Pon un UXer en tu producción audiovisual
El mundo de la comunicación audiovisual y el del diseño centrado en el usuario están más ligados de lo que en ocasiones parece
El mundo de la comunicación audiovisual y el del diseño centrado en el usuario están más ligados de lo que en ocasiones parece. No se sabe cómo evolucionarán ciertamente en un futuro, pero sí se pueden sostener conjeturas acerca de dicha evolución. Analizando previamente ambos mundos, se aprecia que tienen muchos puntos en común, y otros que podrían serlo.
El proceso de producción audiovisual
El proceso de producción audiovisual está dividido en tres grandes etapas (pre-producción, producción y postproducción):
En primer lugar, la pre-producción representa la fase con más peso, ya que engloba desde el momento en el que nace la idea hasta que empieza la grabación. Es por ello que el proyecto queda totalmente definido en esta fase. Diferentes procesos ayudan a construir el proyecto, como son el brainstorming, la escaleta, el guión literario, el guión técnico y el storyboard (además de elaborar una lista con todas las personas, materiales y medios que son necesarios en cada momento de la grabación).
En cuanto a la producción o rodaje, consiste en poner en práctica todo lo detallado en en la fase anterior. Que haya quedado claro es fundamental para ahorrar tiempo y dinero. Es en este momento, cuando se sumarán diferentes expertos al proyecto, como técnicos de sonido, equipo de cámaras, iluminadores, equipo de dirección artística, decoradores…
Por último, la postproducción concluye el proceso audiovisual, dejando el proyecto listo para ser reproducido y visionado. Las tareas que se realizan en esta fase son las de seleccionar todo el material grabado y obtener el master de grabación a partir del cual se procederá a un proceso de copias.
Los tres procesos son independientes (pueden ser realizados por personas diferentes, empresas diferentes…), pero dependen fuertemente los unos de los otros.
La metodología del diseño centrado en el usuario
Por otro lado, el diseño centrado en el usuario está definido por la Usability Professionals Association como “un enfoque de diseño cuyo proceso está dirigido por información sobre las personas que van a hacer uso del producto”.
El diseño centrado en el usuario consiste en un proceso dirigido a los usuarios, donde la usabilidad del diseño se evalúa a través de diversos test en cada una de las fases:
En primer lugar, se realiza una toma de requerimientos o investigación donde se analiza el contexto del usuario (personas, escenarios, storyboarding) mediante focus group, entrevistas o cuestionarios. Es decir, identificar el target objetivo. Se puede evaluar mediante test remoto, test Eye-tracking, evaluación heurística…
A continuación se realiza una definición o análisis del proyecto, interpretando toda la información encontrada en la fase anterior. Se detallará la interacción entre los usuarios y el sistema, dando sentido a las user stories, así como la creación de prototipos y guiones por los que se guiará el equipo en la siguiente etapa del proceso. El modo de evaluación más corriente en este punto es el walkthrough.
Seguidamente se establece el diseño del proyecto, donde se dará forma a la maqueta gráfica y a la guía de estilo, teniendo listo todas las piezas del puzzle a falta de la interacción entre ellas. Se pueden realizar test Eye-tracking, test A/B o walkthrough para evaluar esta fase.
Finalmente, es en el desarrollo o programación donde se implementa el producto final, listo para el lanzamiento. Test con usuarios, evaluación heurística, test remoto o test Eye-tracking constituyen algunos de los test con los que se puede evaluar esta última etapa que concluye el proceso.
Comparativa y conclusiones
A partir de esta visión general de dichos mundos, se pueden establecer las semejanzas entre ambos procesos como muestra la siguiente imagen:
Todo encaja, pero… ¿y los test?, ¿Qué pasaría si se comenzaran a utilizar en el mundo de la producción audiovisual?
Se podría implementar en dos momentos del ciclo de vida del producto audiovisual, con diferentes finalidades:
Durante el proceso de creación audiovisual
- Cabe la posibilidad de realizar test para determinar y concretar diferentes temas en los que siempre se tienen dudas y sobre los que hay que tomar decisiones importantes que variarán el futuro resultado final. Teniendo en cuenta el target de cada proyecto audiovisual, podrían conseguirse diversas muestras y resultados de tests con los que conformar informes y aplicarlos al proceso. De esta forma, el usuario podría intervenir en el proceso audiovisual desde el nacimiento de la idea, es decir desde la pre-producción, pudiendo ayudar a la toma de decisiones mucho antes de pulsar la tecla “REC”. Es por ello que el target se vería mucho más reflejado, ya que habría formado parte de la fase de pre-producción e investigación y el proceso se mejoraría.
- Sin embargo, el principal problema que podría encontrarse es que esta metodología mejoraría la producción del cine comercial pero no el cine de autor, ya que se contradiría con sus principios.
Posteriormente, para la campaña de promoción en entornos digitales
- Las narrativas interactivas son una realidad en campañas de promoción de películas (y otras producciones audiovisuales). Algunos ejemplos son Star Wars y Spotlight. Si un UXer forma parte de todo el proceso teniendo en cuenta la campaña y la narración interactiva consecuente, la definición y el proceso creativo tendrían en cuenta más factores, como son personas, escenarios de uso, y todo aquello que tiene en cuenta la metodología de diseño centrado en usuario.
Y tú, ¿pondrías un UXer en tu producción audiovisual?
Artículo escrito por Elena Campo
