Una guía de cómo compartimos el Evangelio

Eduardo Escobar
Iglesia Presbiteriana Vida
7 min readJul 17, 2017

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Cómo iglesia queremos ser una comunidad centrada en el Evangelio, presente en la ciudad para la gloria de Dios. Nuestra misión es vivir y transmitir el Evangelio con toda persona en toda la vida. ¿Cómo lo hacemos? Aquí nuestro Camino a casa, una guía de cómo compartimos el evangelio.

Advertencia: esta no es una formula mágica aplicable a todo contexto, es el resultado de la reflexión del Evangelio y nuestra ciudad.

Siete fases

Este no es un método de evangelismo personal. Más bien es una guía (no rígida) de como somos y hacemos discipulos.

El Camino a casa está conformado por siete fases: calle, patio, recepción, sala, comedor, recámara y cocina. Cada etapa no debe ser vista como actividades, sino como el estado espiritual de la persona. Estas siete fases no son necesariamente cronológicas y en ocasiones pueden darse simultaneamente, pero cada una de ellas constituye un paso importante en la conversión y crecimiento.

A través del Camino a casa podemos ver dónde estamos en nuestro proceso de maduración y cuál es el siguiente paso. También nos sirve para compartir el Evangelio a un no creyente, a un cristiano estancado e incluisve a cristianos maduros.

Esta es una guía flexible, es una ídea básica del crecimiento en el Evangelio que puede variar entre personas, pero nos ayuda a tener una noción de la ruta deseada.

TESTIMONIO: CALLE, PATIO Y RECEPCIÓN

La imagen del Camino a casa es el recorrido que realiza una persona desde la calle hasta la cocina. Comenzamos por la calle (1) en la cuál nos encontramos con todos los vecinos de la ciudad. Continuamos con el patio (2) en el cual está el asador para tener reuniones sociales, comer y celebrar juntos. Y justo antes de entrar de lleno a la casa, nos hallamos con una pequeña recepción (3) en la cuál hacemos la transición de afuera hacia adentro.

En estas primeras tres fases nos encargamos de dar testimonio del Evangelio. En la calle damos a conocer que existimos. En el patio hacemos saber quienes somos. Y en la recepción compartimos qué creemos. Comenzamos testificando.

Qué es la calle

La calle es el estado espritual sin conocimiento del Evangelio ni de la existencia de la verdadera iglesia cristiana.

Quiénes están en la calle

Todo vecino de la ciudad. Cada persona que desconoce no sólo el evangelio, sino la existencia de la iglesia local.

Qué hacemos en la calle

Vivimos y actuamos centrados en el Evangelio en la vida diaria y los ministerios de misericordia a la ciudad.

Qué sigue

¡Conócenos! Somos una comunidad que ama, ora y sirve a la ciudad.

Qué es el patio

El patio es el estado espiritual sin el conocimiento explícito del Evangelio pero con el conocimiento de la existencia de la iglesia.

Quiénes están en el patio

Toda persona que tenga una relación significativa con un cristiano.

Qué hacemos en el patio

Nos damos a conocer compartiendo la mesa.

Qué sigue

¡Comamos juntos! Aquí hay más personas interesadas en compartir su vida contigo.

Qué es la recepción

La recepción es el estado espiritual en el que la persona comienza a escuchar y entender el Evangelio, para ser llamado a arrepentimiento y fe.

Quiénes están en la recepción

Todo amigo de la Iglesia Presbiteriana Vida interesado en escuchar el Evangelio.

Qué hacemos en la recepción

Abrimos la Biblia, la leemos, explicamos, le hacemos preguntas, respondemos dudas, conversamos e invitamos a arrepentimiento y fe.

Qué sigue

¡Leamos la Biblia! Queremos escucharte, compartir y responder tus dudas.

ADORACIÓN: SALA

¡Hemos entrado en la casa! Hasta antes de este punto ya no estabamos en la calle, pero aún no entrabamos a la casa. En nuestro Camino a casa, entramos y pasamos a la sala (4), lugar en el que nos reunimos como familia.

En esta cuarta fase queremos adorar y convivir con el Padre: escuchamos su palabra y respondemos a su grandeza.

Qué es la sala

La sala es el estado espiritual en el que la persona ha nacido de nuevo y adora a Dios.

Quiénes están en la sala

Todo aquel que reconoce que es pecador y confía en Cristo para justicia.

Qué hacemos en la sala

Amamos y adoramos a Dios con nuestra vida diaria y cada semana en el culto público.

Qué sigue

¡Adoremos juntos! Cada domingo te esperamos para celebrar la gracia que hemos recibido.

EDIFICACIÓN: COMEDOR, RECÁMARA Y COCINA

La sala está dentro de la casa pero es un lugar público. Muchos visitantes se sienten cómodos en ella pero tarde o temprano se van. Una cosa es entrar al espacio público de la casa, otra es pertenecer en la íntimidad. En nuestro Camino a casa, avanzamos al comedor (5) dónde nos sentamos a la mesa para comer juntos. Descansamos en nuestra recámara (6), porque pertenecemos a este hogar. E inclusive entramos hasta la cocina (7)para ayudar a preparar los alimentos de todos, inclusive los que están en la calle.

En estas tres últimas fases edificamos. En el comedor crecemos en nuestras relaciones como comunidad del Evangelio. En la recámara maduramos en el compromiso con la comunidad cristiana. Y por último, en la cocina servimos a la iglesia y ciudad.

Qué es el comedor

El comedor es el estado espiritual de crecimiento en la verdad y en comunidad.

Quiénes están en el comedor

Todo cristiano que ha comenzado ha hacer de la Iglesia Presbiteriana Vida algo propio.

Qué hacemos en el comedor

Abrimos la Biblia, oramos juntos, compartimos la mesa y nuestras vidas.

Qué sigue

¡Crezcamos juntos! Únete a un Grupo Vida o Casa Vida, para estudiar, orar y ser comunidad.

Qué es la recámara

El recámara es el estado espiritual en el que el cristiano formaliza su membresía y compromiso con la iglesia.

Quiénes están en la recámara

Todo cristiano que expresa pertenencia a la Iglesia Presbiteriana Vida.

Qué hacemos en la recámara

Compartimos la doctrina básica y visión de la iglesia para bautizar y/o recibir como miembro oficial al creyente.

Qué sigue

¡Sé un miembro oficial! Queremos formalizar nuestra relación para servirte mejor.

Qué es la cocina

La cocina es el estado espiritual en el que el cristiano sirve activamente en la iglesia y en la ciudad.

Quiénes están en la cocina

Todo miembro de la iglesia.

Qué hacemos en la cocina

Desarrollamos dones y talentos, los organizamos y dirigimos para alcanzar nuestra misión.

Qué sigue

¡Trabajemos juntos! Sé parte del staff de la Iglesia Presbiteriana Vida a través de los dones y talentos que Dios te dio.

Lo que está detrás: nuestra filosofía de ministerio

Hay tres cosas que nos apasionan y nos mueven en el Camino a casa: el evangelio, la ciudad y el movimiento.

Amamos el Evangelio bíblico que habla sobre la pecaminosidad humana, la gracia y justicia de Dios expresada en la vida, muerte y resurrección de Jesús. Creemos firmemente que esto es lo único que puede resolver el problema fundamental del ser humano. Por esto lo vivimos y transmitimos con toda persona en toda la vida.

De la misma manera, amamos a la ciudad porque está constituida de personas que, aunque distorsionada, portan la imagen de Dios. Entre ellos Dios llamará a arrepentimiento y fe a muchos para que sean adoptados como hijos de Él. Por esto amamos, oramos y servimos a nuestra ciudad.

Por último, nos apasiona el movimiento de la expansión del Reino de Dios, que ha tenido lugar a lo largo de los siglos y naciones. Queremos ser parte de él, comenzando en nuestra ciudad y llegando hasta dónde Dios nos permita hacerlo. Por esto oramos por las iglesias de nuestra ciudad y queremos plantar más en ella.

¡Adelante!

12No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea *perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. 13Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, 14sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.- Filipenses 3:12–14 NVI

¡Adelante! demos el siguiente paso, nos animemos y no nos detengamos. Hagamos a un lado todo aquello que nos estorba y sigamos avanzando.

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