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Tomás Bobillo Hernández
Igeneris
Published in
5 min readNov 2, 2021

Aprendiendo de la inculturación de los Jesuitas del siglo XVI

¿Conocéis Emov, la empresa de carsharing? Sí, los cochecitos eléctricos de Madrid. En concreto los morados. Se trata de un proyecto que realizó Igeneris hace unos años y del cual seguimos muy orgullosos.

Mi jefe, que estuvo en aquella época implicado en todo el proceso desde tener la idea de crear un carsharing freefloating hasta conseguir los vehículos y ponerlos a rodar, lo utiliza habitualmente como ejemplo para explicar lo que hacemos en Igeneris.

Sin embargo, cuando viene a México, contar este proyecto no surte el mismo efecto que en España. Y eso que le pone entusiasmo como nadie. Aquí su discurso:

¿Cómo funciona Emov? Coges el móvil, abres la app y por tu ubicación te indica los coches disponibles. Reservas el coche que te interese y tienes 20 minutos para cogerlo. Abres el coche con tu propio móvil y te puedes mover a donde quieras de Madrid. Lo aparcas, cierras con el móvil, y te llega la información de tu viaje y el cobro a la app.

El problema es que el cliente puede que escuche esto:

¿Cómo funciona Emov? FO**** el móvil, abres la app y por tu ubicación te indica los coches disponibles. Reservas el coche que te interese y tienes 20 minutos para FO****LO. Abres el coche con tu propio móvil y te puedes mover a donde quieras de Madrid. Lo aparcas, cierras con el móvil, y te llega la información de tu viaje y el cobro a la app.

coger
Del lat. colligĕre ‘recoger, reunir’.
1.tr. Asir, agarrar o tomar algo o a alguien. U. t. c. prnl.
31. intr. vulg. Am. Cen., Arg., Bol., Méx., Par., R. Dom., Ur. y Ven. Realizar el acto sexual.

Vale, tampoco es eso. Ha entendido que emov es un servicio para alquilar coches por Madrid. Es probable que le haya parecido interesante y quiera hacer preguntas sobre ello. Pero en ningún momento ha dejado de pensar: estas personas que me están contando este proyecto son extranjeras. Y la forma de que no lo piense, es contándole esto:

¿Cómo funciona Emov? AGARRAS el CELULAR, abres la app y por tu UBICACIÓN te indica los AUTOS disponibles. Reservas el AUTO que te interese y tienes 20 minutos para TOMARLO. Abres el coche con tu propio móvil y te puedes mover a donde quieras de Madrid. Lo ESTACIONAS, cierras con el CELULAR, y te llega la información de tu viaje y el cobro a la app.

De las dos maneras se entiende. Sí. Pero de esta, la atención se centra en el contenido, y no en la forma. El oyente siente que está con alguien que puede entender sus necesidades y puede convertirse en un futuro socio. Y por supuesto, todo esto mejora cuando le dices.

De todos modos, a Emov no le vemos sentido aquí en CDMX. La gente no rentaría un auto por minutos teniendo en cuenta el precio de Uber y la flexibilidad que te da. Y esto sin tener en cuenta la seguridad de los propios autos cuando se quedan estacionados. Creemos que la movilidad urbana está cambiando, pero eso no significa que el futuro sea igual en todas partes.

¿Y cómo se hace esto? Pasando por un proceso de inculturación.

inculturación
Del ingl. inculturation.
1. f. Proceso de integración de un individuo o grupo en la cultura y en la sociedad con las que entra en contacto.

Os voy a presentar a Matteo Ricci. Si me dicen que tengo que abrir una empresa en otro país, le contrataría a él sin duda. Una pena que no esté buscando trabajo según su perfil de Linkedin.

También fue la persona que puso de moda cruzar los brazos en las fotos de trabajo

Matteo Ricci nació en Macerata, Italia, en 1552. Estudió en el colegio de jesuitas de su ciudad y con 19 años entró al noviciado de la Compañía de Jesús. En su proceso de formación estudió humanidades en Florencia y ciencias en Roma. En 1578, respondiendo a su vocación de misionero, se marcha a Goa junto con otros compañeros jesuitas. Pasó varios años en la India, donde fue ordenado sacerdote y su ruta continuó por Macao, donde comenzó a estudiar chino. [Primer aprendizaje: romper barreras de comunicación]

En 1583 obtuvo junto a otro compañero jesuita permiso para residir en Zhaoquing. En este lugar adoptó el nombre de Li Madou y comenzó a despertar el interés de los ciudadanos chinos, que se acercaban a él para aprender de geografía en torno a un gran mapa que colgaba de su residencia, así como otros inventos y piezas de arte europeas.

Cuando apenas llevaban 6 años en Zhaoquing, el nuevo gobernador los invitó a trasladarse a otra ciudad y consiguieron permiso para comprarse una casa en Shaozhou. Comenzaron también a vestir con los ropajes de los monjes budistas. [Segundo aprendizaje: mimetizarse con el entorno]

Ricci comenzó a formar a ciudadanos chinos en astronomía, matemáticas, etc. En esta etapa, Ricci y sus compañeros se dieron cuenta de que sus ropajes budistas les posicionaban en un estrato social inferior y limitaba el acceso a las personas influyentes. Por ello decidieron empezar a vestirse como los letrados confucianos y se dejaron crecer el pelo y barba.

En esta época escribió su primer libro en Chino y fue invitado a conocer al emperador en Pekín. Tras ser expulsado, volvió a ser invitado y acabó viviendo en la residencia de diplomáticos extranjeros. Allí escribió el catecismo “Tianzhu shiyi”, que sirvió para las primeras conversiones.

Los expertos reconocen que una de las claves para la gran acogida de las enseñanzas de Ricci fueron las analogías que hizo con el confuncianismo, budismo y daoísmo, las tres enseñanzas que convivían en China en aquella época [Tercer aprendizaje: aprende del pasado del lector/oyente y háblale de situaciones que reconoce]

En las décadas y siglos posteriores, el número de católicos en China siguió aumentando, a través de la lectura de las obras de Mateo Ricci y de todos los misioneros que le siguieron.

Si has tenido la oportunidad de vivir en el extranjero, seguro que te sientes identificado con algunas de estas situaciones, y si estás cerca de vivirla, te recomiendo que te fijes en todos los que lo han hecho desde Mateo Ricci e intentes aprender de ellos.

Hablando de mi experiencia, en los dos años que he vivido en México, me he encontrado numerosas situaciones como las que les he descrito al inicio del artículo. Desde que empecé a inculturizarme y seguí los aprendizajes de Mateo Ricci & co, he tenido la oportunidad de conectar mucho mejor con los mexicanos. Al igual que los misioneros tenían como KPI el número de católicos, en mi caso este trabajo se ha traducido en un crecimiento en proyectos y con ello nuevos productos y servicios innovadores que hemos empezado a lanzar en México.

Independientemente de los resultados, tengo claro que ha merecido la pena empaparse de esta maravillosa cultura e intentar vivir como uno más.

#está-cañón-lo-de-inculturizarse

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