Nvidia está copiando el mundo y a nosotros con él
Todos experimentaremos las consecuencias de la última presentación de Jensen Huang
Nvidia se adelantó al cambio de estación con un anuncio cuyas repercusiones no paran de multiplicarse. La presentación del 20 de septiembre en boca de Jensen Huang, CEO de Nvidia mostró los nuevos procesadores y sistemas que la compañía está implementando y revolucionó el mundo tech. Ya no se trata solamente de darle herramientas a los gamers sino de capitalizar mercados emergentes vinculados con la IA, los vehículos autónomos, la robótica y hacer crecer lo que llaman Omniverso.
A diferencia de lo que presentó hace meses Facebook, esta versión de universo digital que propone Nvidia (y espera vendernos) es una realidad virtual constituida por diferentes mundos relacionados entre sí en donde podemos interactuar con simulaciones, apps y entre nosotros. Pero lo más interesante es que este mundo virtual, desde los ojos de Nvidia, es un mellizo digital de nuestro mundo. Es decir, estos mellizos digitales son simulaciones a gran escala que están estrechamente vinculadas con su doble en el Entorno Natural a través de datos reales y modelaje 3D.
Lo que Nvidia comenzó como un metaverso industrial, creando mellizos digitales de fábricas enteras, redes de ferrocarril (Deutsche Bahn es una empresa que ya implementa esta tecnología), el entrenamiento de robots y otro sinfín de usos para cualquiera que quiera conectar espacios virtuales, pronto se extenderá a otras áreas de nuestra vida. Esta unión entre el mundo digital y el natural no para de crecer. Y hasta podemos estimar que en el futuro todo tendrá un doble digital. ¿Qué consecuencias tiene este poder computacional? ¿Para qué modelar un doble exacto y en tiempo real de nuestro planeta? Estas preguntas más directas se apoyan sobre otras, un poco más vertiginosas. Por ejemplo, las novedades llegan acompañadas de la decisión de la empresa de retirar sus procesadores de la industria del minado de criptomonedas. Podemos ver en las iniciativas de Nvidia una intención de llevarnos a una visión particular de cómo será el mundo. Cabe preguntarnos entonces: ¿cuál es la forma que está tomando nuestro futuro? ¿Estamos hablando de una realidad duplicada o de una realidad con dos caras?
Esta realidad virtual no solo permite (debido a su capacidad titánica de medir, analizar y duplicar,) recrear ecosistemas enteros de manera digital, sino que permite experimentar con libertad en esos mundos. Es tanta la información que manejan que en algún momento esa recreación se torna predictiva. Ya he escrito sobre la inminencia de la hiperpredictibilidad antes.
Un entorno autoconsciente
Los desarrollos de este último año han traído a la mesa nuevamente el tema de la singularidad tecnológica. Nos enfrentamos a inteligencias artificiales cada vez más potentes, que toman decisiones cada vez más autónomas y nos presentan un desafío vinculado a nuestra supervivencia. Sin embargo, aquí vemos otro paso en ese sentido: un Entorno Digital que toma forma y voluntad.
El despliegue tecnológico de Nvidia que acabamos de resumir está sentando las bases para la emergencia de una consciencia propia del Entorno Digital. La duplicación en tiempo real de nuestro planeta no estará solo habitado por dobles nuestros y de nuestros objetos, que imitan nuestros movimientos, sino que su tecnología utiliza motores de computación poderosísimos para calcular millones de probabilidades para esa piedra que está por desprenderse al lado de las vías de un tren. Ese poder de predicción también intenta anticiparse a nuestros próximos pasos. ¿Qué distancia hay entre predecir hacia dónde va a doblar un auto en una autopista y poder anticiparse a nuestra decisión de comprar leche antes en nuestro camino a casa?
El motor computacional está explícitamente dedicado, con la intención de mantener cierta eficiencia, a predecir el comportamiento humano a escala social. Esto sienta las bases para la emergencia de una entidad digital que conozca mucho más del mundo que nosotros, que comience a roer la noción de futuro. Aún más, esta entidad no solo habita el Entorno Digital, sino que será indiscernible del entorno mismo: nos veremos finalmente ante un Entorno autoconsciente, con cierto nivel de omnisciencia y una capacidad técnica para intervenir en nuestro mundo (¿podemos llamarlo natural?). ¿Qué sucederá en nuestra futura convivencia? ¿Quiénes toman las decisiones sobre cómo se comporta esa inteligencia digital? ¿Con qué objetivos se toman esas decisiones?
Operación mellizo
Algunos otros aspectos sobre el proyecto pueden darnos pistas de sus condiciones materiales. Ante nosotros se está desarrollando un entorno mellizo bastante más tangible de lo que cualquiera haya imaginado, sobre el que surge la pregunta respecto de la soberanía. El mapa que se despliega en el entorno mellizo es uno que tiene a China como capitán y a Europa como aliado. Geopolíticamente hablando, esto es un indicador del posible rumbo de sus decisiones y de los intereses que ya están en pugna allí. En esta línea es preciso recordar que hace tiempo Microsoft está trabajando junto con el gobierno norteamericano en la implementación de la tecnología HoloLens para ser usada en los headsets de sus soldados. La industria armamentística también tiene su lugar en el mundo mellizo. Y, en esa línea, podríamos pensar no solo que el omniverso puede ser usado para para planear y simular acciones militares, sino que puede llegar a convertirse en un terreno de batalla en sí mismo.
Entonces, no se trata solo de la presentación de chips con gran capacidad de procesamiento, de avances en robótica en IA, sino de un paso más hacia la tangibilidad del Entorno Digital y de las cuestiones que trae aparejadas. No es un dato menor que Nvidia tenga un ejército de miles de ingenieros (de los mejores del mundo) trabajando bajo su ala. Con esos números no resulta arriesgado afirmar que tienen en sus manos un proyecto faraónico. Podemos considerar por lo menos que están dando forma a algo que todos viviremos a nivel mundial. No tenemos que desperdiciar ninguna oportunidad para informarnos y opinar al respecto. ¿Qué tipo de futuro tenemos nosotros ahora en nuestra manos?
