El revuelo por el rediseño de I❤️NY: más que sólo diseño

Alicia Martínez
Igeneris
5 min readMar 29, 2023

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Los cambios son complicados. Sin importar el contexto. Pero cuando hablamos de diseños icónicos, esos que sentimos como de toda la vida, todavía se complica más. El valor de un logo que perdura décadas, es fácilmente reconocible y que provoca una respuesta emocional en cualquiera, no tiene precio, y cada vez que uno de estos iconos es revisitado (por el motivo que sea) se forma un revuelo.

El último en pasar por este cambio y por esta agitación ha sido el icónico diseño de Milton Glaser: I❤️NY. La semana pasada, el New York Times anunciaba la nueva identidad en su portada: WE❤️NYC. Y aunque el mensaje sea similar al original, las formas son muy distintas: una tipografía sin serifa inspirada en el metro de Nueva York, un corazón con volumen y un sistema de diseño basado en emojis para ejemplificar las mil caras de la ciudad.

Diseño original por Milton Galser y rediseño realizado por Founders Agency.

Un icono de casi 50 años

En 1976, cuando la ciudad de Nueva York estaba al borde de la bancarrota y plagada de delincuencia, pobreza y violencia, el diseñador Milton Glaser diseñó la nueva imagen de la ciudad de forma gratuita. Una carta de amor a Nueva York y todo lo que esta representa. Así, los neoyorquinos tomaron este elemento como símbolo de identidad y permanencia, llegando incluso a convertirse en un símbolo de comunidad y solidaridad como sucedió en el 11S.

Teniendo en cuenta todo esto, ¿por qué cambiarlo? El objetivo principal era realizar una campaña de movilización para revitalizar la ciudad después de la pandemia, haciendo uso del WE para remarcar el sentido de comunidad de una ciudad que se mantuvo unida durante una época dura para la ciudadanía.

Como respuesta a esta noticia, muchas personas han dado su opinión sobre dónde está el fallo en este rediseño. A nivel formal, algunos indican que la construcción de la propuesta no es correcta y los pesos de los elementos bailan, mientras otros hablan de que la modificación del corazón a uno con volumen rompe con la esencia de la identidad original. Sin embargo, hay algo en común en todos estos discursos: todos hablan del trabajo de Glaser como algo icónico. Un símbolo histórico de la ciudad y del diseño.

La identidad creada por Glaser se convirtió en la imagen icónica de la ciudad, estampada en camisetas, gorras y demás merchandising.

Ahora más que nunca, volvemos a la tradición

Vivimos en un mundo en constante cambio y constantes avances. Sin ir más allá, hace unos meses mucha gente asociaba la inteligencia artificial a la ciencia ficción y ahora aquí está, en tu navegador en el día a día. En reacción al acelerado mundo digital en el que vivimos, donde estamos bombardeados constantemente por estímulos digitales y tendencias que nacen y mueren en apenas días, buscamos esa sensación de arraigo y estabilidad, un descanso.

El mayor ejemplo de este interés por volver a la tradición, a la historia y la autenticidad es la Generación Z. En TikTok, los vídeos sobre ganchillo (crochet) suman más de 15 billones de visualizaciones; la estética cottagecore, un estilo que celebra lo rústico y la conexión de la naturaleza reúne miles seguidores a través de múltiples plataformas y el resurgir de la fotografía analógica ha llevado a Kodak de la casi extinción de sus carretes a duplicar ventas en nada de tiempo.

El ganchillo es la última obsesión de la Generación Z, inundando las redes con sus creaciones.

Las grandes marcas se dan cuenta

Hace unos años comenzó una tendencia por querer modernizar y digitalizar identidades de grandes marcas, buscando la simplicidad en las formas para su reproducción. Para ello, optaban por tipografías simples sin serifa y se desprendían de iconos u otros elementos. Los críticos de este movimiento lo bautizaron como blanding (bland branding), hablando de cómo el propósito del branding es la diferenciación y crear una historia para las marcas.

The point is differentiation; by definition, that’s what branding is. Which is precisely why I’m so baffled by the current epidemic of what I call blanding — branding designed not to stand out at all, but to blend in. With results that are, in a word, bland.
Thierry Brunfaut en Base Design

En respuesta a este mal nombre, muchas marcas han retrocedido en sus acciones, queriendo huir del blanding y buscando retomar sus formas tradicionales, la última de ellas siendo Burberry.

Buscando digitalizar su marca Burberry presentó un rediseño en 2018 (en medio) y en 2023 presentó el nuevo diseño recuperando un carácter más tradicional (derecha).

La búsqueda de significado

Todavía es pronto para saber qué va a pasar con la nueva identidad de Nueva York: ¿calará finalmente en la ciudad? ¿Volverán al logo original tan conocido y tan importante para la comunidad? Es difícil de saber.

Lo que está claro es que en un mundo con tantos estímulos, con tanto avance y tantos cambios, ahora queremos bajar el ritmo y cultivar las experiencias de otra forma. Día a día, buscamos formas de desconectar y reconectar con el mundo físico que conocemos de siempre.

En mi grupo cercano, algunos se han aficionado a la fotografía analógica, una amiga ha empezado a hacer pendientes de forma artesana y, en Navidad, me sumé a la moda del ganchillo (crochet). Y tú, ¿haces algo para bajar el ritmo y reconectar?

Foto analógica del mercado de Valencia, pendientes hechos por @maquipendientes y la funda que me apañé estas Navidades :)

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