A nuestros clientes: Gratitud ante todo
Es increíble imaginar un comienzo sin esas personas que incondicionalmente creyeron en nuestra propuesta, en lo que nos hacía diferentes, y en lo que ofrecíamos como algo que nos complementaría en una relación de negocios que los haría a ellos más fuertes. Me refiero a nuestros clientes.
Cliente es todo aquel que busca un beneficio de tu compañía, y está dispuesto a realizar una transacción — generalmente monetaria — a cambio de ese valor que una organización puede ofrecerle.
Aunque suena simple esta relación, cuando una compañía va comenzando, se adentra a una jungla que típicamente se conoce como La Industria, una tierra donde los animales son otras empresas e inclusive competencia, constantemente buscando la manera de seguir hacia delante pero también buscando la manera de sobrevivir. Cuando uno se adentra a esa jungla, no existe experiencia ni respaldo para ofrecer ese valor que te distingue como parte de esa inmadura organización que eventualmente, si sobrevive, debiera ser reconocida como una empresa.
Los inicios son crudos, tormentosos, con incertidumbre y falta de claridad de saber qué pasará el día de mañana, y ahí es donde me detengo, pienso, y aprovecho para agradecer a todos ellos, a nuestros clientes.
A todos aquellos que por más mínima que haya sido la transacción, que no entendían lo que querían, y tal vez ni lo que necesitaban, desde los más seguros de comenzar “ayer” hasta los que habían buscado por cielo, mar y tierra un aliado en la construcción de su siguiente gran producto, queremos agradecer la oportunidad.
Por haber creído en un grupo de locos apasionados, con la mejor de las disposiciones en apoyarlos y empujarlos a ser mejores, gracias.
Por habernos permitido colaborar y compartir valores que complementaban nuestras culturas, experimentando una relación única y empática, gracias.
Por haber sido partícipes de un gran proyecto que hoy tiene nombre y estoy confiado en que seguirá creciendo, persiguiendo una visión clara para esta región del planeta, y así seguir aperturando oportunidades y crecimiento profesional, gracias.
Por haber dicho SÍ a la oportunidad de que trabajáramos contigo, sin que nosotros hubiéramos tenido experiencia como equipo, empresa o incluso como profesionistas, gracias.
Por habernos negociado, regateado el precio de lo que nosotros creíamos era el indicado, y que nos hizo conscientes de descubrir que existen diferencias al igual que oportunidades para lo que ofrecemos, comunicamos y trabajamos, gracias.
Por haber criticado el pasado, nuestra forma de trabajo, y lo que en su momento considerábamos “calidad” en lo que te entregamos, ya que hoy reconocemos que se pudo mejorar, y que se puede seguir mejorando y creciendo, gracias.
Por habernos guiado y mentoreado en algunas situaciones donde no conocíamos tu industria, y tu de curioso estabas dispuesto a conocer de la nuestra por el simple hecho de que ambas partes éramos naturalmente apasionados de lo que hacíamos, gracias.
Por habernos permitido trabajar los proyectos mas riesgosos, complejos y técnicamente indomables, con el fin de romper nuestros límites y dar el salto como organización al siguiente nivel, sin duda gracias.
A todos nuestros clientes les debemos algo. Desde la iniciación de la compañía, ya existían aquellos que estaban esperando a alguien como nosotros. Existían otros que nos rechazaron porque entendieron que había diferentes propuestas en el mercado y optaron por otra opción, o tal vez no era nuestro momento. Y por supuesto, a los que nos siguen otorgando total confianza en nuestra estructura, procesos y cultura, los cuales nos permiten congeniar con ellos día a día.
Elegir un cliente es tan importante como elegir tu siguiente socio; debes ser cauteloso y abierto para entender toda su necesidad y postura. De ellos tu negocio puede construir el camino que visualizas o simplemente cambiar hacia un punto aleatorio.
No dejemos de agradecer a todos los que han creído en nuestros equipos — nuestros clientes, porque de ellos se respalda el crecimiento de toda organización, y a los que no han creído del todo también, porque de manera implícita exigen siempre ese algo más.
