Humanamente Roto.

Porque estoy hecho pedazos

Joe Álvarez
Inquebrantablemente Roto
5 min readApr 11, 2020

--

Creo que hace algún tiempo había escrito en este blog algo que se llamaba “¿Inquebrantablemente qué?” y en esa parte creo que expuse un poco de una filosofía de vida que ha nacido a lo largo de los últimos 5 años; tiempo de muchos cambios, de muchos retos, de muchas oportunidades y uno que otro obstáculo.

Han sido años de dejar mucho y de cambiar muchísimas actitudes, costumbres, manías. Han sido años de transformación, dolor, lágrimas. Han sido años de soledad pero de mucha compañía también.

Y este año 2020 fue un año de propuestas. Me propuse ser más constante con este blog (sí, se que no he cumplido hasta la fecha) más que todo, por dejar en algún lado notas de lo que nadie quiere hablar, un poco de lo que he aprendido, de mis retos y de lo que Dios me ha hablado, pero también lo hago lo hago porque necesito sanar mucho y el poder tener un lugar donde escribir me libera, y espero que estas palabras puedan servirte a vos también.

Aclarado lo anterior, parte de mi filosofía es “Humanamente roto”, ¿qué significa? Bueno, trataré de explicarlo.

Pues creo que no puedo explicar como me siento en este momento, no hay día en el que me haya sentido más extraño, melancólico, afligido, solo. En este momento no tengo la más mínima idea de cómo procesar las emociones y pues, precisamente me siento frente a mi computadora, una taza de café a mi derecha y empiezo a escribir algo. No tengo la más mínima idea de que va a surgir, pero sé que algo tiene que salir; algo que de aliento, que traiga vida y que deje muchas dificultades, fracasos, situaciones de quiebre atrás.

Humanamente rotos así estamos, no sé podría decir mejor.

Humanamente roto significa que en mi humanidad no hay absolutamente nada que yo pueda hacer para perfeccionarme, no hay absolutamente nada que yo pueda hacer para juntar cada pedazo de mí tirado en el piso, no hay nada que pueda hacer para armarme.

Simplemente se cayó el espejo, se cayó la máscara y quede desnudo. El espejo que me hacía ver lo que yo quería ver día tras día, simplemente se vino al suelo y los cristales volaron y se hicieron añicos. Ofuscado y preocupado salí corriendo a recoger cada pieza en el suelo y cuando llegué me vi, vi un reflejo fracturado.

Estaba literalmente hecho miles de piezas en el suelo, y había una imagen no una completa, pero una imagen destrozada. Tratando de recoger las piezas con mis propias manos me corté, me dolió… Seguí intentado armar ese rompecabezas, ese espejo y llegó un punto en el que comprendí que no valía la pena tanto esfuerzo y dolor por construir una imagen que nunca estaría perfecta.

Aún si con esta imagen empezamos a vernos, probablemente tendremos piezas de otras personas, de otras cosas y muy probablemente esas piezas no calcen entre sí, llega un punto en el se forma una pseudoimagen en la que no tenemos una identidad, un reflejo que ha sido tan distorsionada y uno que por llegar a hacer las piezas calzar vamos a seguir rompiendo una y otra vez, quitando y poniendo piezas, hiriéndonos con cada una de ellas.

Humanamente roto significa que soy tan frágil como un jarrón de cerámica, ni siquiera puedo sostenerme a mí mismo en el lugar que yo considero seguro porque en el momento en el que yo creo tener la máxima estabilidad, pasa un niño corriendo y con el mínimo movimiento caigo al suelo un tras un simple sonido me quiebro en mil pedazos. Pero algo que me gusta esta fragilidad es que sólo hay un lugar seguro y a este punto de mi historia creo que he aprendido que Jesús es ese lugar seguro.

Humanamente roto para mí significa despertar todos los días sabiendo que necesito ayuda para poder salir y estar firme ante el mundo. Pero también significa llegar a mi apartamento todos los días en la noche y reconocer que sólo hay alguien que me puede mantener unido, completo, pleno. Sólo hay alguien que me puede dar forma; identidad.

Humanamente roto significa no estar completo, tener carencias, significa que mis pensamientos no son los mejores, que mis intenciones no son correctas muchas veces. Humanamente roto significa aceptar que estoy despedazado, pero que hay alguien que me pueda dar un valor, que me puede armar, que me puede completar. Humanamente roto significa que yo no puedo juntar mis pedazos, pero que alguien lo puede hacer y no para armar algo sino simplemente para desecharlos, tirarlos en un horno cada uno de ellos y de ahí hacer barro para formar una vasija nueva. Una vasija que no esté rota una vasija completa.

En japón hay una técnica muy famosa para reparar vasijas llamada Kintsugi y esta consiste en unir las piezas con resina y polvo de oro, creando una obra de arte llena de fracturas. Pero te puedo asegurar, que el Maestro no quiere hacer una obra de arte de tus imperfecciones. El quiere hacer una obra de arte completa, una nueva. Una sola pieza.

Yo no sé si eso es lo que vos querés, pero eso es lo que yo anhelo.

Humanamente roto es aceptar mi humanidad y reconocer su divinidad.

La frase y la historia no quedan acá, la frase completa es “Humanamente roto, espiritualmente inquebrantable”. Esa es la lógica detrás de Inquebrantablemente roto.

Solo quiero decirte que si te identificaste con algo bienvenido a la familia, al ser Humanamente rotos aceptamos nuestra debilidad y reconocemos su poder.

Todo esto causó que llegara un día a verme en el espejo, y en él estaba un hombre, un hombre con las manos abiertas para abrazarme, con vendas para cubrir mis heridas, con su luz limpió hasta lo más profundo de mi ser, me aceptó como soy, pero no para dejarme así. Sabés,

DIOS TE AMA TAL COMO SOS, PERO NO TE QUIERE DEJAR TAL Y COMO ESTÁS.

Sí estoy roto, pero él no lo está y al final de la historia del espejo, no importa mi reflejo en él importa el suyo en mí.

¡Gracias por leer el artículo!

De corazón te pido que si ha sido de ayuda para vos, no dudés en compartirlo con tus amigos y familia; y por qué no contarme a mí qué te pareció.

--

--

Joe Álvarez
Inquebrantablemente Roto

Me pueden seguir en Twitter @joh_alvarez y Instagram @joe.alvarez22