UX y Robótica: los nuevos retos de la interacción

Samuel Medrano
Idean Spain
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7 min readMar 13, 2020

“Por Samuel Medrano, UX & Product Designer en Idean Spain

Ilustración de Almudena Berrocal para Idean Spain

Por circunstancias de la vida, desde hace algunos años estoy implicado en tres proyectos personales que giran en torno al aún poco conocido mundo de la robótica de consumo.

El primer proyecto fue un plan de negocio para una startup de e-commerce especializada en venta y distribución de este tipo de productos (que además fue mi trabajo de fin de máster), el segundo proyecto fue la oportunidad que tuve al haber trabajado para una pequeña empresa llamada Casual Robots y centrándome en el desarrollo de una línea de negocio B2B para este segmento, empresa con la que sigo colaborando de forma activa. El tercer y último proyecto y en el que me encuentro actualmente aprendiendo e investigando, trata sobre la confluencia entre los mundos de UX y robótica.

Robótica de consumo: un sector en auge_

Pero empezaré por el principio: ¿qué es la robótica de consumo? Hace un par de años escribí un artículo titulado Robótica de consumo ¿moda o tendencia real?” en el que describía brevemente la robótica de consumo (también llamada Robótica Personal) como el sector de la robótica que incluye robots domésticos (limpieza, mascotas, entretenimiento o de ayuda en el hogar), la robótica educativa y la robótica de servicios personales y de negocio (seguridad, médicos, asistencia…).

Como apunte, a día de hoy hablamos de la robótica de consumo como un sector con un volumen de ventas más pequeño que el de la robótica industrial y automatización. Sin embargo, en su conjunto es el segmento más amplio respecto al número de fabricantes, además de ser el que tiene mejores proyecciones de crecimiento para los próximos años. Sólo en 2019 se vendieron más de veintidós millones de unidades, generando unas ventas de cuatro mil setecientos millones de dólares y con unas estimaciones de triplicar el volumen en los próximos tres años.

Gráficas de elaboración propia basada en Executive Summary World Robotics 2019 Service Robots

La robótica de consumo abarca por lo tanto muchos sectores y nichos de mercado, cada uno con múltiples problemáticas y objetivos. Pero si nos centramos en las soluciones, podemos simplificar en tres grandes áreas o necesidades a cubrir en los próximos años: asistencia, ayuda y accesibilidad.

¿Por qué ahora?_

Si bien la robótica de consumo se encuentra en una fase de semilla en muchos ámbitos, también tenemos algunos ejemplos con una penetración más que notable en el mercado.

¿Te suena la empresa i-Robot Corp?, ¿y si te digo que es la empresa que lanzó en 2002 el robot-aspiradora Roomba? Seguro que sí, pero… ¿sabías que i-Robot fue una empresa que nació en el MIT dedicada inicialmente al sector militar y de seguridad, desarrollando prototipos para el ejército de los Estados Unidos? Uno de sus productos “estrella” fue el Packbot, un robot desactivador de bombas que se hizo famoso por intervenir en la zona cero del World Trade Center después del 11-S y del que el ejército español posee algunas unidades.

Pero lo que “casi” nadie sabe es que esta empresa empezó a desarrollar un prototipo para conducción autónoma (SUGV) y que ha evolucionado hasta nuestros días al coche autónomo (que asociamos siempre con la empresa Tesla).

Quizá lo más impactante del caso de i-Robot es cómo una empresa con una orientación a un mercado puede aprovechar el conocimiento adquirido en I+D+i y triunfar en otro sector en el que inicialmente ni se había planteado participar: la limpieza del hogar.

Ejemplos hay muchos, ya que la robótica de consumo lleva mucho más tiempo con nosotros de lo que muchos piensan, si bien hay dos grandes cambios que van a impulsar este sector en un breve espacio de tiempo:

El primero es la entrada de un gran competidor como China en el mercado dominado históricamente por EE.UU. y Japón (en Europa la empresa francesa Aldebaran Robotics, desarrolladora del humanoide Nao, pertenece desde 2017 a la nipona SoftBank), con un abaratamiento de costes de producción que harán mucho más accesibles estos productos al mercado de consumo.

El segundo es el avance de la IA aplicada a los chatbots y la computación en la nube, ya que hasta hace muy poco, si bien las unidades tenían una mejor o peor conexión a internet, toda la programación se tenía que realizar en cada unidad, lo que limitaba enormemente la forma de trabajar y testar.

Además de otras mejoras como la duración de las baterías o la capacidad de incorporar hardware y software desarrollados en otras plataformas como NFC, iBeacon, faceId, fotogrametría de entorno, realidad aumentada, etc. Y que permiten por ejemplo el uso de biometría, reconocimiento facial o autonomía móvil mediante escaneo de entorno.

UX y la robótica_

Llegados a este punto entramos en el apasionante mundo de la experiencia de usuario y el diseño de producto… ¿Cuál es el reto para nuestro sector?

Imagina todas las aplicaciones que hemos podido incluir en nuestros móviles gracias a la pantalla táctil, la cámara, el micrófono, el gps, conexiones bluetooth, wifi, nfc, acelerómetros y sensores biométricos… Pero hay cosas que un móvil no puede hacer:

  1. Un móvil no se mueve, no me puede seguir ni acompañar a las personas.
  2. Un móvil solo tiene una superficie plana con la que comunicarse mediante gestos (el reconocimiento facial y chatbots incorporados han de activarse primero mediante el interfaz).
  3. Un móvil no puede realizar acciones físicas (como abrir una puerta).
  4. Un móvil tiene una limitación de peso y tamaño.
  5. Y sobre todo, un móvil no es empático, no transmite emociones, y tampoco nos permite comunicarnos con él de forma natural (salvo a través de una pantalla plana).

Ahora piensa las opciones que podríamos tener si rompemos estas barreras, principalmente físicas, y el abanico de posibilidades en el mundo de la experiencia de usuario y la interacción.

En 2017 tuve la suerte de trabajar en un proyecto en fase de prototipo con el que realizamos un interesante test de usuario con clientes reales. El reto vino de la mano de Iberia. Contactaron con nosotros para pedirnos ayuda para poder integrar un robot en la zona VIP de la T4 satélite del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid.

El objetivo era colocar un robot que fuera capaz de proporcionar al usuario información de los servicios de la terminal, pero yendo un poco más allá:

  • Cuando llega el viajero es capaz de leer un código QR que le proporcionará información del vuelo y del usuario.
  • Con la información del usuario podremos saber el idioma.
  • El robot le saludará en su idioma (inicialmente 4 ampliable a 20).
  • Le sugerirá los servicios de la sala VIP y dará acceso a ellos.
  • Le informará de hora y puerta del embarque.
  • Le informará de meteorología en destino, tiempo de vuelo y hora de llegada.
  • Le informará de ofertas promocionales en la terminal.
  • Le proporcionará información de incidencias que se puedan producir en tiempo real.
  • Le acompañará hasta las zonas sugeridas si el usuario lo pide.

Como veis el reto fue “sencillo”… elegimos una unidad (en realidad dos, por backup) algo “básica” pero robusta, el modelo Promobot v1 de fabricación rusa. Nos permitía cubrir las necesidades del cliente y además incorporaba reconocimiento gestual, 8 idiomas, pantalla táctil de gran formato y kinética en impresora (sugiere hacerte una foto y te la imprime).

Tuvimos el robot operativo más de tres meses. Si bien finalmente por costes y demás el proyecto se quedó en un punto muerto, aprendimos mucho sobre el comportamiento de los usuarios, y es que el ser humano tiende a simplificar, a eliminar las barreras cognitivas gracias a la posibilidad de empatizar con una máquina que sea parecida a nosotros mismos.

Imagen de Promobot en un evento en la Ciudad Financiera de Santander en 2018
Promobot en un evento en la Ciudad Financiera de Santander en 2018

Quizá este es el gran reto que tenemos por delante, el ir pensando en cómo podemos ayudar a las personas y mejorar su día a día en el ámbito del hogar, del trabajo… gracias a las posibilidades de trabajar en un framework que sale del “canvas” y el “artboard”, que se mueve, anda y reacciona con el mundo físico.

En Casual Robots hay un robot que ayuda a la gente mayor a no estar sola, habla con ellos gracias un chatbot incorporado, les recuerda a las personas la dosis y horarios de sus pastillas, si detecta por ejemplo un movimiento de caída brusca es capaz de llamar a un servicio de emergencia o a un familiar, realiza videoconferencias, vigila zonas de acceso de la vivienda, proyecta sobre casi cualquier superficie… Pero sobre todo, acompaña a esa persona que se siente sola como lo podría hacer una mascota pero sin requerir la atención y cuidados de la misma (por ejemplo si detecta que tiene batería baja se auto-recarga en su base). Y esto, esto es solo el principio.

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