De aeropuertos

Los aeropuertos te llevan a crear historias, cada persona que ves pasar es una historia en movimiento.

Ves al frustrado que lo dejo el avión y entonces grita al empleado como si el empleado pudiera regresar la tripulación entera y retrasar los siguientes vuelos, todo está cronometrado, claro, cuando el cliente pide minutos demás, no cuando la aerolínea retrasa sus vuelos.

Lágrimas y abrazos de bienvenida y despedida conmueven aun siendo ajenas; el señor de negocios que me da curiosidad a donde va y porqué, las familias con un montón de niños que me causa angustia que se le desvalague uno de ellos.

Y así cara a cara tratas de adivinar nacionalidades, modas, hábitos, la gran mayoría viendo su celular, conectándose con la distancia y desconectándose del presente, del rededor (como en todos lados).

Gente de hecho duerme. Osea si, ya sé, esperan su conexión o algo pero veo gente en el piso DORMIDA. No coyotito, no cabeceando, no. Dormida.