Humans of Anza: Marcelo
Bienvenidos a Humans of Anza, una serie de artículos que cuentan las historias de ciclistas urbanos. Hoy empezamos con Marcelo Jordán, uno de nuestros primeros clientes, el cual ahora es parte del equipo de Anza gracias a su pasión por la marca y la bicicleta.
“Me llamo Marcelo Jordán, tengo 21 años y estudio comunicaciones en ISIL. Quiero especializarme en lo que es radio. Me encantan los deportes, tanto así que llegue a jugar para la selección de basquetbol de mi colegio y una liga sub-17 en Lima. Dejé el basquet por los estudios y una que otra lesión. Me encanta disfrutar de la vida por más que a veces reniegue mucho. Ahorita estoy feliz con el trabajo de servicio al cliente de Anza.”
“Mi abuelo fue loco bicicleta entonces habían un montón de bicicletas en la casa. Gracias a el monté bicis toda mi vida. Me enteré de Anza porque quería una fixie a precio cómodo y los encontré gracias al video del Cholo Mena. Fue casi destinado. Decidí comprar una Laguna cuando me enteré del pop-up que iban hacer en Residencia Coworking.”
“El problema era que me tiré toda mi plata en un viaje a Cusco, entonces tuve que pedirle a mi mamá que compre la Laguna con su tarjeta y luego yo le pagué en cuotas.”
“La bici para mi significa libertad. Puedes ir a donde quieras. Puedes ir por donde quieras. Vas viendo personas, te cruzas con gente en la calle, ves situaciones que no podrías ver si estas sentado en un micro, en un taxi, o manejando. Puedes irte por el malecón y sentir el viento en la cara y te despeja el estrés.”
“Cada vez que tenía problemas como todo adolescente, me quitaba en mi bicicleta y se me iban despejando las dudas. Hasta el día de hoy prefiero salir a pedalear cuando tengo problemas en vez de estar en mi cuarto, mirando las cuatro paredes y lamentándome. Creo que la bicicleta es una muy buena forma de encontrarse uno mismo.”
“Hace unos meses tuve un accidente montando bicicleta. Por apurado cuando compré el nuevo timón de la Laguna, para llegar rápido a mi casa me la pico en la ave. del Ejercito. Una combi vino por detrás y me cerró contra la vereda. Salí volando y me rompí el brazo. Me da risa porque la Laguna aguantó el accidente.”
“Después del accidente intente montar nuevamente. Por el gusto a la bicicleta, no me dejé llevar por lo que decía la gente: que estaba loco por montar después de un accidente así. Si te gusta algo hay que hacer caso omiso a todas las cosas negativas que te dicen. Tuve que perderle el miedo nuevamente, porque si te traumas. Tomo como experiencia todas las cosas que me han pasado, ahora voy más despacio, ya no soy tan loco.”
“Tengo un grupo 2–3 amigos con los que monto bicicleta, pero del grupo yo soy el más cletero. Mis otros amigos siguen en la onda de tener el carro del año y piensan que la bicicleta es una pérdida de tiempo. Yo siempre trato de cambiarles el chip, pero igual el auto sigue teniendo mucho mayor peso por ser un símbolo de estatus en nuestra sociedad.”
¿Tienes una bicicleta Anza y te gustaría que contemos tu historia? Envíanos un correo a contacto@anzabikes.com
