¡Shhh, ego! Voy a diseñar

Un minuto de teoría y toda una vida de práctica para surfear tus corrientes creativas y racionales.

Jimena Gonzalez
Idean Spain
4 min readJul 15, 2020

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Por Jimena González, Strategic Designer en Idean Spain

Ilustración por Jimena González

El diseño tiene dos caras, y no son tan opuestas como parecen

Me he dado cuenta de que el diseño es algo difícil de definir. De hecho, pregunté a algunas personas cercanas y ninguno coincidió en su interpretación.

Mi amiga Gema (cocinera) dice: “diseño me suena a novedad”; mi amiga Cris (consultora y música): “es plasmar una idea para que pueda ser compartida e interpretada”; mi prima Inés (enfermera): “un diseño, una solución”; mi amiga María (ingeniera): “diseño es hacer la vida cotidiana más bonita”.

La definición más aceptada entre diseñadores entiende el diseño como el proceso creativo para encontrar una solución que satisface una necesidad.

Para mí, es el encuentro entre dos mundos que parecen opuestos: el lógico-racional y el intangible-inventivo. O sea, que el diseño es dual, de un modo que me recuerda a un famoso concepto de antigua filosofía china: el yin yang, que describe cómo fuerzas que parecen opuestas en realidad son complementarias y están interconectadas; e incluso se potencian la una a la otra.

El design thinking refleja esta doble naturaleza del diseño en sus diamantes que alternan fases de divergencia, creatividad sin juicio y generación de alternativas; con fases de convergencia, evaluación de alternativas y selección en base a unos criterios objetivos.

Metodología de design thinking, con fases de divergencia y convergencia y sprints ágiles

El diseño no es magia (truco revelado)

Entonces ¿quién puede ser diseñador? Es bastante probable que, si estás leyendo esto, seas un ser humano y, por tanto, poseas un cerebro con dos hemisferios diferenciados. Es decir, tu cerebro también es dual, y esto (y esta es mi opinión personal) te hace apto para ser diseñador.

“The most exciting breakthroughs of the twenty-first century will not occur because of technology, but because of an expanding concept of what it means to be human.”

(“Los avances más emocionantes del siglo XXI no se producirán gracias a la tecnología, sino a un concepto cada vez más amplio de lo que significa ser humano”)

John Naisbitt

Los dos hemisferios del cerebro tienen diferentes capacidades necesarias para el buen diseño

El hemisferio derecho de tu cerebro forma parte del mundo creativo. Está relacionado con la intuición, la subjetividad, lo tácito. Es capaz de comprender el simbolismo, la discontinuidad, lo no verbal. Puede relacionar conceptos locos, crear alternativas originales e imaginar nuevas realidades.

El hemisferio izquierdo controla la lógica, la racionalidad. Es analítico, objetivo, intelectual y ordenado. Sabe organizar, evaluar, comparar y decidir.

Aunque las nuevas investigaciones muestran indicios de que el modelo de los hemisferios no refleja la realidad neurológica con una gran fidelidad, sí que ilustra que todos tenemos en nosotros las dos polaridades.

Quizá ya te haya convencido de tu capacidad innata para diseñar, de que tienes lo que se necesita. Posees los dos ingredientes principales, pero ¿dónde está la receta?

Cómo ser un mal diseñador para dummies y listos

Todavía no he dado con la receta definitiva de un buen diseñador (quizá no hay una sola), pero sí con la clave para ser uno malo: el ego. Como dice mi compañero Frank (UX narrative), “Always be like Batman, just not when you design. El diseñador nunca debe ser el protagonista”.

Ahora bien, es un verdadero reto superar las demandas de nuestro ego, pero más todavía en el escenario del trabajo. En las empresas el ego ha llegado al trono, y algunos síntomas de ello son la competitividad, el apego a los resultados y el miedo a fracasar o no ser suficiente.

Y la paradoja es que el ego, por mucho que lo intenta, no nos acerca a la perfección; sino que la tensión que impone nos impide fluir hacia la expresión de nuestro talento real, tanto individual como colectivo.

Es como tratar de dormir. Apagas la luz y comienzas a decirte “debo dormirme, porque si no me duermo ya, no descansaré suficiente. Mañana tengo una reunión importante y como no haya dormido bien, me costará mantener la atención. Tengo que conciliar el sueño cuanto antes para estar en mis plenas facultades”. Es probable que comiences a dar vueltas en la cama, con una preocupación creciente, porque el deseo tan fuerte de dormirte es, precisamente, lo que te está inquietando y te impide conciliar el sueño.

En el proceso de diseño ocurre lo mismo: cuanto más tratamos de forzar un resultado fantástico, más se nos escapa entre los dedos.

“What happens at the beginning of any creative process? Nothing! Creativity requires that we create space and wait for something to emerge.”

(“¿Qué ocurre al comienzo de cualquier proceso creativo? ¡Nada! La creatividad requiere que creemos espacio y esperemos a que surja algo.”)

Otto Scharmer

Lo que propongo es relajar el ego con silencio. Silencio como espacio entre sonidos, como soledad entre momentos de compañía, como pausa entre actividades, que nos permita absorbernos en una escucha profunda.

Escucha interior, como un espacio de descubrimiento que permita nacer una autoconsciencia superior. Al son del silencio, nuestros pensamientos y emociones bailan juntos, libres, sin juicio; y el equilibrio entre producción e inspiración se alcanza sin esfuerzo.

Y escucha hacia fuera, como una oportunidad de percepción presente y compartida por el equipo que haga que el proceso de diseño fluya, oscilando entre sus dos polaridades sin necesidad de método fijo.

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Jimena Gonzalez
Idean Spain

Divergent Thinker, I write about Design, Strategy, Beauty, Value & Business. < Work with me at jimenagonzalez.in >