Innovación & Medios: Juan Manuel Cuéllar (Esp.)

Alvaro Liuzzi
Innovación & Medios
8 min readJul 25, 2022

--

Una colección de entrevistas con profesionales de la industria periodística para conocer ideas, sistemas, perfiles y aptitudes que permitan generar procesos de innovación dentro de los medios.

Juan Manuel Cuéllar Bermejo es periodista, escritor, cineasta y fotógrafo. Actualmente, Juan es subdirector del Laboratorio de Innovación Audiovisual de RTVE, un espacio de referencia en habla hispana en experimentación en medios, tendencias y narrativas digitales.

Conversamos con él sobre innovación, tendencias y desafíos para el futuro próximo.

- ¿Cómo podrías definir la innovación en el periodismo? Es decir, qué características debe tener un medio para considerarse innovador.

J.M.C: Cuando hablamos de una organización, como es el caso de un medio de comunicación, cuyo objetivo es obtener una serie de resultados bajo una serie de parámetros de eficiencia y viabilidad, yo diría que ‘ser innovador’ es normalizar la capacidad de crear, detectar, probar, y canalizar hacia la implementación funcional, al menos los siguientes aspectos:

  • Actitudes, formas de pensar y ser receptivos. Capacidad de desactivar el miedo que paraliza a las personas obsoletas, y erradicarlo para convertirlas en personas capaces de crecer y adaptarse. También, desactivar el daño que estas personas obsoletas causan cuando, para protegerse, minan la carrera de quienes sí son capaces de renovarse.
  • Tecnologías. Esto implica, por un lado, detectar lo obsoleto inoperante y lo óptimo novedoso que no solo cubre funciones, sino que las amplía y mejora. Por otro, sistematizar la implementación y el relevo eficaz y normalizado de lo uno por lo otro. Todos sabemos que un iPad es un instrumento innovador, pero más del 90% de los periodistas de televisión en España no sabrían utilizar un iPad pro como única herramienta integral para documentarse, grabar, escribir, locutar, editar y publicar o enviar a la ingesta central un reportaje potente y elaborado de televisión. Esto es técnicamente posible desde hace años, pero profesionales y los propios directivos de los medios lo ignoran, o simplemente, intentan ver si abaratan algo, sin entrar en el desempeño y la excelencia.
  • Desempeño. Lograr normalizar la continuidad de los cambios incorporados y materializar, más allá de lo utópico y la fantasía, los beneficios de estos cambios; que esto repercuta en la productividad y que la productividad repercuta en beneficios, pero también en calidad de vida. ¿Qué más innovador hay, que lograr beneficios crecientes y que los empleados sientan íntimamente que son parte de ese proyecto y que su aportación es parte de su realización personal? En el caso del periodismo, esto es muy importante puesto que es una profesión vocacional y los mecanismos internos de los procesos son muy delicados y con grandes repercusiones. La tentación de precarizar, por un lado, y ser instrumento ideológico, por otro, es muy intensa. En España, por ejemplo, todavía es muy innovador e inédito ser periodista de un medio privado y que tu medio te pague decentemente por trabajos que no se perciban como “relleno” irrelevante. Otro ejemplo: El uso apropiado de dispositivos móviles en medios españoles es inexistente salvo casos muy puntuales. Es una fuente de excelencia, pero no ha pasado de resultados burdos y de oportunidad para precarizar. Entender esto es ser verdaderamente innovador, no aparentarlo.
  • Efectividad. La innovación pretendida puede ser un pasaporte para estar en el escaparate, pero es inútil porque consume energía y recursos que no se emplean en producir. La innovación verdadera, se revela en el incremento de la efectividad, en la optimización de resultados y de la gestión del tiempo, en la calidad de vida de los empleados y en la satisfacción de sus profesionales cuando se sienten realizados.
  • Directivos capacitados y apropiados. Estas personas no solo impulsan los cambios, también velan por su normalización y dan amparo a quienes afrontan la incertidumbre de determinadas etapas de testeo y descubrimiento. Deben tener capacitación y méritos reales, no ser el fruto del tráfico de influencias y que sus méritos sean humo de cara a la galería. El personal directivo, puede ser el verdadero motor y corazón, o un cáncer que malversa y consume los recursos de la empresa y la motivación de los empleados. En el periodismo, esto es especialmente cruento, por el amiguismo y el grado de ignorancia que con frecuencia imperan.
  • Conectividad 100% y plataformas de trabajo compartido. Todo debe estar accesible y conectado. Por 5G, por wifi, por VPN, como sea. Y capacidad de alojamiento en la nube para trabajar sin servidumbres físicas o geográficas.
  • Profesionales bien pagados. Aquellos que implementen y diversifiquen, que sean multidisciplinares, que multipliquen y ahorren a la empresa, deben ganar más. Si esto no se hace, no habrá innovación real, ni ganas ni apoyo, solo percepción de precariedad y desmotivación. Si el medio no sabe ganar dinero para pagar a su gente… es que trabaja mal y sus directivos son incompetentes.

- ¿Cuáles son los mayores desafíos al impulsar procesos de innovación dentro de una redacción?

J.M.C:

  • El adecuado equilibrio entre el sentido común y la curiosidad, es demasiado dependiente de la fantasía. Esto puede ocasionar gastos inútiles y desviar el propósito profesional.
  • La canalización de la ilusión, la vocación y la implicación.
  • Gestionar la inefable incapacidad e ignorancia que tienen los periodistas hacia la tecnología.
  • Generar hábitos y flujos de trabajo nuevos. Hacer entender. El periodista, cuando alcanza cierta edad, tiende a cronificar los hábitos y los modos de trabajar. Del mismo modo, tiende a etiquetar como “correctos” e “incorrectos” determinados criterios y a añorar los “viejos tiempos” cuando eran jóvenes y entonces “sí que se hacían bien las cosas y se trabajaba bien”. Les cuesta aceptar los raudos cambios que el mundo real experimenta y descuidan su obligación de entender estos cambios y evitar que sus relatos y su forma de contar queden obsoletos.
  • Acertar con la elección de equipamientos y flujos de trabajo y que los resultados no solo se vean y satisfagan… también tienen que seducir a los profesionales que deben adoptarlos.
  • Normalizar la producción y promover con sentido y criterio que las facciones opositoras a los cambios no dediquen su vida a torpedear a quienes avanzan en la innovación.
  • Normalizar un teletrabajo eficaz y una conciencia de los recursos en la nube.

- En los últimos años has sido parte de diferentes medios formando periodistas en habilidades digitales. ¿Cómo ha sido intentar romper con los flujos y rutinas tradicionales allí?

J.M.C: Romper con los flujos y rutinas en una profesión tan conservadora (aferrada a sus costumbres) como el periodismo en la gente más mayor, es difícil. Pero descubrir el pulso de ilusión que una profesión, a su vez, tan luminosa como el periodismo, en los profesionales jóvenes y en un porcentaje de periodistas más avanzados, es maravilloso. En mis desempeños de formador, he encontrado ambas cosas con intensidad. Convencer a los primeros es complicado. Llegan a los hábitos por la automatización y no por la comprensión. Disfrutar viendo cómo los segundos amplían y descubren sus caminos, me ha deparado momentos impagables. Debo decir que, con el tiempo, esa luz y el deseo de participar de ese disfrute singular. ha espoleado a los más reticentes y se han abierto a crecer. Eso ha sido una sorpresa. En definitiva, creo que la clave para romper con los flujos es sembrar el apetito y la certeza de que algo muy bueno, para quien tiene vocación fuerte, está al alcance de la mano. Para obtenerlo, solo hay que capacitarse y crecer.

- La innovación dentro de los medios de comunicación requiere nuevos perfiles profesionales. ¿Cuáles creés que serán los más requeridos en el futuro cercano?

J.M.C:

  • Periodistas capacitados para usar tecnología
  • Periodistas capacitados en el uso integral del lenguaje audiovisual, capaces de usar cámaras y sistemas de edición. Profesionales completamente dueños del lenguaje audiovisual y del proceso de elaboración del mismo. Esto antes era inviable tecnológicamente, ahora no. Es mejor tener dos periodistas bien pagados y bien capacitados tecnológicamente (además del dominio intelectual de contenidos) que tener un periodista y un “escriba”. Los primero suman, los segundos ofrecen más diversidad de debilidades.
  • Diseñadores y desarrolladores web. Al igual que sucedía con la edición de vídeo y la captación hace años, hoy el prototipado sí es una actividad específica que requiere buenos profesionales bien capacitados. Plasmar contenidos interactivos no es sencillo y sin estos profesionales no es posible.
  • Documentalistas y gestores de bases de datos.
  • Periodistas de Datos.
  • Personal de mantenimiento informático.
  • Profesionales multidisciplinares contenidos/visual/tecnología.
  • Desempeños en torno al VR / AR /3D /Universo Meta.
  • Periodistas verificadores de fuentes abiertas. El caudal de imágenes que produce la población mundial con sus móviles, es infinito. No debe despreciarse, sino filtrarse. Esto no es fácil, detectar qué es contrastado y usable y qué no. Por ejemplo, hay contenido imbatible procedente de Telegram en la guerra de Ucrania. Una vez contrastado, las agencias lo incorporan y lo venden. ¿Por qué no puede sistematizarse esto? Están disponibles y se evitaría de este modo el uso inapropiado que algunos medios hacen de estas imágenes sin curar, por pura comodidad y falta de profesionalidad.

- ¿Podrías citar algunas herramientas de diseño, desarrollo y producción de contenidos que consideres innovadoras en la actualidad? ¿Qué medio a nivel nacional o internacional podrías destacar como realmente innovador?

J.M.C: Considero muy innovador, normalizar y capacitar apropiadamente para el uso de dispositivos móviles. No por el dispositivo en sí, pueden ser otros equipamientos portátiles que den alta calidad. Es por la evolución que experimenta el ejercicio profesional del periodista que puede trabajar sin limitaciones técnicas y su mente se concentra en contenidos sin constricciones ni obstáculos. Más allá del hecho de usar este o aquel dispositivo, está el salto que experimenta la mente al operar en un paisaje abierto, definido solo por las aspiraciones, no por los límites.

También, es muy innovador e inédito el desarrollo y adecuado control de una sintaxis para el ámbito VR / 360 / 3D, por el simple hecho de la irrupción y una subjetividad aplastante, que deja sin utilidad el uso de elementos como la elipsis, crucial en el lenguaje, y sintaxis audiovisual convencionales. La elipsis cataliza el ritmo, el tempo, colorea lo intangible en el leguaje audiovisual convencional. Esto es importante. ¿En qué términos se traduce esto en el universo VR que avanza por el horizonte?

La capacitación en software de edición medianamente avanzado, también es crítica. Quien no la domina, es un periodista audiovisual discapacitado. Si lo trasladáramos al lenguaje escrito, sería como adquirir capacidad para usar mejores verbos, adverbios y adjetivos, para multiplicar la paleta de sustantivos, y completar con preposiciones, artículos y con interjecciones. En lenguaje escrito, esto sería innegociable. Si eres tú el que edita, tienes el control sobre la sutileza de esos elementos y no tienes que traducir tu universo interior. Esto, a la larga, aquilata mucho el discurso y normaliza la valentía a la hora de dar calidad a lenguajes, audiovisual, visual y sonoro, en evolución vertiginosa.


Y repito… plataformas de trabajo compartido. Todo debe estar accesible y conectado. Por 5G, por wifi, por VPN, como sea. Y capacidad de alojamiento en la nube, para trabajar sin servidumbres físicas o geográficas.

Como medios, mencionaría… los que ya sabemos… NYT, AJ+ (Al Jazeera), BBC, DW, y similares… añadiría Visual Capitalist, el ya desaparecido “Great Big Story”.

--

--

Alvaro Liuzzi
Innovación & Medios

Periodista | Consultor en Medios y Proyectos Digitales | Profesor en la UNLP (entre otras) | Editor del newsletter #Redacciones5G