Los verdaderos desafíos para empresas de la transformación digital
Esta es una lista parcial de los desafíos de transformación digital que suceden en las empresas. En otras palabras, los retos que las empresas enfrentan, cuando hablamos de ese tipo de transformación.
(Para realizar esta lista he cruzado mi experiencia, feedback de clientes, conversaciones con colegas y equipo así como los resultados del trabajo que hemos hecho en IG en los últimos años).
“Por qué”
Si no se ha definido un “por qué” claro y contundente, la transformación digital en las empresas no tendrá lugar. Ese “por qué” debería ir enlazado a objetivos empresariales financieros. De lo contrario, lo único que lograrás es perseguir herramientas, plataformas y tecnologías. Los objetivos empresariales van emparejados con los KPIs.
Encuentra y entiende tú “por qué”, encuentra qué métricas harán que la transformación digital funcione — y lo más importante — ,encuentra qué es lo que ese delta significa en términos de beneficios económicos que sumará a la empresa.
Visión de empresa, no de futuro
La mayoría de los fracasos al transformar digitalmente empresas ocurren porque nos centramos en donde se dirige el mundo (AI, automatización, AR, etc…). Sin embargo, tendríamos que estar enfocados en contar con una visión que determine cómo la empresa va a funcionar en un futuro. Esto es parecido a elegir las tácticas antes de diseñar la estrategia. No va a funcionar. Lo único que hacen, muchas de las empresas de hoy en día, es perseguir modas como un asno que persigue una zanahoria. Cuando lo que se necesita hacer es invertir en la siguiente operación de la empresa.
El vacío de talento
Hay mucha energía positiva, ilusión, pasión y motivación; también hay presupuesto (en ocasiones) y deseo de adoptar la transformación digital en la empresa, hasta ahí todo bien, no obstante muchas veces en las empresas falta ese talento necesario para hacer que la transformación suceda.
Ese talento empieza arriba, del todo, y va bajando hasta los puestos de ejecución. No es sobre disponer del talento para que el trabajo esté hecho, sino poseer estructuras empresariales que permitan, faciliten y potencien que ese trabajo esté hecho. La empresa tiene que primar ese tipo de talento y despejar el camino para que puedan desarrollar su cometido.
La transformación digital en empresas no es solo tecnología
Esto es diferente a vacío de talento. Cuando la transformación digital se sustenta solo en la tecnología, nunca habrá un respiro para descender este departamento e integrarse para unificar toda la empresa. Si los departamentos de marketing, operaciones, ventas, dirección no forman parte de esta transformación del negocio toda iniciativa será fútil. Este proceso debe ser tratado con el mismo respeto que se trata la integración de un ERP, por lo menos.
Marca primero, cliente después
Esto, aunque pueda generar controversia, es cierto en el núcleo de lo que significa la transformación digital en empresas. Estamos hablando de una estrategia de negocio y teología que sucede de forma interna. Se lleva a cabo para estar seguros de que la empresa está un paso (por lo menos) por delante del cliente. Se implementa para estar seguros de que la propia marca usa la misma “tecnología” (al menos) que el cliente usa a diario. Aún así, no es suficiente. Esto solo es una fase beta. El objetivo final de esta transformación tiene un imperativo final: qué es lo que nuestro cliente quiere, necesita y usa, y cómo nosotros respondemos a eso.
De nada sirve si la transformación digital en empresas no tiene un entendimiento profundo de cómo mejorar la vida del cliente. Sí, debería ser más eficiencia pero eso va junto a una mejor experiencia de cliente. Por ello necesitas conocer a tu audiencia interna y externa.
Data, data, data, no siempre
Lo más complejo llega aquí. Muy poca información. Demasiada información. Demasiada información en demasiados sitios. Hacer que la información funcione. Hacer que la información funcione al unísono. Y esto sigue y sigue. Las empresas no usan su información más allá de las métricas vanidosas que poseen. Ni tampoco las miran desde el retrovisor. Para que una empresa sea digital, la misma organización debe entender, optimizar y usar su información para producir mejores resultados.
La inversión en tecnología
Las empresas piensan que comprar tecnología es cómo comprar una casa. La tecnología no se revaloriza con el tiempo. La tecnología no se puede ver como una inversión a largo plazo. Date cuenta de qué tan rápido hemos pasado de servidores a servicios en la nube. El mundo de la tecnología está cambiando y se mueve a más velocidad que nunca ( de hecho estoy empezando a dejar de creer en la Ley de Moore). Mientras se tenga la siguiente ideología, la transformación digital nunca se dará en una empresa: “no podemos invertir en tecnología (software, APP, sitio web, etc.), ya invertimos 250.000 euros en la otra herramienta hace tres años”. Esto puede ser algo duro para las empresas pero la tecnología antigua y los sistemas viejos, tienen un efecto negativo en la habilidad que una empresa puede tener para resistir lo que venga mañana.
Artículo original de Isra García.
