La vida y las startups, según Manuela
Cómo aplicar sin sentimentalismos aquello de ‘Mira la vida con los ojos de un niño’
El apasionante mundo de las ventures está rodeado de un misticismo mágico. Parece como si los emprendedores y las startups aparecieran de la nada, levantaran millones en venture capital y se convirtieran en unicornios, copando todas las portadas y convirtiéndose en Forbes 30 under 30 de la noche a la mañana.
Cerca de ser criaturas míticas (como los unicornios) están las personas con una vida familiar y laboral exitosa. Siempre me ha parecido complejo, desequilibrante y básicamente una hazaña digna del mejor malabarista ser padre en este loco y acelerado mundo. Pero, como suele pasar a al vivir la experiencia en primera persona, desde que he sido madre he aprendido todas las cosas buenas que te aporta un hijo. Hace un año y medio tuve una hija (Manuela) que me ha enseñado a replantearme y reaprender todo. Entre otras cosas, Manuela me ha descubierto que la vida personal y familiar puede ser un juego de suma positiva: observar a mi hija simplemente ‘ser’ ha desbloqueado una valiente simpleza, que he aprendido a incorporar en el desarrollo de nuevas ventures en Igeneris.
¿Cómo crearía Manuela una startup?
I. Stay curious
Manuela aprende algo nuevo todos los días, se asombra con algo diferente a cada momento. ¿Eres consciente de tus prejuicios y capaz de quitártelos?
Qué ofrece tu startup: más allá de lo obvio (y de tu ombligo). Henry Ford es famoso por aquello de “Si le hubiera preguntado a la gente que querían, me hubiera dicho que caballos más rápidos”. Si Amancio Ortega se hubiera contentado con lo que ya conocía, ahora mismo Zara sería una tiendina de batas en Arteixo, y no uno de los mayores imperios de retail del mundo. Mr Ford y el Sr Ortega comparten la curiosidad vital por entender las necesidades de su consumidor, y adelantarse a lo qué necesita.
A la hora de lanzar una venture, es fundamental comprender que el mercado target de un producto o servicio va más allá de tus propios gustos y preferencias. Spoiler alert: no eres la única persona en este mundo. De la misma forma, siempre desconfiar de creer que ya conoces la verdad absoluta.
Tener la inquietud de ir un paso más allá y de redescubrir tu entorno, como base para poder entender y resolver problemas de la forma más creativa y efectiva posible.
II. Stay interesting
Manuela pierde el interés en ti si le aburres (tan duro como suena). ¿Eres capaz de transmitir ilusión con tu propuesta de valor?
Cómo lo ofrece: llegando a tu cliente de forma efectiva. ¿Qué tienen en común empresas como Campofrío y Apple? Ambos tienen una comunicación que gira entorno a una historia en la que su público objetivo se siente (o se quiere sentir) identificado, creando vínculos emocionales empresa-cliente que perduran en el tiempo. No olvidemos que vivimos en una era digital donde el intervalo medio de atención de un ser humano es menor al de un pez. Hay que ser contundentes para mantener al interlocutor en vilo tras esos preciados segundos de conexión inicial.
Tu cliente potencial tiene que conocerte, entenderte y emocionarse contigo. Supongamos que ya has sido capaz de descubrir una necesidad y resolverla mediante un producto que aporte valor. Si no eres capaz de transmitir el potencial de tu solución a tu mercado target y comunicarlo de forma efectiva, es como si no existieras.
III. Stay uncomfortable
Manuela tiene la capacidad de levantarse sin saber si se va a volver a caer. Una y otra vez, durante meses, hasta que consigue juntar dos pasos, tres, cuatro…y ¡bingo: andar! ¿Recuerdas la última vez que confiaste tanto en un proceso, sin conocer de forma cierta su desenlace?
Para qué lo ofrece: “Enamórate del problema, no de la solución”. Factorial HR es un gran ejemplo de ello: partieron de un problema básico para las Pymes (resolver las nóminas de sus empleados) y siguieron enamorados de la gestión de recursos humanos en el mid market, hasta convertirse en el más reciente unicornio español. Steve Jobs se obsesionó de tal manera con su visión de un Mac ‘insanely great’ que obligaba a sus ingenieros a rediseñar circuitos internos por el simple hecho de que los consideraba visualmente poco atractivos.
Enamorarse del problema significa aceptar vivir en la incertidumbre y confiar en que estás avanzando en la dirección correcta, sin buscar resultados cortoplacistas. ¿Cuándo? Siempre: desde el momento inicial, donde te falta por descubrir todo, hasta que has alcanzado tu product-market fit y estás listo para escalar… Mantener el foco en resolver el problema que te obsesiona es lo que va a permitir que tu venture crezca y, aún más importante, que seas capaz de matar aquellas soluciones que no tienen sentido a tiempo.
IV. Stay humble
Manuela mira al mundo con ojos despiertos, y siempre tiene tiempo para todo el mundo. Con esa utopía de sonrisa perenne, transmite alegría y te transforma el día. ¿Quién es el MVP de tu equipo, siempre capaz de darle la vuelta al día más terrible?
Last but not least, por qué tu startup tendrá éxito: el equipo. ‘No man is an island’: sin un equipo que se muera de ganas por trabajar contigo y aprender de ti, tu venture no tiene futuro — da igual como de bueno sea tu producto.
Hace poco, una mujer a la que admiro y que está teniendo una trayectoria profesional brutal me dijo que una de las claves de su éxito había sido mantenerse humilde. Algo tan simple como ser buena persona, y crear un ambiente donde la gente se sienta cómoda, le ha ayudado a construir una de las empresas financieras de referencia en Europa. (Por cierto, y para las mujeres con síndrome de impostor, hacer equipo es algo que a nosotras en general se nos da mejor, y que no valoramos lo suficiente).
Hemos caído en la trampa de creer que más siempre es mejor, que ser gente muuuy ocupada y muuuy acelerada es fantástico, y que eso nos permite dejar de tratar bien a nuestros equipos.
En un mundo cada vez más complejo, no hay nada como volver al origen. Redescubrir nuestro entorno para encontrar soluciones creativamente simples a problemas que nunca antes nos habíamos planteado, porque nunca antes los habíamos visto.
Como lo haría Manuela.
