Crea un toolkit ad hoc para la investigación con usuarixs

Camu Youngerman
Blog de Interactius UX
4 min readApr 12, 2021

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En mi día a día como UX Researcher hago uso de un sinfín de herramientas para llevar a cabo mi labor de investigadora: personas, journeys, mapas de empatía y muchos más. Pero también me he topado con la necesidades de usar herramientas de otras áreas cuando mis tareas cambian: icebreaker, energizers para levantar una actividad, actividades para crear identidad de equipos y muchas otras más.

Esto me hizo percatar de que existen tantos toolkits como problemas querramos resolver. ¿Toolkits para workshops efectivos? Check! ¿Una caja de herramientas que nos permite elegir entre un mar de oportunidades para cada etapa de diseño de un producto o servicio? Enterado. ¿Herramientas para para diseñar futuros? ¡Sí! ¿Cartas como disparadores para la ideación? ¡También! 🎉

Si nos ponemos analizar cada uno de ellos con una obsesión puntillosa, podemos ver que algunas técnicas o actividades se repiten y otras no; que hay respositorios que están pensados para necesidades ultra-específicas, o para necesidades más generales. Que existan tantas variedades hace que inevitablemente en mi cabeza ronden un sinfín de preguntas ¿cómo hago un repositorio a mi medida? ¿Qué debo incorporar a mi repositorio y qué debo dejar afuera?

Tratar de dar una única respuesta a estas inquietudes está fuera de mis posibilidades, pero no teman: les quiero comentar mi estrategia para aunar todas estas en mi DIY toolkit :)

Hágalo usted misma con sus propias manos

“Con un poco de ingenio y mucho amor”. Así decía la cortina de un programa argentino sobre manualidades. Y la letra de esta canción está más vigente que nunca para comenzar con el toolkit.

Es importante hacer la siguiente aclaración: este repositorio de herramientas, es eso, un repositorio. La autoría de las herramientas, y de los toolkits a corresponden a sus respectivxs creadorxs.

Aclarado esto, empecemos!

Paso 1: Surfear la web en búsqueda de toolkits.

En este paso es primordial hacer lo que a Marie Kondo no le gustaría: acumular. Es necesario que nos demos el espacio para buscar qué hay posteado sobre herramientas, pero buscando más allá del formato conocido: hay una plétora de artículos en medium que hablan de herramientas y técnicas. Los artículos de Ana Dorado sobre visualización gráfica son un ejemplo. El deck de triggers para team building son otro recurso potente para sumar.

Les comparto algunos de mis favoritos:

Paso 2: Elegir y registrar.

A la hora de utilizar una herramienta determinada la estamos eligiendo porque hay un problema que queremos resolver. El contexto y los objetivos que buscamos son clave. Tener esto en mente nos ayudará a definir qué herramienta vamos a sumar a nuestro repositorio.

En este punto sugiero sumar alguna plantilla (spredsheets) o página (Notion un solo corazón) para poder registrar las herramientas que van a ir componiendo nuestro repositorio. ¡No olvides de ponerle un nombre a tu repo!

Si usamos Notion, nuestra primer columna tendrá la tarea que tengamos que llevar a cabo. Por ejemplo:

  • Necesidad: Facilitar, Investigar, Sintetizar, Reflexionar.

Luego, las siguientes columnas serán:

  • Nombre de la herramienta: Mapa de empatía
  • El objetivo que tiene: sintetizar de manera clara las emociones / sentimientos de un tipo de usuarix en particular.
  • Materiales / o requerimientos previos: el material de una entrevista.
  • Fuente original: UOC.
  • Registro de aplicaciones: indicar proyecto / actividad, cantidad de participantes, resultado, puntos flojos y puntos de mejora. Ser lo más exhaustivo en este punto.
Un pequeño glympse de como luce mi notion. Está constantemente en work in progress.

Paso 3: Ejecutar e iterar.

Hay que poner en práctica la herramienta y tratar de ser lo más concientes de su uso, pues esto más adelante nos va a permitir completar con detalle ese registro de aplicaciones.

Para poder concretar esto es fundamental preguntarnos:

  1. ¿La entiendo en profundidad o superficialmente? ¿La pude explicar bien?
  2. ¿Cómo funcionó cuando la puse en ejecución?
  3. Si trabajo en equipo: ¿cómo la sienten?

Existen herramientas que pueden ser muy similares a otras. Por lo tanto, es importante que entendamos en profundidad estas diferencias para sacarles el mayor jugo. Pero hay algo más importante aún: no hay que casarse con ninguna.

No siempre es un journey es lo que tenemos que utilizar. Podemos experimentar con storyboards. Por eso es vital que nos demos el espacio para aprender otras herramientas, y por qué no ¡crear las nuestras!

Les confieso que he creado un icebreaker muy sencillo: “Cuéntame algo que te gustaría inventar”. Al scrum-master que se lo compartí le encantó y lo usó varias veces y parece que por ahora divierte mucho.

Si gustan usarlo, les dejo una brevísima explicación.

Para este rompehielos lo importante es presentar la pregunta aclarando que el invento puede ser tan ridículo o serio como quieran.

Luego quien facilita empieza diciendo un ejemplo para arengar al resto, y luego se van escuchando las propuestas del resto, sin orden específico, quien tiene una idea la dispara.

Se pueden indagar un poco más en detalles o razones detrás del invento, para disparar una charla de no más de 30 segundos con cada participante.

Para ir cerrando

Hacer nuestro propio toolkit va a llevar tiempo. Es necesario investigar en profundidad todas las opciones que existen (tanto físicas como digitales), y tener bien en claro cuáles son nuestras necesidades y cuál es el contexto en el que vamos a utilizar la herramienta y que la misma es mutable.
Este proceso es de nunca acabar, pero siempre de afinar.

Espero que les sea de suma utilidad y que si están creando su repositorio, o tienen la idea por ahí rondando, me lo cuenten.

Gracias! ♥

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