El poder de la imaginación
Un jardín habita en mi interior
Aromas dulces y amargos a la vez, son los aromas que despiden las flores y la hierba, que están montados a manera de arreglo en un florero de cerámica blanco de formas irregulares, es muy moderno.
Texturas lisas y suaves, otras son gruesas y arrugadas, todas ellas son ramas de hojas que están por todos lados, puedo sentir una rama con diminutas ramitas, creo que es una especie de pino, al frotarlo deja salir su inconfundible aroma, también huele a eucaliptos y frutas, hay unas pequeñas bolitas, mmm ¡huelen a tejocote!
Entre todas esas ramas y hojas hay diferentes flores, rosas con sus suaves pétalos en tonos rosas y naranjas todos son colores pastel, también hay gerberas, esas que parecen girasoles pero son más pequeñas, en colores blancos y rosas, veo algunos tulipanes en color amarillo que aún no están abiertos completamente, caen a lo largo del florero que las contiene.
Cada vez que me acerco a oler las flores cierro mis ojos, es como transportarme a un jardín .
Un amigo me dijo; “un arreglo floral es para verlo, no para escribir de él”, sin embargo lo maravilloso de la escritura y de la lectura es que puedes activar la imaginación, tanto así que apuesto a que si conoces el aroma de las rosas ahora mismo te ha llegado su aroma.
