¿Cómo afecta la música a nuestras emociones y cerebro?

¿CÓMO AFECTA LA MÚSICA EN NUESTRAS EMOCIONES Y CEREBRO?

En nuestra vida diaria, la música es un aspecto muy presente y hasta en algunas ocasiones nos puede llegar a cambiar nuestras emociones. Se afirma que la música puede influir en dos componentes de las emociones: el arousal y la valencia. El arousal hace referencia a la activación o calma y la valencia a la felicidad.

No debemos confundir una emoción con un estado de ánimo. La diferencia está en que la emoción presenta una duración corta (segundos o acaso minutos), mientras que los estados de ánimo suelen durar periodos de horas o más.

Autores como Downey (1897) o Gilman (1892) comienzan el camino de las emociones musicales.

Recientemente sigue existiendo interés por conocer la influencia de la música en nuestras emociones. Existe controversia respecto a si la música nos ayuda a descubrir emociones o nos las producen. Desde 1997, Krumhansl habla de dos posturas: la cognitivista, que asume que la música solo expresa emociones que la gente reconoce, sin sentir la emoción necesariamente, y la postura emotivista, que asume que la música puede inducir emociones.

Juslin y Västfjäll afirman que puede producirlas, y lo fundamentan tanto teórica como empíricamente. Encuentran resultados como alteraciones de la tasa cardiaca , activación cerebral en áreas relacionadas con las emociones como la amígdala y el núcleo accumbens y cambios de conducta y de expresiones faciales. Afirmaron además, que el ritmo de la música también influye.

Otros investigadores como Kenntner-Mabiala, Gorges, Alpers, Lehmann y Pauli (2007) estudiaron la relación de la música con la modulación del dolor. Obtuvieron que la intensidad del dolor aumentaba con un ritmo mayor.

Claramente, la música produce beneficios psicológicos, de hecho, existe una forma de terapia denominada musicoterapia. El Dr. Jacob Jolij ha realizado recientemente una lista con diez canciones que afirma que producen efectos positivos casi de manera instantánea. La lista es la siguiente:

1. Don’t Stop Me Now (Queen)

2. Dancing Queen (Abba)

3. Good Vibrations (The Beach Boys)

4. Uptown Girl (Billy Joel)

5. Eye of the Tiger (Survivor)

6. I’m a Believer (The Monkeys)

7. Girls Just Wanna Have Fun (Cyndi Lauper)

8. Livin’ on a Prayer (Jon Bon Jovi)

9. I Will Survive (Gloria Gaynor)

10. Walking on Sunshine (Katrina & The Waves)

Este Doctor ha desarrollado una fórmula matemática con la que podemos determinar qué temas musicales influyen en mayor o menor medida en nuestras emociones.

Estudios recientes han demostrado la importancia de la música en el tratamiento de la demencia y la enfermedad de Parkinson .

Además, se han encontrado numerosas variables musicales y socioculturales que influyen en la percepción musical, por tanto, para saber con claridad las emociones que puede provocar la música, es necesario estudiar bastantes variables, entre ellas edad, sexo, cultura, gustos musicales…

La música se ha utilizado históricamente como elemento curativo. Hoy en día, puede ayudar a los clientes a centrarse en sus experiencias de vida actuales. Un estudio midió la forma de pensar de los pacientes en la sala de espera. Sobre todo mostró música diseñada para recordar emociones, relajar, calmar y promover pensamientos asociativos. Los resultados del estudio muestran que los efectos musicales son un factor importante para aliviar el tiempo de espera.

Se ha estudiado que la música puede influir en muchos aspectos del ser humano. Se han centrado en tres áreas psicológicas: cognitiva, emocional y social. En el ámbito cognitivo, han querido conocer los beneficios que esta puede llegar a producir en cuanto a la memoria y más aspectos. Además, hay estudios que se enfocan únicamente en personas que ejecutan la música y cómo el tener la habilidad para tocar un instrumento musical repercute en una gran cantidad de procesos cognitivos. Existen otros estudios que analizan cómo afecta a los oyentes centrándose en capacidades como la comprensión lectora, atención, etc.

Por su parte, desde el aspecto emocional, los estudios se basan en cómo la música funciona como un generador de afectos y emociones y que también puede llegar a influir notablemente en el estado de ánimo de las personas (Koelsch, 2010). Se ha encontrado que la música puede modular la activación de las estructuras cerebrales límbicas y paralímbicas las cuales están asociadas a la iniciación, detección, generación, mantenimiento y regulación emocional.

En ese sentido, la música es capaz de poder tener un efecto muy importante a nivel de activación de los seres humanos. Ahora, si bien es cierto, que estas dimensiones son relevantes en la investigación musical, la mayoría de estudios se han centrado más en la parte individual y personal de las funciones de la música, dejando de lado el aspecto interpersonal. Es bajo ese contexto, que se plantea un tercer componente más vinculado a lo social. Dentro de esta área, se reconocen dos factores relevantes: el primero está asociado a que la música puede ser un elemento crucial al momento de construir y fortalecer una identidad tanto personal como grupal y, la segunda indica que la música puede ser una herramienta útil para promover relaciones intergrupales positivas. No obstante, el estudio de la recepción musical se ha visto muy sesgado desde los campos cognitivos y emocionales, dejando de lado a los aspectos sociales y/o culturales.

Boer (2009) realizó un análisis de contenido sobre las temáticas de diversas investigaciones en revistas como “Psychology of Music” o el “Journal of Personality of Social Psychology” y encontró que existían muy pocas investigaciones que se enfocaban en el estudio de la música (se evidenció que existían muy pocos estudios que contaran con “música” como una palabra clave).

También es interesante saber las acciones que provoca esta en el cerebro. La música actúa en diferentes áreas del cerebro al mismo tiempo, permitiendo que estos estímulos mejoren las funciones deterioradas en el campo neural en base a procesos fisiológicos y emocionales. La psicóloga clínica Sandra Herrera afirmó que a través del uso adecuado de la música, en la forma de tratamiento, se ha encontrado que los pacientes con trastornos del movimiento, trastornos del habla, demencia y enfermedades cerebrovasculares han mejorado”.

Algunas imágenes cerebrales muestran que múltiples activaciones de regiones cerebrales conducen a la plasticidad neuronal, que puede compensar ciertos defectos después de una lesión. Por tanto, la música es una buena ayuda en el proceso de rehabilitación, porque puede estimular emociones positivas y facilitar la realización de deportes.

Los estudios han demostrado que escuchar música actúa directamente sobre el hipotálamo y otros centros responsables de estimular la recompensa y el placer del cerebro, y también aumenta la producción de óxido nítrico, abriendo así los vasos sanguíneos y mejorando la circulación cerebral.

Díaz, F. V., & Valle, O. B. (2008). ¿Música en la sala de espera? estudio sobre la aplicación y efectos de la música en la sala de espera de una unidad de salud mental. Anales De Psiquiatría, 24(6), 237–241

Colbert, J. (1964). Acerca de los efectos de la música. Folia Humanistica, 2, 335.

Cruz, H. A. (2018). Effect of music on the psychological counseling process and its impact in levels of pre-competitive anxiety and athletic performance.

María José Arjona Cabello. M3.

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