Sex Education: lo que tus padres no te contaron sobre el sexo

La serie no tiene la respuesta a todas las dudas que se presentan con la llegada de la pubertad, pero logra cubrir temas totalmente omitidos en las ficciones televisivas juveniles

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4 min readSep 15, 2021

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Por Renier Ramírez Quiñonez

Con la entrada a la adolescencia te llegó la revolución hormonal y por ende las primeras dudas sobre el sexo, y probablemente tus padres no te brindaron mucha o ninguna información. En el caso de los varones recibirían algún comentario sobre si tenían novia, sobre la relación directamente proporcional entre la masturbación y el acné o un condón para llevar en la billetera por si se presentaba la oportunidad estar protegidos. En el caso de las mujeres las referencias serían más escuetas, tal vez relacionadas al hecho de entregar la virginidad.

Por algún motivo, supongo que relacionado con una concepción moral arcaica, es un tema tabú que los padres hablen con sus hijos sobre sexo. Pero, ¿qué pasaría si conocieras los aspectos teóricos acerca del sexo porque tu madre es una reconocida terapeuta que te ha sobreexpuesto a todo tipo de información? ¿Qué consecuencias puede tener que toda la vida te hayan explicado las pautas a seguir para una vida sexual plena?

En Sex Education, Jean Milburn, impecablemente interpretada por Gillian Anderson, ha contado a su hijo hasta los detalles más escabrosos de las relaciones carnales en su afán por prepararlo para la vida en pareja, logrando el efecto contrario. El adolescente Otis, a quién da vida Asa Butterfield (otro de los excelentes fichajes de Netflix) tiene todos los conocimientos sobre el sexo y ningunos deseos de aplicarlos, mientras que a muchos de sus compañeros les sobra apetito sexual y les falta información. Es ahí donde Otis y la rebelde Maeve (Emma Mackey) encuentran las condiciones perfectas para un negocio muy lucrativo: un servicio de asesoramiento sexual clandestino para los estudiantes de la escuela secundaria Moordale.

Otis, con tal falta de lívido que ni siquiera se masturba, se convierte en una especie de gurú del sexo para otros adolescentes de Moordale. Hasta el consultorio improvisado en los baños en desuso del colegio llegarán estudiantes con los más comunes y, también, los más extraños problemas sexuales. Si bien es cierto que tanto los dramas como las comedias adolescentes han tratado algunas preocupaciones de estos sobre el sexo, hasta Sex Education ninguno había logrado abarcar tal variedad de temas y tabúes.

Y lo más importante es que lo hace de forma razonable, meticulosa y realista pero sin perder el tono humorístico, exagerado y satírico que la distinguen. Logra un perfecto equilibrio entre las características del género y la responsabilidad que implica hablarles de sexo a los adolescentes.

Obviamente la serie de Netflix no tiene la respuesta a todas las dudas que se presentan con la llegada de la pubertad pero logra cubrir temas poco frecuentes o totalmente omitidos en las ficciones televisivas. Vale destacar que Sex Education no está exenta de todos los pecados que le son comunes a series enfocadas en la adolescencia. Fundamentalmente, al inicio de la trama reproduce los estereotipos del revoltoso hijo del director del centro, la chica popular que se deja disminuir para integrarse al grupo alfa, el típico amigo gay marginado por la mayoría o la joven rechazada por su fama de disoluta.

Sex Education es uno de esos casos, poco comunes en Netflix, donde la historia no decae después de la primera temporada. La segunda entrega resulta más madura, no solo en cuanto al crecimiento vital de sus personajes, sino con respecto a los temas expuestos y la seriedad con que se tratan. Esta temporada cubre la bisexualidad, la pansexualidad, la asexualidad, las duchas anales, el vaginismo, el placer femenino, los conflictos de identidad y las relaciones platónicas en la adolescencia. La serie británica, además, se adentra en temas complejos como el abuso sexual, las adicciones, el abandono infantil, la salud mental o las enfermedades de transmisión sexual.

Staff protagónico de la serie. En orden de lectura: Aimee Lou Wood, Kedar Williams-Stirling, Emma Mackey, Asa Butterfield, Ncuti Gatwa.

Una de las tramas más interesantes de esta segunda entrega es la de Aimee (Aimee Lou Wood). La entrañable e ingenua joven ve cambiada su vida después de vivir una situación de acoso en el transporte público y cuyas secuelas la perseguirán durante toda la temporada. Esta situación sirve para entender cuánta significación tiene cualquier tipo de situación sexual no consentida y cómo afecta el carácter y la vida de la víctima.

La segunda temporada da mayor protagonismo a los adultos e intenta cubrir las historias con los padres y profesores para acercarse a temas como la importancia de la comunicación, la recuperación de la sexualidad, la infidelidad, la perimenopausia y las diferencias entre el sexo y el amor.

Después de dos temporadas y de ver el tráiler de la tercera es natural cuestionarse si su creadora, Laurie Nunn, y los guionistas podrán mantener el ritmo y la sagacidad que han caracterizado la ficción. Solo nos queda esperar hasta el 17 de septiembre para saber si Sex Education se convertirá en otra serie lucrativa con la que el gigante de streaming sigue aumentando sus ganancias sin importar que su trama repita los mismos esquemas una y otra vez.

La tercera temporada se estrena el 17 de septiembre, este es el trailer oficial…

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