ANSIEDAD SOCIAL
La ansiedad social se manifiesta en niveles elevados de ansiedad o miedo cuando nos encontramos en ciertas situaciones sociales. Generalmente, este miedo se suele originar en la creencia de que algunos rasgos de nuestro comportamiento, o bien la somatización de nuestra ansiedad en ese momento, provocarán que las personas que nos rodean lleven a cabo una evaluación negativa de nosotros. Esto lleva a que las relaciones sociales requieran un grandísimo esfuerzo e inquietud, lo que puede a su vez acarrear la evitación de las interacciones sociales al máximo posible.
Como podemos imaginar, esta evitación lleva consigo consecuencias negativas para la salud mental de quienes padecen ansiedad social. Por otro lado, se construye un bucle de retroalimentación, de manera que su conducta aumente también en otras personas las conductas de evitación, desapego o no aceptación hacia ella.
Según varios estudios, la mayoría de sujetos que la padecen está compuesta por mujeres, y es más común que se desarrolle en personas previamente introvertidas e inestables, y generalmente en la adolescencia, entre los 10 y los 17 años. Al ser esta una etapa de gran importancia para el desarrollo (general, físico, deportivo, académico…), la ansiedad social, si no se trata, puede tener consecuencias especialmente significantes en la persona. A su vez, se ha concluido que este aislamiento llega a producir sentimientos fuertes de soledad, que pueden derivar en síntomas depresivos.
Por esto creo que es importante tomar conciencia de este problema social que nos afecta a muchos de nosotros y actuar en consecuencia, bien buscando ayuda si es nuestro caso, o bien apoyando a quienes cumplen algunos de estos síntomas, con apoyo y acompañamiento.
Referencias:
Gómez-Ortiz, O., Casas, C., & Ortega-Ruiz, R. (2016). Ansiedad social en la adolescencia: factores psicoevolutivos y de contexto familiar. Behavioral Psychology/Psicología Conductual, 24(1), 29-49.
Wagner, M. F., Pereira, A. S., & Oliveira, M. S. (2014). Intervención sobre las dimensiones de la ansiedad social por medio de un programa de entrenamiento en habilidades sociales. Psicología Conductual, 22(3), 423.
