“Depende” en Arquitectura

Fernando Sclavo
Ingenia, Architectural Journeys
3 min readSep 25, 2021

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“y.. depende”: es una respuesta que como EA (aunque no es exclusividad de los Arquitectos Empresariales) usamos con bastante frecuencia y que no siempre es bien recibida por quién busca una respuesta precisa, ajustada y casi siempre urgente. La frustración de quién necesita despejar su camino para liberar el avance de un proyecto, se compara a la de los arquitectos, que quisiéramos en ese momento dar una respuesta que permita despejar el panorama y habilitar los próximos pasos.
Sin embargo, a lo largo de los años, he notado que muchas de las personas con las que fui trabajando en algún momento, hasta terminaron tomándole cariño a esa posible respuesta y me lo hacían saber adelantando con gracia un “ya se tu respuesta: depende” o bien ajustando la pregunta para evitar esa palabra y así pasar directamente a la siguiente parte de la conversación; y es sobre esta segunda opción que quisiera detenerme porque me parece interesante para que la revisemos juntos.
Cuando analizamos, definimos o simplemente entendemos algo relacionado con arquitectura, ponemos en juego variables que van mas allá de las evidentes. El sistema (en su sentido mas amplio), es siempre mucho mas extenso de lo que aparenta. Así suelen aparecer, aparte de los obvios requerimientos, restricciones, riesgos, plazos y recursos disponibles, cuestiones mas sutiles como ser: capacidades, fricciones, ventanas de oportunidad, aspectos que alteran en forma no evidente el dominio impactado, equipos y personas involucrados, habilitadores necesarios (o deseables) y un largo etcétera que suelen ser los verdaderos responsables del “depende” que emerge en el diálogo.
El proceso de toma de decisión es complejo, como en cualquier otro campo, pero dejemos sus particularidades para otro momento y pensemos en que ese “depende” es en realidad -y bien gestionado-, una puerta que se abre con una oportunidad de oro para que como arquitectos:

  • Podamos tender un puente entre dos necesidades: la de la iniciativa que nuestro interlocutor nos acerca y nuestra responsabilidad de mantener una arquitectura sustentable, que vea mas allá de la necesidad inmediata sin bloquearla o comprometerla. Estas conexiones sirven para mejorar la confianza mutua con las personas, para que cada una comprenda las necesidades del otro y para ir mejorando el tejido “técnica/personas” donde la arquitectura como práctica se desenvuelve.
  • Compartamos y desafiemos nuestro proceso mental (aún nuestros desconocimientos y debilidades) y seamos transparentes y colaborativos en la definición: si la otra persona entiende el porque de la decisión (o aún de la indecisión) y participa de alguna manera en ella, podrá acompañarla mas adecuadamente y al mismo tiempo, estaremos promoviendo la práctica de arquitectura mas allá de los arquitectos, algo que siempre es deseable. Aún mas, esto podría ayudarnos a identificar puntos ciegos que nos acerquen a una mejor definición.
  • Promovamos un ambiente que nos facilite detectar factores de éxito (¡o de fracaso!) no técnicos, que no se vean a simple vista y que suelen ser muchas -muchísimas- veces, los verdaderos protagonistas ocultos en la salud de nuestra arquitectura.
  • Demostremos que hacer arquitectura nada tiene que ver con tomar información y emitir definiciones: tiene que ver con interactuar, con cambiar constantemente el punto de vista, con compartir, desafiar, ajustar constantemente, validar y construir colaborativamente con la participación de todas las personas involucradas.
  • Estimulemos la curiosidad en personas afectas a la arquitectura: ¡hay muchas y debemos acercarlas a lo que hacemos! Nos van a ayudar muchísimo sin importar el lugar desde donde lo hagan.

Análogamente a nuestros hermanos mayores los arquitectos constructores, también tenemos -sin duda alguna- un gran repertorio de aspectos técnicos que forman parte de nuestra práctica, pero también muchas otras cuestiones relacionadas con las personas que interactúan con esa arquitectura, es decir quiénes la definen, quiénes la construyen, quiénes la mantienen y quiénes la usan; por esta razón es importante que transformemos nuestros inevitables “… Depende” en refuerzos constantes de esos últimos aspectos, que nos acerquen a mejores soluciones y que permitan que todas las personas que coincidimos en algún momento en una determinada arquitectura, estemos mas contentos con ella.

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