La libreta
Cómo posponer trabajos, ideas y proyectos puede ayudar a largo plazo.
Libretas con anotaciones al margen, dibujos, cosas que buscar, anotaciones sobre una conferencia, un seminario. Una frase que ha dicho un profesor, un jefe y que te ha hecho gracia; una película que te han recomendado y que ha salido por un tema que discutiste con un amigo; un videoclip que has visto en la MTV y del que quieres buscar quién es el director, o simplemente una canción que has escuchado en la radio y que te ha gustado.
Nunca he tirado ninguna de las libretas y cuadernos que me han acompañado en varias épocas de mi vida, son “recuerdos físicos”, elementos que puedes almacenar y que no se “formatearán”, no se borrarán ni serán irrecuperables.
Al abrir uno de esos recuerdos del pasado, revives la época, la gente que conociste, los sueños que tuviste… conectas con tu antiguo “yo” que las circunstancias, el tiempo, el contexto ha ido cambiando. Es un nexo, un hilo de plata que te une con el pasado, una promesa de retomar un viejo proyecto, o cerrarlo, porque ya no tiene sentido, o modificarlo, porque tu experiencia ha modificado aquella semilla que un día plantaste y dejaste germinar a su suerte y ahora vuelves y ves que ha crecido y se ha transfomado: creíste que plantabas un naranjo, y cuando vuelves a verlo descubres un limonero o igual no tiene nada que ver y es una higuera.
La tecnología ha hecho que la forma de apuntar, de tener libretas y generar ideas para retomarlas después ya no sea a través de un soporte físico en la mayoría de los casos.
Una vez tuve un buen número de ideas a desarrollar en una carpeta de mi disco duro, hasta que éste dejó de funcionar y todas ellas desaparecieron, es por ello que siempre me acompaña la clásica libreta formato A6 y un bolígrafo (guardada junto con las llaves, para que esté lista siempre al salir de casa).
Sin embargo, la tecnología está cambiando la forma de almacenar que hasta ahora tenía: la nube y la copia ilimitada de las anotaciones en la nube, accesible en cualquier momento, sin peligro de que pueda ser borrado, en cualquier lugar hace que me fíe un poco más del formato digital.
No obstante, me seguirá acompañando bolígrafo y cuaderno, por mucho que avance la tecnología.
