Venture Capital post COVID-19: tendencias en el entorno emprendedor e inversor
¿Y ahora qué? El ecosistema emprendedor y de inversión no se ha quedado al margen del coronavirus. En los últimos años, a pesar de un contexto de incertidumbre y tensiones político-económicas, se han observado grandes progresos en el Venture Capital tanto a escala nacional como internacional.
Un gran número de nuevos negocios vieron la luz, al tiempo que se llevaron a cabo más operaciones de financiación y de mayor importe, con cada vez más mega-rondas (superiores a 100 millones de euros).
Concretamente, en 2019 las startups españolas captaron un total de 1.208 millones de euros. Se confirmó la solidez y madurez del mercado emprendedor europeo también como fuente de talento y de generación de empleo, y se consiguió reducir la brecha con Silicon Valley, si bien EE.UU. sigue dominando el mercado de Venture Capital (captó más de la mitad de la inversión en 2019).
El COVID-19 es un punto de inflexión que trae consigo cambios para inversores y emprendedores. Desde InnoCells hemos detectado nuevas dinámicas que podrían consolidarse en los próximos meses:
Cambio en el ritmo de la actividad inversora
¿Cómo se adaptarán? En general, se percibe un menor dinamismo en el pool inversor y una mayor aversión al riesgo, aunque con determinados matices en función de la tipología de inversor.
A raíz del coronavirus, se espera que la industria del Venture Capital se vea afectada a escala global, algo que se empezó a percibir en el primer trimestre, particularmente en número de transacciones. Si bien se verá compensado por un gran volumen de dry powder en el mercado (con una concentración de capital en high-conviction deals), muchos inversores quedarán expectantes a la espera de conocer el grado de impacto real de la pandemia.
Conviene destacar que esta reducción de la actividad de inversión, ya sea porque se han paralizado o aplazado algunas rondas en curso y priorizado el cierre de operaciones en marcha, se ha compensado con una mayor actividad de seguimiento y reevaluación del portfolio. Se ha pasado del VC laissez-faire a un VC más implicado: a través de más interacciones y mayor actividad de soporte en fundraising, generación de negocio, etc.
¿Y en el entorno corporativo? En el primer trimestre de 2020 la financiación vía vehículos de inversión corporativa (Corporate Venture Capital) disminuyó respecto a finales de 2019. Se espera que esta tendencia vaya a más y se destine un mayor esfuerzo a garantizar la sostenibilidad del negocio core (control de costes operativos), con una asignación menor de capital para inversiones.
Los Business Angels también estarán menos activos al verse afectado el retorno esperado sobre sus inversiones en bolsa, exposiciones inmobiliarias, etc. En cambio, fruto de los impactos en valoraciones a la baja, pueden empezar a entrar en el terreno de juego inversores menos tradicionales y más orientados a operaciones de carácter distressed.
Estamos ante un cambio de paradigma en el que los VCs podrían ganar poder de negociación por la menor fluidez de capital, un beneficio que hasta ahora tenían los emprendedores.
Sin embargo, no se espera que los inversores alteren sus estrategias de allocation: todavía existe interés por activos alternativos, gracias al buen posicionamiento de los VCs en el ecosistema digital y a su capacidad para aprovechar las curvas crecientes de adopción en la transición del mundo offline al online.
Nuevas dinámicas en los procesos de inversión
El crecimiento de la industria del Venture Capital vino impulsado, en buena parte, por el aumento de la inversión extranjera. En 2019 un 19% de las rondas de financiación en compañías europeas incluyeron un inversor norteamericano. Se prevé que las restricciones de desplazamiento hagan que la inversión Venture Capital transfronteriza disminuya en el segundo y tercer trimestre de 2020.
¿Cómo afectará a las Due Dilligence? Las dificultades para realizarlas presencialmente reducirán buena parte de la actividad extranjera con algunos VCs a favor de un foco más nacional. Si bien podrían llevarse a cabo algunas transacciones, el proceso y los plazos de inversión se alargarán por la necesidad de crear nuevas metodologías y dinámicas de trabajo. Por ejemplo: en las fases más early, aunque los tickets de inversión sean más pequeños, conocer al equipo o visitar las instalaciones de la compañía es un elemento fundamental.
En esta línea, durante los últimos años se ha observado una disminución de la proporción de capital destinada a inversión en fase temprana (Seed). Se espera que este shift se acentúe en los próximos meses y que los inversores apuesten por compañías más establecidas y de mayor madurez.
Con pocas ventanas de salida a bolsa, muchas compañías intentarán levantar rondas puente para obtener financiación mientras duren las turbulencias en el mercado. Es decir, muchas empresas optarán por rondas de importe más pequeño a la ronda deseada que les asegure llegar a la siguiente ronda, sobre todo cuando no se hayan cumplido las métricas esperadas en fases más tempranas (por ejemplo, para pasar de ronda Seed a Serie A).
Parece que el retraso en las salidas a bolsa se podría compensar con fusiones y adquisiciones, impulsadas no tanto por posiciones de caja holgadas, sino por transacciones con un enfoque más defensivo, como la sinergia en costes.
Las startups tendrán que adaptarse a la nueva realidad
En esta nueva etapa, hay una clara necesidad entre los emprendedores de ampliar los rangos de runway — los meses que una empresa puede operar hasta agotar su posición de caja disponible — . Si antes era de 12 meses, ahora la previsión se alargará a los 18–22 meses y, debido a la incertidumbre, habrá más dificultades para realizar estimaciones de planes de negocio. En términos de fundraising, este nuevo contexto puede suponer una oportunidad para que algunos VC entren en compañías en las que en el pasado no pudieron (rondas oversubscribed): los emprendedores podrían volver a retomar contacto de cara a próximas rondas.
Es un momento de cambio de prioridades debido al mayor foco en rentabilidad por parte de los inversores (tiempos para alcanzar breakeven, control del burn-rate, etc.). Las startups apostarán tanto por pivotar sus modelos de negocio como por modificar el alcance de sus roadmaps, con un enfoque menos ambicioso, y pospondrán decisiones estratégicas. Asimismo, la eficiencia del capital cobrará mayor importancia frente al crecimiento, y la remuneración vía equity podría tender a aumentar en un contexto de reducción de salarios.
Por último, en estos últimos meses se ha percibido una mayor confluencia entre sector público y privado. Por un lado, un importante número de startups se han visto empujadas a postular a medidas y paquetes de estímulo de organismos públicos, mientras, por otro lado, la comunidad inversora analiza nuevos escenarios de coinversión (ICO, CDTI, EIB, etc.).
Por nuestra parte, desde InnoCells hemos ofrecido todo el apoyo necesario a las compañías de nuestro portfolio durante los últimos meses. Ya estamos de nuevo activos en el mercado para apoyar a startups de diferentes verticales y llevar a cabo partnerships beneficiosos para ambas partes. Si quieres compartir tu proyecto con nosotros, contáctanos en: investments@innocells.io.