Mantener el equilibrio durante el proceso creativo

Mariano Morera
Igeneris
Published in
7 min readMar 9, 2022

Mientras pensaba cuál sería el tema sobre el que escribiría mi primer artículo en Igeneris, he de reconocer que me sentí provocado por el reto de estar a la altura de los artículos anteriores, y ser capaz de transmitir una idea interesante a los suscriptores. Reflexioné sobre qué podía contar, alejado del puro sentido técnico, por lo que revisé cuáles eran mis influencias recientes y escribí algunas notas. Aunque pronto el desafío volvió a asolarme.

Fue entonces cuando, en un momento de abstracción, pude conectar una serie de ideas que me ayudasen a escribir un post equilibrado. Entre ellas recordé unas palabras del maestro Escohotado, que nos dejaría a final del año pasado, en las que decía que no debemos temer acceder a las fuentes primarias de la verdad, ni acercarnos a personalidades como Aristóteles o Da Vinci para saber, por lo que en este artículo he decidido acercarme al mismo Escohotado junto con otros autores.

Inteligir

El extracto del texto del filósofo Español que me inspiró a comenzar a escribir dicta lo siguiente: “…cuando pensamos en la inteligencia, es habitual imaginarnos un depósito de datos con una capacidad coordinadora más o menos feliz. Sin embargo, parece que la condición para entender, para inteligir, es estar abierto.’

Definición de ‘inteligir’ por la RAE.

Estar abierto consiste en eliminar el prejuicio para ser capaces de experimentar por nosotros mismos, dado que la experiencia en primera persona es insustituible. El desarrollo de esta idea, en busca de un equilibrio entre reforzar las competencias con seguridad y mantenernos abiertos para enfrentarnos a lo desconocido, es algo que trato de grabar en mi trabajo cuando me enfrento a nuevos retos que conllevan un proceso creativo o de resolución de problema complejo.

En este artículo voy a destacar algunos aspectos en favor de la virtud en el equilibrio entre un pensamiento crítico y creativo, por lo que espero resulte una lectura interesante para los lectores que se enfrenten a este tipo de retos en su día a día.

(Des)Enfocar

El trabajo de la profesora Barbara Oakley sobre el proceso de aprendizaje ligado a la neurociencia, me parece que construye muy bien sobre esta idea. Según esta tesis, a grandes rasgos existen dos mecanismos en nuestro cerebro al enfrentamos a un reto de aprendizaje:

  • Focus mode: tiempo de atención que emplea una parte del cerebro específica.
  • Diffuse mode: tiempo de relajación en el que no empleamos un área del cerebro concreta.

Para entender mejor los modos, la profesora Oakley recurre a un juego llamado pinball. Imagina que las mesas de pinball son como tu cerebro y los bloques pueden estar más cerca o más separados dependiendo de la mesa. Cuando los bloques están juntos, la bola rebota rápidamente en una pequeña área antes de quedarse sin energía y caer.

Continuando con el ejemplo, imagina que tu bola mental deja un rastro cuando se desplaza: este es tu modo de concentración. Estos rastros se establecen cuando aprendes algo por primera vez y empiezas a practicarlo.

El modo difuso es diferente porque los bloques están más separados. La bola de pensamiento se desplaza más ampliamente por la mesa, golpeando menos bloques.

Si queremos tener un pensamiento híbrido tenemos que practicar ambos. El problema es que el cerebro sólo puede estar en un modo en un momento concreto por lo que debemos aprender a alternarlos.

Si esto nos suena todavía a chino, quizás la siguiente ilustración, de la estudiante Lu Terceiro del curso que imparte la profesora Oakley en la UC San Diego ‘Learning how to learn’, nos puede ayudar a diferenciar entre los dos modelos.

Esquema elaborado por Lu Terceiro

Entender cómo funciona nuestro cerebro o la inteligencia en general no es algo que tengamos presente en nuestro día a día. Incluso para aquellas tareas de cierta complejidad, como cuadrar el presupuesto de un proyecto para una propuesta con carácter urgente, podemos seguir un proceso algo más lineal.

En líneas generales, cuando nos enfrentamos a una tarea del sobre algo que conocemos lo podríamos simplificar la ecuación de la siguiente manera:

  • Realizar un diagnóstico.
  • Trazar un plan.
  • Ejecutarlo.

Ahora, si el reto al que nos enfrentamos requiere de un proceso de aprendizaje o creativo, debemos utilizar una combinación con de ambos modelos para sacar el máximo partido. Esto significa balancear estar abiertos y aprovechar nuestras competencias.

Idear

Muchas de las tareas a las que nos enfrentamos en nuestro día a día se podrían resolver con mucho del focus mode. Ahora, ¿qué sucede cuando nuestra tarea requiere de una ideación?

El término idea tiene su origen etimológico en Grecia con un signigicado de ‘apariencia’ o ‘forma’. Actualmente se asocia con una representación mental de algo.

Definición de ‘idea’ por la RAE.

Para llegar a estas ‘formas’ necesitamos un enfoque híbrido que nos permita alternar ambos modelos ya que esa ‘apariencia’ puede ser algo completamente nuevo. La profesora Oakley lo ejemplifica de la siguiente manera en su charla de TEDx Oakland University a través de uno de los artistas más icónicos del siglo pasado: Dalí.

Según la profesora, cuando el pintor español estaba bloqueado con una creación solía sentarse en una silla frente al lienzo sujetando unas llaves en la mano mientras se relajaba hasta el punto de quedarse casi dormido. Llegado ese punto, las llaves se caerían despertando al pintor que pasaría del diffuse mode en la silla al focus mode en el lienzo de un salto.

Un ejemplo de este tipo de personalidades en el sector industrial sería Thomas Edison, famoso inventor y empresario por diversas creaciones en el campo de la energía y las comunicaciones, así como conocido por alternar su trabajo con este tipo de “descansos”. Una característica común de ambos es que construyeron decenas de creaciones por lo que es importante resaltar el equilibrio entre ambos lados de la balanza para tender a innovaciones creativas y eficientes.

Construir ideas

Otro ejemplo del equilibrio que exige el proceso creativo es un enfoque utilizado en marcos de trabajo de diseño como ‘double diamond’, o el conocido Design Thinking. Tal y como explica Tim Brown, CEO de IDEO, para tener éxito en los procesos de diseño centrado en las personas necesitamos de dos enfoques:

Imágen representativa de designthinking.ideo.com

Cuando trabajamos en contextos de creación, normalmente disponemos de una batería de insights o hallazgos que obtenemos investigando el mercado, la competencia, las tendencias, patrones de los usuarios, y que utilizamos como recursos para construir nuevas ideas. Creamos opciones en forma de dogmas, palancas de negocio, y otras verticales que se nos ocurran; y en modo convergente para agrupar las oportunidades y profundizar en aquellas más relevantes. Como vemos, este proceso también requiere de un trabajo en equilibrio para obtener resultados.

Probablemente el quid de la cuestión sea entender que, aunque nos enfrentemos a retos de los que disponemos una amplia base de conocimiento o casos de uso en los que inspirarnos, incluso existan soluciones de mercado que parece que se ajustan a las necesidades que tenemos, el proceso creativo no deja de ser una novedad para nosotros y con él todo el aprendizaje y experimentación que conlleva.

La responsabilidad de nuestras ideas

La responsabilidad de generar buenas ideas es de uno mismo, y ésta debe empujarnos a perseguir un balance entre nuestro pensamiento crítico y creativo. Del mismo modo que tenemos en cuenta aspectos éticos a la hora de diseñar tecnología, por ejemplo, este tipo de ángulos no deberían pasar desapercibidos cuando ideamos nuevos modelos de negocio o soluciones digitales.

‘El pensador’ de Auguste Rodin

Otra idea que comparten Escohotado y Oakley en sus discursos sobre este tema es la figura de la pereza y la procrastinación respectivamente. Según ellos, ésta nos impide conseguir resultados porque nos aleja básicamente del principio de hacer, y perdemos la oportunidad de la recompensa por el trabajo realizado, como mínimo.

Ahora, ¿cómo mantener nuestro motor creativo en nuestro día a día?, ¿cómo ser responsables con nuestras ideas?, ¿cómo superar la pereza? Este artículo no pretende desvelar ninguna clave mágica sino aportar literatura al tema de las ideas a la par que una lectura entretenida, por lo que si la opción de Dalí no te convence existen otras muchas técnicas para mejorar tanto la concentración como la creatividad. Existe algo parecido que los americanos llaman mindfullnes y lleva milenios practicándose en regiones de Asia como la meditación, aunque también podemos practicar nuestro deporte favorito, tocar música, leer, o tener reuniones mientras paseas como hacía Steve Jobs.

En conclusión, no existen atajos a la hora de buscar nuestro equilibrio, la verdad de las cosas, o idear nuevos conceptos creativos y eficientes, sino principios en los que guiarnos y confiar en el proceso. Cuando diseñamos negocios o soluciones digitales, gestionamos una coctelera de técnicas, aprendizajes, y experiencia previa que debemos balancear con un enfoque abierto y sin prejucios que nos permitan dejar espacio a la más pura creatividad, hayá donde habita la genuinidad y la serendipia.

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Mariano Morera
Igeneris
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A natural problem-solver with experience & attitude towards thinking and building digital products or solutions from scratch