A favor de perder la cordura

El cine actualmente representa un negocio sumamente lucrativo y para mantenerlo así, más vale apostarle a lo seguro.

Hugo A. Gaxiola
HugoAGaxiola — Blog
7 min readJul 16, 2018

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Recientemente tuve la oportunidad de experimentar el filme Raw (Grave, nombre original) escrita y dirigida por Julia Ducournau, una bocanada de aire fresco en el asfixiante panorama actual, claro ejemplo de una película que nunca produciría Hollywood. De origen francés, relata el proceso de cambio en la joven Justine (Garance Marillier, protagonista) causados por su súbita entrada a la adultez, a la crudeza de la independencia individual; de manera estereotípica, la cinta denota su origen europeo con un estilo audaz, ya que a grandes rasgos para la chica, profanamiento es el símbolo de su despertar.

La evolución del personaje funge como centro de la trama, preliminarmente, ella, curiosa y vulnerable se afronta a la libertad de dejar su hogar por seguir sus aspiraciones profesionales, sin embargo, destaca entre sus compañeros por su angelical inocencia y brillantez; al ocurrir su primer acto de rebeldía, involuntariamente, desencadena sus demonios, impulsados por sus deseos carnales. Su despertar sexual fue cautelosamente construido previo a su aparición, pero finalmente toma una una tonalidad perturbadora, roja, como la sangre que persigue; el canibalismo, la columna central que sostiene a la trama y polariza a la idea de la sobreprotección de los hijos, que los priva de vivencias necesarias y catastróficamente resulta, a la primer oportunidad, el intento por experimentarlo todo; en vez de una orgánica vida paulatinamente enriquecedora.

Quizás una de las mayores hazañas de la directora fue destacar de cuánto control carecemos los humanos

Al salir de la proyección cuestioné a mis amigos, «Entonces, ¿te gustó?», lo que promedió en la respuesta «Estuvo muy bien, pero… muy loca», lo cual, desde mi parecer, fue justamente la intención de Ducournau; dado el género, no suele requerir de tales niveles de crudeza, pero como en una caótica sinfonía, funcionó; gracias a su composición magistral, por elementos visuales y colores que muestran la transformación de Justine de una tierna chica a la pesadilla varonil de su campus, apoyado en un diseño sonoro cronológicamente más demencial y cinematografía que resalta la parte animal del ser humano; un descenso absolutamente necesario a lo visceral, un estilo minucioso, para poder convertir la locura en una conducta razonable.

“El miedo a la locura es el miedo a verse, es ese mar inmenso en el que navega lo racional”
— Alejandro Jodorowsky

En el cine, la mayoría de los casos, retar a la sanidad es parcialmente alcanzado, que es desaprovechar una de las situaciones más inimaginables y desconocidas de la conciencia, cuestionar y explorar los límites de la perspectiva humana es justamente la razón para la cultura del hombre. En el caso de una cinta como Raw, si la directora se hubiera restringido a las buenas prácticas del género, simplemente la película no hubiera ni llegado a México, gracias a esa pizca de personalidad que se le brindó al filme. El séptimo arte no está sujeto a lo que todos creamos sensato o normal; el ejercicio de la locura debería ser una práctica común.

Curiosamente encontré una estrecha relación entre este filme y uno realizado de vuelta en este continente, El Demonio Neón (The Neon Demon, nombre original) escrita y dirigida por el danés Nicolas Winding Refn, en los aspectos de pérdida de inocencia, respaldada por una joven fémina como protagonista y el canibalismo. Se dice que el título se debe a la industria de la moda, como un demonio se consume los no aptos, con sus aspiraciones, y finalmente regurgita cuando pierden toda su utilidad; lo cual, le ocurre también a Jesse (Elle Fanning, protagonista) cuando sus únicas amigas, optan por asesinarla y devorar sus restos, que mágicamente las dotaría de su belleza natural para poder así progresar en la industria, ya que sus dotes artificiales nunca podrán dar la talla

Reiterando, se puede decir que Refn y Ducornau obtuvieron fácilmente la clasificación C, sin embargo en cuestiones de estilo la coincidencia trascendió en muchos más aspectos, como los colores que contrastan el bienestar y el peligro, azul y rojo respectivamente; aparte de mostrar un ideal primitivo que rige el actuar de los personajes. No sería descabellado pensar que los dos directores se reunieron a trabajar en sus guiones, de tal manera que conforme el filme avanza la fragilidad de las vírgenes protagonistas termina en un popurrí de violencia y alegorías.

Las imágenes muestran el paralelo entre ambos filmes, de cómo el cambio de tono también lo es en persona

Entiendo que el arte nunca se ha tratado de quién llegó primero, pero el director nórdico tiene más de 20 años de experiencia en largometrajes, que siempre son descritas, especialmente por él mismo, como historias sobre hombres violentos en un momento de cambio; Refn es uno de los directores contemporáneos más importantes, se caracteriza por una ejecución impecable, en la cual perder la cabeza antes del desayuno es algo de todos los días; evidenciado en el documental My Life Directed by Nicolas Winding Refn (dirigido por Liv Corfixen, esposa de Nicolas), el director menciona:

“Si la mitad de las personas odian el filme y la otra mitad lo ama, es un buen filme”
— Nicolas Winding Refn

si obliga al conflicto, a la discusión, es reflejo de una visión clara por parte del creador, arte por el arte.

También en la primer escena del documental se ve a Nicolas mientras un anciano le hace una lectura del Tarot, que no es más y nada menos que Alejandro Jodorowksy, el legendario director chileno caracterizado por romper el molde constantemente y traer experiencias jamás antes vividas a la pantalla grande; popularmente en la industria norteamericana es conocido por su ambiciosa intento en adaptar la novela Dune, por Frank Herbert, una épica de ciencia ficción que abarca un universo colosal, mucho mayor del que los cineastas hayan podido cubrir. únicamente Jodorowsky tenía la idea de hacerle justicia al relato original, con una duración de 14 horas que a la vez permitiera a la audiencia sentir los efectos del L.S.D. con un magistral uso de audio y vídeo.

Escena del filme “La Montaña Sagrada” de Jodorowsky, con la cual cimentó su estatus de leyenda y le otorgó la oportunidad de adaptar Dune

En el 2013 se estrenó el documental Jodorowsk’s Dune, en el cual se muestra evidente que este filme tiene un valor trascendental para la cultura popular, como un inicio de la ciencia ficción, al igual que 2001: Odisea en el Espacio por Stanley Kubrick, fundó las bases para establecer nuevos mundo en la pantalla gris, filmes con tratamiento a la incertidumbre de la humanidad, su papel en el universo y su relación con la tecnología, relatos clásicos que todavía hacen eco en la industria; sin embargo, recordemos, Dune nunca pasó de la pre-producción y aún así facilitó la génesis de la saga de Alien (Director Ridley Scott) brindándole su icónico Xenomorph. El método de Alejandro es intrépido y audaz abordando las constantes dificultades de la realización del cine; nunca olvidaré el hecho de que sedujo a algunos de la individuos más importantes del siglo XX para tener un papel en Dune, tales como, Mick Jagger, Salvador Dalí y Orson Welles, con el fin de tener actores tan excéntricos como los personajes que el visionó.

Sé que en los párrafos anteriores parece una idea absurda, lo cual es totalmente intencional; buscar el progreso en cualquier ámbito lo parece. La inspiración para esta pieza de opinión radica en la idea de Dune, no el filme, sino el concepto de un reto para el mundo cinematográfico.

Actualmente, ya se conoce la identidad del siguiente valiente a confrontar el colosal reto que representa esta novela, el director canadiense Denis Villeneuve; que en el último año adaptó el relato Story of Your Life de Ted Chiang en la película La llegada, quien realizó un trabajo cautivador al capturar la experiencia humana en una situación de confusión mundial, en donde solo mediante la influencia de alienígenas florece la frágil naturaleza del ser humano.

“La llegada” afronta al ser humano con la certeza de que hay algo más grande que nosotros, pero en vez de hacernos insignificantes nos engrandece

Con la aparición de los extraterrestres se vuelven ineficaces todas las metodologías del ser humano e iniciamos desde cero; Denis contrasta las posibilidades del universo contra las de las personas, todo esto visto desde la perspectiva de la Dra. Louise Banks, apoyado en el anacronismo y el efecto Kuleshov, se posibilita la sorpresa y un sentir semejante al efecto que sufren los astronautas al mirar de vuelta al pequeño círculo azul, la Tierra, que alberga todo lo que hemos sido y querido. El sublime trabajo de Jóhann Jóhannsson dotó al filme de una banda sonora que tiñe de espiritualidad a toda la cinta, sin perpetrar temas religiosos La llegada explora nuestra extraordinaria mortalidad en un universo infinito.

Si algo quedó claro con esta película, es que Villeneuve es un maestro, la ejecución fue brillante; La llegada es un claro ejemplo de una adaptación que le hizo justicia a su origen y por ser ciencia ficción suena como la primicia perfecta para trabajar con Dune, sin embargo me encuentro escéptico, a pesar de considerarlo uno de mis directores favoritos; la intimidad y sutileza que caracteriza sus filmes podría chocar contra la descabellada épica espacial.

No estoy seguro de que Jodorowsky y Villeneuve tomen el mismo enfoque de convertir la novela en una odisea visual, una droga que se consume a 24 cuadros por segundo. El canadiense siempre ha realizado un trabajo formidable y meticuloso, pero a veces la razón está en perder un poco la cabeza, como los demás artistas de este texto, un poco de locura puede lograr mucho. Es incierto que vaya a emerger la legendaria película que bifurcará la historia del cine, pero en esta industria si algo es seguro es que las sorpresas son sumamente frecuentes. Admiro de Alejandro su incesante perseguir del progreso, su amor al arte; ahora solo queda esperar lo mejor y desearle suerte a Denis, que su pasión no calme ni por un segundo porque Dune estará esperando, que no tema encarar su locura, porque lo impredecible es lo que nos separa de las máquinas, salir de la norma es lo que nos mantiene a flote.

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Hugo A. Gaxiola
HugoAGaxiola — Blog

Apasionado por el todo, experto en nada. Ingeniero, diseñador, a veces escribo.