Pactos de Integridad: ¿herramienta poderosa o tigre de papel?

Imagen: Helloquence / Unsplash

El presente artículo es una traducción realizada por el equipo de Transparency International-España. La publicación original, cuya autoría es de Transparency International, se puede encontrar en el siguiente enlace.

Los Pactos de Integridad pueden convertirse en una herramienta realmente útil en la lucha y prevención contra la corrupción, pero su potencial al parecer ha sido sobrevendido o malentendido. Es momento de verificar la realidad.

Sin transparencia y control, el gasto público crea grandes oportunidades para el fraude y la corrupción. Cuando se tienen en cuenta las enormes cantidades que se gastan en la construcción de carreteras, puentes, escuelas, viviendas, agua y muchos otros proyectos de infraestructura, se puede vislumbrar la amenaza potencial del fraude y la corrupción. Para abordar esta amenaza, Transparency International presentó los Pactos de Integridad en los años 90. A partir de esa década, se fueron implementando en todo el mundo, adquiriendo un estatus casi místico en relación con sus poderes para luchar contra la corrupción.

Pero esta reputación, ¿es merecida o engañosa? ¿Tenemos evidencias que nos permitan corroborar una u otra afirmación? A partir de la experiencia en la implementación del Proyecto de Salvaguarda de fondos de la UE en 11 países de la UE, éste será el primero de una serie de artículos en los que profundizaremos en las afirmaciones que circulan acerca de los Pactos de Integridad.

Afirmación Nº 1: Tener un Pacto de Integridad equivale a tener una certificación de que el proceso de contratación está libre de corrupción

Verificación de la realidad: ¡Lamentablemente no!

Cualquiera que suscriba esta afirmación o bien malinterpreta el Pacto de Integridad o está engañando de forma deliberada al público. El Pacto de Integridad puede convertirse en una gran herramienta, pero es importante entender correctamente su función.

Si un Pacto de Integridad es plenamente implementado y cuenta con la cooperación de todas las partes implicadas, puede cumplir un rol significativo en la reducción de posibilidades de corrupción y en el incremento de las posibilidades de su detección.

Así es como se logra…

El Pacto de Integridad trae luz a la contratación pública

En muchos casos, la contratación pública es un proceso que se desarrolla a puertas cerradas. Con grandes cantidades de dinero involucradas, la tentación de burlar el sistema con la intención de obtener un beneficio personal puede ser enorme. Con procesos altamente técnicos y escasa transparencia, existe poco temor a ser descubierto. El Pacto de Integridad introduce un tercero independiente –equipo monitor– que traerá luz a la oscuridad en la que habitualmente están sumidos los procesos de contratación pública. El equipo monitor está obligado a mantener la confidencialidad de toda información a la que accede, pero a la vez tiene libre acceso a toda la información del proceso en cuestión. Tiene, asimismo, el derecho a difundir sus observaciones, creando de esta manera un grado de disuasión.

El Pacto de Integridad puede contribuir a detectar irregularidades antes de que sea demasiado tarde

Tanto los activistas como los periodistas de investigación son capaces de identificar evidencias de actividades sospechosas en la información pública disponible. Esto puede llevar a una investigación más profunda y a la revelación de hechos de corrupción, pero ello sucede cuando ya es demasiado tarde para evitar aquel hecho ilícito o irregular. El Pacto de Integridad es diferente porque actúa en tiempo real. Ello significa que puede intervenir antes de que el hecho haya ocurrido. Está claro que ocurre en una esfera mucho menor al tratarse de solo un contrato, pero implica que los hechos se puedan detectar con antelación.

Por ejemplo, los intentos de ajustar los criterios de selección para otorgar contratos privilegiando a ciertos licitadores, pueden ser detectados a tiempo. Los errores honestos pueden ser detectados y corregidos. En la ciudad de Sybaris, al sur de Italia, los esfuerzos en Pactos de Integridad son percibidos como una inversión y han aumentado la confianza de la población, considerando que mediante el uso de esta herramienta es más factible identificar y revelar hechos ilícitos. Al principio del proyecto, la confianza pública en los Pactos de Integridad era baja, pero ya cerca de la mitad la confianza era alta, considerándolos como una herramienta necesaria.

El Pacto de Integridad contribuye a incrementar la capacidad de las autoridades contratantes y de los contratistas

Los Pactos de Integridad permiten una mayor interacción entre el equipo monitor y las partes firmantes del pacto –la autoridad contratante y el contratista–. Ello hace posible que se discuta acerca de cuestiones relacionadas con la ética, la transparencia y la integridad, y también impulsa el debate en materia de buenas prácticas y formación especializada. Tras dos años de implementación en Calabria, el personal de la autoridad contratante afirmó contar con un conocimiento mucho más completo en materia de canales de denuncias, supervisión ciudadana y utilización de datos abiertos.

Fue similar lo ocurrido en Polonia, donde Joanna Nowak, asesora jurídica de ZUE S.A. –la contratista implicada en el Pacto de Integridad– afirmó que como consecuencia del trabajo realizado con la Fundación Stefan Batory –entidad que se encargó de monitorear el contrato–, implementaron una política de denuncias en la empresa, y que la colaboración les ayudó asimismo a adecuar sus procesos internos a sus valores, fortaleciendo de esta manera su gobernanza corporativa.

El Pacto de Integridad amplía el número de observadores sobre un proceso de contratación pública

Como parte del Pacto de Integridad, el monitor informa tanto al público como a los medios de comunicación acerca del proceso de contratación pública en marcha. De ser posible, el equipo monitor también trabaja para desarrollar la capacidad de la comunidad para implicarse en ese proceso. En Calabria, la ciudadanía consideró que el Pacto de Integridad les proporcionó la oportunidad de implicarse y participar de forma efectiva en los procesos de contratación pública. Ello prueba que promover el acceso a la información estimula la participación ciudadana. Un miembro del equipo monitor afirmó: “Durante años, los ciudadanos percibieron las obras públicas como inútiles y un derroche de dinero…ahora tengo la oportunidad de emitir una opinión acerca de lo que el gobierno está haciendo”.

Puede que los Pactos de Integridad no sean una cura milagrosa. No están diseñados para garantizar la tranquilidad, al pensar que cualquier problema relacionado con el fraude o la corrupción se evaporará.

De hecho, el Pacto de Integridad requiere que todos –desde la sociedad civil hasta el gobierno, pasando por el sector privado y la comunidad en general– demos un paso adelante y desempeñemos el papel que nos corresponde. Todos tenemos el deber de asegurarnos que los fondos públicos estén protegidos y sean invertidos allí donde sean necesarios.

El Pacto de Integridad contribuye a abrir la ventana hacia una contratación pública que ha sido tradicionalmente opaca, ahora es responsabilidad de todos que hagamos entrar la luz.

Este artículo fue redactado con base en el trabajo que se viene realizando bajo el proyecto de Pactos de Integridad, coordinado por Transparency International y 15 socios en 11 países europeos, con financiación de la Comisión Europea. Para más información, puedes ingresar en la página web del proyecto. Si precisas más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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