¿Por qué producir historias digitales interactivas?
Embarquémonos en ese mundo emergente de la narración interactiva desde el comienzo de la producción audiovisual
Los niveles de libertad para construir historias son inmensos gracias a las tecnologías existentes. Es por ello que debemos aprovecharlo, embarcándonos en ese mundo emergente de la narración interactiva desde el comienzo de la producción audiovisual.
La interacción como reflejo de la realidad
Para seguir la línea de mis últimos artículos en el blog de Interactius, vamos a refrescar un poco la memoria:
- Guiones interactivos: el usuario forma parte de la narración. En él describo las tipologías de estructuras narrativas que puede tener una obra audiovisual y diferentes ejemplos de cómo ser aplicadas junto con la interactividad.
- Pon un UXer en tu producción audiovisual. Aquí explico las conexiones existentes entre el proceso audiovisual y su mundo comunicativo, junto con las del diseño centrado en el usuario.
Parece necesario continuar con la explicación de las diferentes tipologías de estructuras narrativas comentando que la estructura lineal y la estructura interactiva conviven entre sí, no están en conflicto.
Es decir, las reglas conceptuales básicas (tiempo, lugar…) continúan estando vigentes, no se ponen en duda sino que la interactividad ofrece nuevas posibilidades. Ésta puede interpretarse como una alternativa para representar la realidad de forma mejorada. Y es que, la posibilidad de elección siempre conlleva una sensación gratificante, haciendo sentir al usuario que tiene el control sobre lo que está sucediendo.
Pero, ¿cómo decidir si una producción audiovisual tiene que ser lineal o interactiva?
El mundo y sus historias no pueden explicarse solamente de una forma lineal, ya que siempre depende de los individuos y sus circunstancias. Cuanto mejor esté reflejada la realidad de un personaje, mayor empatía sentirá un espectador/usuario con éste.
Existen diversos ejemplos del uso de la interactividad como deseo único de innovación tecnológica en producciones, sin pensar en el contenido (grave error).
La finalidad debe ser contar una historia más completa gracias a la tecnología, no usar la tecnología simplemente por su existencia. De este modo, la historia debe haber sido pensada desde un principio del proceso como para ser dotada de interactividad. Además, dicha historia debe tener la posibilidad de contarse de más de una forma, si no, la interactividad tendría grandes carencias.
Por tanto, la decisión acerca de si una producción audiovisual tiene que ser lineal o interactiva parte desde el minuto 0 de la preproducción, en el momento en el que la historia o el guión se construye o elabora. Al final, todo dependerá de las posibilidades que ésta ofrezca o pretenda ofrecer.
Producción audiovisual interactiva
Como he ido insistiendo, resulta primordial saber desde un principio que el producto audiovisual va a estar dotado de interactividad, ya que además de obtener mejores resultados, se optimizarán una gran cantidad de recursos. Muchas de las producciones se plantean dotar de interactividad en el proceso final, es decir en la postproducción, cuando todo el contenido está volcado. Y tratan de conseguirla mediante su edición. Pero durante el proceso de investigación previo, en la preproducción, ¿resultará acertado sin tener en cuenta antes la interactividad? ¿y el de definición?, ¿y la producción? …
En realidad, no cabe la menor duda de que resulta necesaria una persona con capacidad para anticipar motivaciones y reacciones de la audiencia en todos los procesos de creación audiovisual. Sin embargo, esta capacidad no es una capacidad innata, si no que nace a partir de la experiencia y sobre todo a partir del testeo y la investigación, tal y como utiliza la metodología de diseño centrado en el usuario. Además de tener en cuenta la interacción, también pone de relieve, por ejemplo, cuál y cómo va a estar compuesta la interfaz en la que se va a reproducir dicho producto, ya que de ello depende totalmente la percepción, y por tanto la experiencia del usuario.
De este modo, los directores o encargados de proyectos tienen que considerar incluir más expertos y personas con diferentes roles en el proceso creativo -desde la preproducción hasta la distribución- para poder poner en práctica todo lo expuesto anteriormente. No se trata de escribir el guión entre todos, si no de que cada uno intervenga en el momento preciso, con coherencia, coordinación y continuidad, dando por hecho que el equipo siempre debe estar perfectamente cohesionado para mantener la consistencia del producto interactivo.
Es posible que muchos profesionales del sector audiovisual puedan pensar que esta metodología suponga la pérdida de control del director o creador sobre su propia obra. Sin embargo, debe interpretarse como una gran oportunidad de reinventar la forma de producir contenidos audiovisuales de manera digital, estableciendo un puente a la interactividad con un equipo de expertos en el diseño centrado en el usuario.
Algunos ejemplos de historias interactivas
Artículo escrito por Elena Campo
