Abreacción: Libera tu carga emocional

¿Alguna vez te has acordado de algo que te produce mucha tristeza y no has podido evitar las ganas de llorar? O si eres de esas personas que suele cabrearse, ¿te ha venido a la mente alguna situación que te enfadaba mucho y has sentido unas ganas irrefrenables de desahogarte?

Seguro que en algún punto de tu vida has sentido emociones que te causaban malestar, incomodidad, incluso dolor, y puede que hayas querido apartarlas de una u otra forma. Con tal de no escucharlas, hay personas que reprimen esas emociones, las evitan y las dejan “en segundo plano” con la esperanza de que se vayan disipando con el tiempo. Pero esto es un craso error.

¿Te has parado a pensar cómo puede manifestarse una emoción que has reprimido? Cuando no expresamos algo en su debida ocasión y se queda atrapado en nuestro interior, nos puede pasar factura en un determinado momento, tarde o temprano acabará saliendo y es entonces cuando explotaremos, ya sea por algo agradable o por algo que nos disguste, y puede que perdamos el control. Si nos referimos a emociones buenas, la mayoría de personas, generalmente, no tiene problemas expresándolas porque les produce una sensación de bienestar, un estado placentero: alegría, euforia, diversión… entonces no se reprimen. Sin embargo, si hablamos de emociones negativas, entramos en un mundo aparte en el que se hallan latentes porque la persona no quiere (o no puede, en muchos casos) dejar que fluyan, porque no se pasa un rato cómodo reviviendo experiencias dolorosas, porque no se quiere invertir el tiempo en eso, o por otras razones del estilo, y se mantienen inconscientemente haciéndonos daño con una alta probabilidad de que salgan a la luz en forma de ansiedad, nerviosismo, o incluso con malestares físicos (dolores de cabeza, de estómago, insomnio, etc.).

Por suerte, existen métodos para liberar ese peso que tanta angustia o intranquilidad nos produce.

Cuando exteriorizamos lo que sentimos para reducir la tensión acumulada, se experimenta lo que se conoce como «abreacción» o «catarsis emocional». Se trata de una descarga emocional y se produce cuando viene a la conciencia un recuerdo reprimido, con fuerte carga afectiva. Es un proceso en el que nuestras emociones se muestran tal y como son, sin filtros, como nos vengan. Por eso tiene una función liberadora y reconfortante.

El término de abreacción fue incorporado a la psicología por Josef Breuer, y más tarde usado por Sigmund Freud, quien lo desarrolló como parte de su teoría psicoanalítica. En su caso clínico, la primera paciente a la que Breuer aplicó este método fue Bertha Pappenheim (más conocida como Anna O.) que sufría de histeria y demás trastornos desencadenados por la muerte de su padre. La histeria es una enfermedad nerviosa con cambios psíquicos y diversas alteraciones emocionales; como se trataba de una enfermedad de origen traumático (la muerte de un familiar muy cercano), Breuer usaba la hipnosis para obtener una catarsis que liberase al trauma, facilitando la expresión de las emociones y experiencias reprimidas que causaban los síntomas.

Lo curioso de este caso es que el método catártico surgió de forma espontánea, por improvisación de Breuer, quien se dio cuenta de que, a través de la palabra, conseguía hacer que desaparecieran los síntomas en Anna permanentemente.

La moraleja que nos enseña este caso es que es sumamente importante escucharnos a nosotros mismos, en especial cuando sintamos que algo está estancado en nuestro interior pidiendo ser atendido. Por ello, si no tenemos a alguien con el que abrirnos, o simplemente queremos resolver el asunto por nuestra propia cuenta, estos son los pasos que recomiendo que se prueben a modo de terapia para conseguir, al menos, reconocer qué es lo que está causando nuestro malestar:

- ¿Qué es lo que sientes con esa emoción? ¿Qué te despierta? Lo primero que se debe hacer es observar con atención, analizar esa emoción y detallarla. ¿Te hace sentir tristeza, dolor, ganas de llorar? ¿O bien enfado, ira y ganas de golpear cosas?

- ¿De dónde viene esa emoción? ¿Por qué te sientes así? Piensa en el motivo que la ha provocado, porque de la nada no se ha podido crear.

- ¿Qué propósito crees que tiene esa emoción en ti? ¿Cuál es su finalidad? Tienes que pensar para qué está ahí, puede que tenga una función y no estés viéndola de primeras.

- Y, por último, ¿por qué te cuesta tanto escuchar esa emoción? ¿tienes miedo de sentirla o es que intentas evadirla distrayéndote con otras cosas?

También existe la posibilidad de que seas incapaz de dejar salir tus emociones, pero quieras hacerlo: no debes preocuparte, porque este método también puede ser inducido (por hipnosis o sugestión, por ejemplo). De todas formas, la catarsis emocional surge cuando nos hemos mostrado fuertes durante mucho tiempo y nos rompemos, así que acabará saliendo de ti si insistes en que se vaya, dejando tranquilidad en tu mente y en tu vida.

Recuerda: escúchate.

Referencias

Ramírez, F. El inconsciente antes de Freud. El caso Anna O. Convergenciasentop.org. Recuperado el 20 de enero de 2021, de http://convergenciasentop.org/web/images/Bibliograficos/Documentos/el_inconsciente_antes_de_freud.pdf.

Royo, L. (2016). Técnicas para liberar tus emociones y superar tu ansiedad (I) — Psicología y Psicoterapia Online. Psicología y Psicoterapia Online. Recuperado el 20 de enero de 2021, de https://www.psicoayudarteonline.es/liberar-tus-emociones-para-superar-tu-ansiedad/.

Vara, L. (2017). ¿Sabes qué es y cómo nos ayuda la catarsis emocional? — La Mente es Maravillosa. La Mente es Maravillosa. Recuperado el 21 de enero de 2021, de https://lamenteesmaravillosa.com/sabes-nos-ayuda-la-catarsis-emocional/.

Histeria. (2020, 18 de noviembre). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: enero 26, 2021 desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Histeria&oldid=131031688.

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