Mitos en la investigación de diseño

Gema Cánovas
Idean Spain
Published in
7 min readSep 16, 2019

Por Gema Cánovas, Researcher y Service Designer en Idean Spain.

Cabecera mitos en la investigación de diseño
Illustration by Almudena Berrocal for Idean Spain

En base a mi experiencia como investigadora de diseño y la de compañeros investigadores con los que he trabajado, continúa ocurriendo con la investigación lo mismo que ocurría (o cada vez menos) hace años con el diseño en general, tiende a subestimarse. ¿Cuántas veces hemos escuchado los profesionales que formamos parte de equipos de diseño acerca de los famosos “recortes en investigación”?

¿Por qué se cuestiona constantemente la investigación de diseño?

Como muchos de vosotros, yo me he preguntado varias veces por qué se decide recortar o prescindir de la investigación, cuando es el principal medio para establecer la base de cualquier proyecto, ¿cuáles son las razones por las que se tiende a restar importancia a una fase sin la cual es casi imposible que un proyecto tenga éxito?

Supongo que las razones son varias, y estoy segura de que entre ellas están la falta de conocimiento del valor que aporta la investigación de diseño bien realizada y llevada a cabo por profesionales y probablemente también la creencia de que cualquier perfil dentro de un equipo de diseño puede llevar a cabo una investigación en condiciones, ¿para qué vamos a invertir en un equipo de investigadores si pueden hacerlo los mismos diseñadores?.

No me malinterpretéis, no quiero decir que los investigadores de diseño tengan unas características especiales o superpoderes que nadie más pueda llegar a alcanzar, lo que quiero decir es que deberíamos valorar más la experiencia de un profesional dentro de su especialidad.

Una investigación nunca será objetiva si, por ejemplo, dejamos que los mismos diseñadores que han creado un prototipo o producto sean los que diseñen y lleven a cabo las investigaciones con usuarios para comprobar si el producto tiene que ser repensado o iterado. Reconozcamos que cuando un diseñador (o cualquier otro profesional) ha creado un producto e invertido tiempo y esfuerzo en él, es muy difícil que se quite las gafas con las que lo ve.

Photo by Ewan Robertson on Unsplash

Es necesario y enriquecedor salir de ese punto de vista para afrontar con objetividad el reto de cuestionar lo que se ha creado, y es por lo tanto esencial que sean los investigadores involucrados en el proyecto los que aporten esta visión externa, la visión de las personas para las que se está diseñando el producto o servicio.

Mitos y leyendas

Hace un tiempo comencé a detectar, escuchar con mucho detenimiento y reflexionar junto a compañeros investigadores acerca de las razones que se dan desde diferentes niveles de las organizaciones para no hacer investigación o para no realizarla en las condiciones o con los medios necesarios para que aporte valor al proyecto.

A partir de esta reflexión, elaboramos una lista de falsos mitos relacionados con la investigación de diseño.

1.“La investigación es cara e implica mucho tiempo. No tenemos tiempo de parar”

Por supuesto que una investigación de calidad requiere cierto tiempo e inversión, ¿qué buen trabajo no lo requiere? Lo cierto es que la fase de investigación no tiene porque implicar más tiempo que el resto de fases, ya que se puede ir desarrollando en paralelo a otras. Así que no, no se tiene por qué parar nada.

Por otro lado, la investigación en las primeras fases de un proyecto es tan importante para comenzar a diseñar con un enfoque lógico, basado en las personas y en objetivos concretos, que claro que merece la pena invertir tiempo en ella, ya que lo ahorraremos en fases posteriores de diseño e implementación.

Con respecto a la inversión para realizar investigación, puede que el retorno de esta inversión no sea automático, pero los beneficios podrán verse claramente durante y al finalizar el proyecto. Lo más importante es disponer de un buen equipo de investigadores capaces de elegir las metodologías y el enfoque más adecuados en función de los objetivos y el presupuesto disponible.

2. “Cualquier investigación es mejor que ninguna”

De acuerdo, maticemos, ¿qué significa “cualquier investigación”? Como ya hemos comentado, la investigación es básica para el éxito de un proyecto, pero eso no significa que una investigación realizada sin unos mínimos de calidad (investigadores con experiencia, correcta definición de muestra de participantes y selección de metodologías, etc) vaya a aportar valor al proyecto que tenemos entre manos.

Últimamente parece que el término “guerrilla” ha abierto la caja de Pandora para algunos profesionales. Las técnicas de guerrilla pueden ser adecuadas para ciertos proyectos y en ciertas fases de prototipado en las que la idea final no está demasiado definida, pero no vale para todos los casos ni mucho menos.

Parémonos a pensarlo, realizar una investigación deprisa y de cualquier forma también requiere una inversión de personas y tiempo, puede que nos compense invertir un poco más para conseguir resultados de mucha más calidad. De nuevo, analicemos los objetivos y busquemos la mejor forma de realizar la investigación para obtener conclusiones que nos ayuden a diseñar mejores productos y servicios.

3. “Da igual hacer la investigación en Madrid que en Panamá”

Aquí merece la pena mencionar la importancia del contexto y el entorno. Hagámonos las siguientes preguntas, ¿cuántas diferencias socio-culturales podemos encontrar entre dos ciudades de un mismo país? ¿Y entre diferentes países? ¿De qué sirve testar un producto o servicio concreto y con un elevado nivel de definición con personas que no están familiarizadas con él o que no forman parte del público objetivo que puede estar interesado en adquirirlo o usarlo?

Para realizar una investigación de calidad es muy importante seleccionar donde se realizará, teniendo en cuenta dónde han crecido, viven y se relacionan las personas para las que se está diseñando, de otra forma no podremos indagar acerca de sus necesidades, problemas, deseos, etc.

4. “Cualquier profesional de diseño puede hacer investigación”

Estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo. Por supuesto que todos los perfiles del equipo de diseño deberían estar implicados en todas las investigaciones que se realicen, ya que los diferentes puntos de vista aportarán calidad a la misma, pero eso no significa que no deban ser los investigadores los que lleven las riendas de su especialidad profesional.

¿Puede un diseñador de moda diseñar un edificio? ¿Puede un diseñador recomendar un fármaco a una persona enferma? Por supuesto que sí, pero preguntémonos antes cuál será el resultado. Uno de los principios de la investigación es evitar las ideas y hábitos preconcebidos, y si la dejamos en manos de investigadores reduciremos el carácter subjetivo.

5. “Google hace investigación en una semana”

Todos conocemos los famosos sprints de Google. Suponen una buena práctica para empresas que disponen de equipos de diseño e investigación muy grandes que prototipan e iteran productos (o más bien partes muy concretas de productos) constantemente y de forma vertiginosa, pero este no es el caso de todas las organizaciones ni de todos los proyectos de diseño.

Consideremos todos los factores antes de aventurarnos a establecer un mínimo de tiempo para llevar a cabo una investigación, y a continuación intentemos adaptar las diferentes variables para realizarla de la forma más efectiva.

6. “Con Data ya no hace falta hacer investigación”

Los números obtenidos del análisis de Data complementan el análisis y las conclusiones de la investigación con usuarios, y viceversa. La investigación cuantitativa nos permite saber que algo está ocurriendo, incluso nos puede decir a quién le está ocurriendo y dónde o cuándo, pero jamás nos dirá el por qué, esto sólo lo conseguiremos mediante investigación cualitativa.

Prescindir de investigación de carácter cualitativo en un proyecto solo nos llevará a conclusiones precipitadas e hipótesis no validadas con personas, esas mismas personas para las que estamos creando productos y servicios.

7. “Negocio ya sabe lo que quieren los clientes”

Continúa existiendo la creencia en ciertos sectores de que hay ciertas áreas en las organizaciones que con su experiencia pueden suplir la investigación. Admitámoslo, por mucha experiencia y bagaje que tenga un profesional, nunca debemos asumir que por ello pueda conocer todo lo que hacen, sienten, imaginan, desean o necesitan los usuarios de un determinado producto.

Está claro que la experiencia en un sector nos puede ayudar a tomar una decisión u otra, pero sin olvidarnos nunca que el conocimiento nunca nos va a dar una verdad absoluta y que al final el usuario y su contexto es lo que hay que observar y estudiar.

Así que volvemos a recalcar, las suposiciones e ideas preconcebidas es justo lo que debemos evitar a la hora de diseñar tanto un producto, como un servicio o una estrategia de negocio.

En resumen, debemos aceptar la idea de que los profesionales de la investigación de diseño están ahí para realizar un trabajo importante, ayudar a los equipos de diseño, organizaciones y clientes a realizar mejor su trabajo y complementarlo. Dejémonos aconsejar por ellos en cuestiones de investigación, dejemos que tomen las riendas de su trabajo, abracemos los descubrimientos que nos brinden y aprovechemos todo ese potencial y conocimiento para nuestro beneficio y el del resto de personas para las que diseñamos.

Si quieres saber más acerca de cómo realizar investigación, ¡contacta con nosotros!

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