¿Se puede hacer un Design Sprint en cuatro horas?

Yahve Perez Abadia
Idean Spain
Published in
5 min readJan 29, 2020

“Por Yahvé Pérez, UX/UI Designer en Idean Spain

Illustration by Yahvé Pérez

El pasado mes de diciembre, como cada año desde hace ya cinco, el equipo de Idean acudió a la Universidad de Valencia para llevar a cabo una ponencia frente a los estudiantes de segundo curso de las carreras de Ingeniería Informática y Diseño Multimedia.

En total, cuatro horas en las que cerca de cien alumnos participaron en esta charla que condensó, en un tiempo tan reducido, la tan útil metodología del Design Sprint.

Al igual que en las anteriores ocasiones, el equipo prefirió innovar y no repetir las mismas actividades que en años pasados. Esta vez se propuso realizar de manera práctica las dos primeras fases de las que se compone un Sprint: análisis y conceptualización (en diciembre de 2018, el equipo realizó las fases de prototipado y testing, llevando el análisis inicial y el reto ya definidos para centrar la búsqueda de soluciones del problema presentado).

Photo by Desirée Casanova

Inicialmente, y para no perder demasiado tiempo, se presentó a grandes rasgos qué es y en qué consiste un Design Sprint, y se explicó el porqué gente como nosotros usamos esa clase de ejercicios para obtener soluciones a problemas reales en nuestro día a día. Recelosos al principio de que una empresa (real) llevase a cabo este tipo de actividades para trabajar, no nos quedó más remedio que meternos en faena para que los alumnos pudiesen comprobar en sus propias carnes la veracidad de lo que les estábamos contando. El reto: crear una app para que los alumnos de la Universidad se conociesen, organizasen grupos de estudio… o lo que se les pudiera ocurrir.

Dividiendo a los alumnos en cuatro grupos, en su mayoría heterogéneos entre las dos carreras, y colocándonos cada uno de nosotros como facilitadores de los ejercicios, los alumnos no tardaron en entrar rápidamente en la dinámica de trabajo y, como era de esperar, faltó tiempo en cada una de las actividades dada la cantidad de ideas que aparecían en los debates internos.

Durante la fase inicial se analizaron los posibles requisitos y funcionalidades que podría tener la aplicación, los usuarios potenciales que formarían parte de ella y los problemas que podrían surgir. La finalidad de ejercicios como el Mapa de empatía o el Stakeholders Map, fue difícil de comprobar para los grupos en un primer momento. Pero tras ver que la frase “una buena investigación inicial es la base para realizar una mejor aplicación” se cumplía en la siguiente fase, entendieron el objetivo de los mismos.

Photo by Desirée Casanova

La fase de conceptualización, por el contrario, resultó mucho más llevadera para ellos. Ansiosos por reflejar lo que su cabeza había estado imaginando durante las dos horas anteriores, el poder dibujar la aplicación durante el Crazy 8 (adaptado aquí a 4) y el Sketch les permitió demostrar todas sus dotes creativas y, en algunos casos, incluso incluir interacción y diseño final (alumnos de los que tomamos nota en caso de necesitar más miembros para el equipo en un futuro).

Photo by Desirée Casanova

Como nota personal y consejo para quienes vayan a realizar próximamente un Design Sprint: llevad muchos ejemplos de lo que se pretende obtener en el ejercicio How might we… ? Una vez entendido, las ideas aparecían realmente rápido y de manera sencilla, pero la comprensión del concepto resultó complicada tanto de explicar correctamente por nuestra parte, como de entenderla por la suya.

Photo by Lirios Flores

Ya que no era la primera vez que realizábamos una sesión como esta, el tiempo limitado no fue un problema tanto como hacer entender la utilidad de las distintas fases sin una asimilación apropiada de los conceptos y la finalidad de los ejercicios, agravada esta vez por la elección de las fases iniciales de un Sprint, que no son tan vistosas como el dibujo del diseño final de una aplicación en papel.

Hacer entender la importancia de cada uno de los ejercicios, defender la necesidad de realizarlos y de disponer de tiempo suficiente para que las ideas fluyan y todo el mundo se sienta cómodo, es esencial para conseguir un mejor resultado.

Y esta conclusión se puede extrapolar al terreno laboral, cambiando al actor estudiante por el de cliente, pese al hecho de que una vez realizado el Sprint y viendo que con ejercicios que inicialmente podrían parecer simples (incluso infantiles) se obtienen grandes avances en poco tiempo, y todo el mundo queda contento.

Entonces, ¿se puede hacer un Design Sprint (o la mitad) en cuatro horas? La respuesta sería sí… y no. Sí, cuando el objetivo sea realizar una demostración didáctica de lo que puede ofrecer la práctica, pero sería desaconsejable cuando lo que se desea obtener son resultados reales de un futuro mínimo producto viable.

Próximamente, Idean Valencia volverá a realizar otra ponencia para la Universidad a principios de este 2020, esta vez para alumnos de Biblioteconomía y Documentación.

“Si quieres saber más acerca de Idean Valencia, visita nuestra web, y si te interesa conocer más técnicas como las utilizadas en este workshop, no dudes en visitar este enlace con recursos de Idean.”

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