio, para de esta forma, disfrutar de las enormes ventajas que otorga tener el señoreaje sobre la moneda de intercambio mundial.

Mientras esta dinámica continúe no habrá esperanza de acuerdos comerciales justos y equitativos para todos los espacios de poder que necesitan de un comercio fluido para impulsar sus economías.

Bitcoin ofrece esos fundamentos

Dada la naturaleza netamente digital de sus unidades monetarias, estas pueden ser canalizadas vía internet a cualquier rincón del planeta, e inclusive existen formas de recibirlas y enviarlas por otros medios de comunicación electrónicos, como por ejemplo mediante ondas de radio; o de manera física imprimiendo ciertas claves en algún material durable; y hasta de forma oral, dictándole 12 o 24 palabras al destinatario!
Esta característica le otorga a Bitcoin la capacidad de poder ser utilizado prácticamente en cualquier rincón del planeta, dándole así la propiedad de homogeneidad monetaria sin fronteras requerida para facilitar los intercambios a distancia entre diferentes actores geográficamente dispersos, y evitar así la enorme fricción y pérdida de recursos que hoy provoca el sistema cambiario internacional.

Al ser un sistema abierto y público (open source software), todos los detalles de su funcionamiento están disponibles para ser verificados en todo momento, por cualquier persona, y desde cualquier lugar. Por esta razón decimos que Bitcoin es absolutamente transparente en todos sus detalles de funcionamiento.

La política monetaria de Bitcoin ya ha sido escrita desde el día de su concepción, y se conoce perfectamente como será su progresión un siglo hacia el futuro. Esto otorga un nivel de previsibilidad nunca antes visto en cuestiones monetarias, otra de las características importantes que puntualizábamos para el desarrollo del comercio a nivel global a lo largo del tiempo.

Ninguna información puede ser escrita en la base de datos de Bitcoin sin haberse realizado el trabajo necesario para arrogarse ese derecho. Este trabajo, llevado a cabo por los mineros, requiere de una gran inversión en equipamiento, en infraestructura, y especialmente un importante uso de energía eléctrica, en un proceso conocido como “Prueba de trabajo” (PoW).
Nada de lo recién mencionado puede ser falsificado:
El equipamiento debe ser diseñado, probado y construido. La infraestructurapara alojarlo y refrigerarlo debe ser montada físicamente con rigurosos estándares de calidad; y la energía eléctrica necesaria para su funcionamiento debe ser generada o comprada a terceros a tal efecto.
Por lo tanto, aún cuando Bitcoin sea un sistema monetario digital, tiene un sólido arraigo físico que lo conecta indefectiblemente con lo que todos conocemos como “el mundo real”. Esto le otorga la característica de solidez antes mencionada.

Ningún individuo ni grupo en particular controla Bitcoin ni tiene el poder de expandir o reducir su emisión monetaria. Esto es algo que fue programado desde su concepción y no puede ser modificado por ningún actor del mercado por más poder político o militar que ostente. El sistema es tan transparente que puede ser auditado por cualquier persona sin requerir ningún permiso especial ni pertenecer a grupo de poder alguno.
Esto lo convierte en un sistema monetario políticamente agnóstico ideal para el comercio internacional.

Bitcoin nos permite construir los cimientos sobre los que podremos fundar una nueva y vibrante civilización universal basada en la verdad y el respeto mutuo.

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