Confianza y transparencia: una combinación indispensable
¿Qué rol juega la transparencia en la construcción de relaciones de confianza? ¿Y por qué la confianza es tan importante en medio de las complejidades del mundo actual? Durante el desayuno En transición hacia la economía de la confianza, organizado por Kreab y Ethic hace unos días, un grupo de especialistas se dedicaron a reflexionar sobre esas preguntas.
Borja Bergareche, director de Kreab Digital, señaló que en este mundo tan convulso y tan distinto al de hace unos años, la confianza es esencial: se trata de un intangible que se debe trabajar en el ámbito político, empresarial e intergeneracional. “Debemos encontrar soluciones juntos a escala planetaria”, apuntó.
¿Y por qué hay que pensar en la transparencia para afrontar este reto? Silvina Bacigalupo, presidenta de Transparency International España y catedrática de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Madrid, conversó sobre este asunto con María Rubiños, directora de Reputación e Intangibles de Kreab. En primer lugar, apuntó que la transparencia es un principio que se basa en la rendición de cuentas de quien administra intereses públicos y también privados.
En este sentido, existe una doble vertiente: el derecho de los ciudadanos a obtener la información y el deber de los administradores de rendir cuentas. “La confianza se basa en las coordenadas que existan entre los derechos y los deberes en el ámbito de la rendición de cuentas”, apuntó.
Para eso, es indispensable que se puedan entender con claridad los principios rectores y los valores que guían el comportamiento de una institución o persona. Y la mejor manera de comprender esos valores es a través de la información objetiva, contrastada, estructurada y jerarquizada. No basta con volcar la información en la página web. Debe existir acceso a una información que genere valor y, además, debe haber un comportamiento coherente con esos principios y valores. “La política es más que un discurso. La política está en las acciones”, indicó.
Para avanzar, se necesita educación y sensibilización de la ciudadanía, y que, entre otras cosas, haya una mayor conciencia de lo público y una sociedad que esté dispuesta a trascender el éxito individual para construir desde lo colectivo.
María Rubiños señaló que todavía queda mucho camino por recorrer para entender el funcionamiento de la confianza. Citó a Rachel Botsman, quien señala que la confianza es la moneda de la nueva economía. Y aseguró que existe una correlación entre la transparencia y la prosperidad. “Cuando hay transparencia, hay mayor eficiencia”, destacó.
Apuntó que existen razones para mantener el optimismo: en Suecia, por ejemplo, había una administración muy corrupta hace unos años, pero se aplicaron políticas públicas para generar cambios. Ahora Suecia es uno de los seis países en los que se percibe más transparencia, de acuerdo con la más reciente edición de nuestro Índice de Percepción de la Corrupción.
El valor de escuchar
Durante la jornada se desarrolló también una mesa redonda sobre las experiencias y reflexiones de varias instituciones en relación con el diálogo y la escucha activa. Begoña de Benito, directora de Relaciones Externas y RSC de Ecoembes, señaló que la transparencia es fundamental para conocer los roles y responsabilidades de cada interlocutor. A través de ese entendimiento y del conocimiento técnico, se puede construir la confianza.
En el ámbito empresarial, la transparencia es un principio al que cada vez se le presta mayor atención. Borja Lafuente, Head of Sustainability Iberia de Danone, apuntó que los consumidores están cada vez más informados y que demandan transparencia en la información sobre los productos. Un elemento importante en la construcción de la confianza es, además, la reputación que viene de la mano de la responsabilidad y que hay que ganarse a través de la acción. “Es importante que haya una comunicación veraz y transparente para luchar contra los miedos. En todos los ámbitos, también en el sector privado, debemos derribar los muros”, indicó.
En el sector público también hay unos retos importantes en el fomento de la escucha y el diálogo como motor de la confianza. Juana López Pagán, coordinadora de la Comunidad de Práctica de Gobierno Abierto de CGLU y profesora asociada UCM, destacó que se ha hablado mucho del gobierno abierto, aunque muchas veces se desconoce su verdadero significado. Señaló que el gobierno abierto se basa en tres pilares: la transparencia — asociada, por supuesto, a la rendición de cuentas — , la participación ciudadana, y la colaboración y cogestión. Para llevar adelante esta visión, es necesaria la voluntad política. Y para fomentar la confianza, es necesario que las administraciones se abran más, que se trabaje en la “seducción” de los ciudadanos para que participen, y que se establezcan sinergias con la sociedad civil.
Otros actores importantes en la ecuación son los medios de comunicación. Julio Montes, periodista y cofundador del portal Maldita.es, explicó el trabajo de su organización en el fomento de la participación de los lectores. Apuntó que es fundamental recuperar la confianza de la ciudadanía en los medios de comunicación, sobre todo en un mundo en el que parece que se está perdiendo la confianza en las instituciones más tradicionales. Para ganar de nuevo el terreno perdido, señaló que es necesario abrirse más, reconocer las equivocaciones, ser transparentes para crear una comunidad comprometida.
Todas estas reflexiones se deben enfocar, además, desde la Agenda 2030, la hoja de ruta que marca las pautas para hacer cambios profundos en las sociedades de hoy. Federico Buyolo, responsable del Alto Comisionado español para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, señaló que esta es una agenda de valores y una oportunidad para trabajar en alianzas que lleven a la transformación.
