3 de cada 5 hombres se suicidan

A día de hoy la sociedad ha avanzado mucho y ya es costumbre escuchar a diario “machismo”, “feminismo” o “LGTBI+”, entre otros. Pero, ¿hemos escuchado alguna vez el término masculinidad tóxica?

La masculinidad tóxica es un constructo social en el que los hombres se ven reprimidos a usar faldas, maquillaje o a expresar sus sentimientos. Actualmente, si vemos a dos hombres dándose cariño automáticamente pensamos que son pareja o familia, en cambio, entre mujeres es bastante normal. Un claro ejemplo de esto se ve en los saludos. ¿Se han cuestionado alguna vez por qué los hombres saludan a las mujeres con dos besos pero se dan la mano entre ellos? He presenciado en numerosas ocasiones cómo hombres rechazan los besos de sus amigos porque les da asco.

Las consecuencias de la masculinidad frágil no se limitan a que no se den besos o que no puedan llevar los labios pintados, en los casos más graves este problema puede llevar a la muerte. ¿Cómo es posible esto?

A los hombres se les ha enseñado a que repriman sus sentimientos, a que no se muestren vulnerables, a que sean fuertes y que aprendan ellos solos a solucionar sus problemas. Pero, llega un punto en el que ya no pueden solucionarlo solos: necesitan ayuda terapéutica. Y como el problema es tan grande que no pueden ver más allá, terminan quitándose la vida.

Este problema tiene fácil solución: la EDUCACIÓN. Con ayuda de la concienciación tanto de padres como maestros pueden educar a los niños en un ambiente más sano, en el que los sentimientos por parte de ambos géneros son válidos, en el que ni la ropa ni el color tienen género y en el que el amor tampoco entiende de género.

Cabe destacar que este problema no afecta solo a los hombres. El hecho de que tengan que ser rudos y fuertes, dominantes y ver a las mujeres como un ser inferior provoca violencia de género, homofobia y muchas más discriminaciones.

En definitiva, se espera que con este artículo se haya concienciado de la gravedad del asunto ,y me gustaría recalcar que este constructo no solo genera malestar en los hombres sino que además es el origen de muchas discriminaciones.