Tinta y papel

Joe Álvarez
Inquebrantablemente Roto
4 min readJan 18, 2020

Libreta, lápiz y oremos…

Lo mágico no es el papel, es lo escrito en él.

No importa cuando leas esto, espero que sea un respiro para tu alma.

Inicia un año, uno lleno de metas y nuevos retos. Poco antes de que terminara el año tomé un momento, una taza de café, respiré profundo y simplemente empecé a pensar en qué era aquello que había trascendido en mi vida en el último año. Y creo que llegué a la conclusión: mis devocionales sin duda alguna tuvieron un gran cambio, transformaron mis días y son los que me mantienen en pie día tras día.

Creo que el secreto estuvo cuando de ser algo rutinario y mecánico empezó a ser algo habitual y creativo, dejó de ser algo religioso para ser algo espiritual. En realidad no sé cómo llegamos a convertir algo tan sagrado como la oración en algo tan superficial y extraño de comprender al punto que perdemos el enfoque de lo que puede transformarnos y lo llevamos al plano en el que solo mueve nuestras emociones.

Es ilógico pensar que durante tanto tiempo estuve tan cerrado a la instrucción de las Escrituras solo por el hecho de bloquearme a mí mismo nuevas maneras de relacionarme con ella. Muchas veces siento que hemos hecho de la Biblia algo tan místico que esperamos abrir nuestra Biblia (llena de telarañas muchas veces) y que en ese mismo instante el ambiente cambie, las luces disminuyan y una voz angelical nos diga explícitamente la decisión que debemos tomar, lo malo es que lo que necesitamos no lo consideramos como la voz de Dios.

Sí, así como lo leíste. Lo que necesitamos es ser transformados, es disciplina en buscar su Palabra y hacerla nuestra; tomarla, leerla, meditar en ella y llevarla a la acción en nuestras vidas. Al final, esta es la recomendación que nos da el mismo Padre.

Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas.

Josué 1:8 (NTV)

La Biblia es la voz de Dios, ella fue exhalada por él, cada una de de sus palabras está llena de vida, amor, gracia, misericordia, y podríamos seguir colocando un montón de adjetivos más.

¿Sabés? Todo esto debería estar transformando tu vida día tras día, debería acompañarte al lugar en el que estudiás o trabajás y de esta manera causar un gran cambio en ese lugar. Esto requiere disciplina de tu parte al hacerlo una prioridad en tu rutina diaria, requiere de tu voluntad. No comprendo nuestras palabras cuando decimos que anhelamos un cambio, pero nuestras acciones no reflejan ese deseo. He empezado a comprender que aquellos que realmente buscan un encuentro con Jesús y un cambio en sus vidas, son aquellos que están dispuestos día tras día a buscarle y escucharle.

Dios tiene grandes propósitos para vos, y no tengo idea de si entraste a leer el artículo por curiosidad o si realmente llegaste a él buscando con fervor una nueva manera de tratar de conectarte con él.

De mi parte, te puedo confesar que muchas veces he caminado muy frustrado por querer escuchar la misteriosa voz de Dios olvidando por completo que él me ha llenado de las herramientas para poder conocerle. Y aún más importante, que tengo acceso a su Palabra en mi idioma, que la tengo por escrito y la llevo en mi celular también.

“Qué ingenuo es pensar que Dios no me habla, cuando en realidad soy yo el que no le quiere escuchar.”

Un lápiz y un papel, es todo lo que se necesita (aparte de tu Biblia claro está). Siempre me ha gustado pensar en que cuando compro una libreta, busco siempre la libreta perfecta para escribir en ella. Generalmente ya tengo en mente para que la voy a utilizar. Bueno, pues esos somos nosotros en las manos de Dios, somos una libreta, él ya sabe cuál es nuestro propósito. El problema es que estamos en blanco y tendrá que ser llena, en ese proceso puede que alguien más escriba en ella, puede que sean arrancadas algunas de sus hojas y por qué no incluso manchadas, puede que se escriba algo que no se desea y sea tachado o quitado con corrector, pero sigue estando allí. Hasta que llega él y empieza una nueva página. Empieza a escribir sobre nosotros y cada vez que el lápiz toca el papel duele, hace presión, borra con amor y aunque el proceso pueda parecer doloroso lo que queda marcado ahí vale más que todo el oro y la plata.

Por eso mismo es tan mágico para mí tomar mi libreta, mi lápiz y empezar a escribir todos aquellos pensamientos que estoy teniendo en el momento en el que le estoy escuchando, sus palabras me llenan de vida, me dan aliento, me llenan de amor y de esperanza. Cada vez que tomo la libreta y empiezo a escribir en ella no puedo quitar de mi mente la imagen del Padre escribiendo en mí.

“Cada palabra que yo escribo en mi libreta es para mí una representación de lo que el Padre está escribiendo en mi corazón”

Les puedo asegurar que desde el día en que empecé a escribir mis oraciones, mis dudas, mis peticiones, cada vez que me sentaba con un pasaje y empezaba a transcribirlo estaba siendo escrito en mi corazón, y las Escrituras tomaron vida dentro de mí.

Y si hay algo que deseo dejar en tu corazón es que por favor no cometas el mismo error que yo cometí,

NO LIMITES A DIOS EN TU VIDA POR CREER QUE HAY UNA ÚNICA MANERA DE RELACIONARTE CON ÉL

¡Gracias por leer el artículo!

De corazón te pido que si ha sido de ayuda para vos, no dudés en compartirlo con tus amigos y familia; y por qué no contarme a mí que te pareció.

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Joe Álvarez
Inquebrantablemente Roto

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