La visibilidad en el diseño de la interacción
La visibilidad, en el contexto de diseño de interfaces interactivas, se puede definir como la capacidad de un elemento interactivo de ser percibido como tal
La visibilidad es una de las características básicas del diseño de la interacción. Según Donald Norman, junto con las características de affordance y retroalimentación -que trataremos en otros posts-, determinan el modelo conceptual del funcionamiento del producto. Si las tres características están bien resueltas, el usuario construirá un modelo conceptual correcto del funcionamiento del sistema e interactuará de forma intuitiva y sin errores.
La visibilidad, en el contexto de diseño de interfaces interactivas, se puede definir como la capacidad de un elemento interactivo de ser percibido como tal.
Parece una obviedad, pero en ocasiones hasta los mejores diseñadores cometen errores en este sentido: hipertexto que no se percibe a simple vista porque no está subrayado, botones planos que no parecen botones (cuidado con el flat design), formularios con cajas de texto sin bordes o casi invisibles, botones de acción mal situados…
Rediseñando la “Búsqueda avanzada” de Google
Para ejemplicar los efectos que producen los problemas de visibilidad, cabe recordar que Google rediseñó el formulario de búsqueda avanzada porque, entre otras oportunidades de mejora, el botón de búsqueda sufría de escasa visibilidad al encontrarse mal situado.
A continuación se muestra una captura del año 2009, donde podemos ver el botón “Google Search” situado en la primera línea de formulario. Teniendo en cuenta que los usuarios no buscaban el botón de búsqueda hasta que habían recorrido el formulario, pasaba desapercibido, y en ocasiones hacían clic erróneamente en uno de los dos botones “Search” del final del formulario, correspondientes al bloque “Page-Specific Search”.
Llamadme patoso si queréis, pero por esas fechas me sucedió a mí mismo, lo que me llevó a realizar unos test de guerrilla con usuarios, que confirmaron mis sospechas.
En el diseño actual, vemos cómo Google ha corregido este error de diseño ubicando el botón de búsqueda avanzada en la parte inferior.
Este ejemplo me gusta especialmente, ya que ilustra que la visibilidad no depende sólo de aspectos gráficos o de estilo, sino también de otros factores como la situación de los elementos en la página, lo que corresponde más bien a la arquitectura de la información.
Como siempre, otro ejemplo de que lo más obvio no tiene por qué ser fácil de resolver. Y hasta que no hagamos pruebas con usuarios reales de los diseños, no podremos estar seguros de que cumplen sus objetivos estéticos y funcionales correctamente.
