¡Cómo me ponen tus Converse!

Todos y todas aquí presentes hemos oído hablar alguna vez sobre los fetiches. Es más, me atrevería a decir que la gran mayoría de vosotr@s tiene al menos uno, ya sea secreto o no. Sin embargo, nunca nos hemos preguntado la relación del fetichismo con la psicología ni las distintas razones por las que tenemos o no un determinado fetiche.

En psicología, un fetiche es un objeto, elemento o parte del cuerpo que atrae de forma sexual a una persona, aunque este no tenga significado sexual dentro de nuestra especie. El fetichismo es una parafilia, es decir, una desviación en las conductas sexuales que llevan a los individuos a realizar actos que no están establecidos dentro de lo normal, aunque, siendo sinceros, ¿cómo podemos saber qué es lo normal y que no lo es?

Una de las teorías que intentas explicar el fetichismo es la del psicoanálisis de Freud, que lo tacha de ser una manifestación maligna y afirma que es el núcleo de las demás parafilias. En cambio, la teoría del condicionamiento sitúa el origen del fetichismo en una situación que ocurrió en la fase de aprendizaje o en la infancia de la persona.

A pesar de lo que mucha gente opina, el fetichismo no se considera una enfermedad ni un problema que necesite tratarse, es algo normal, siempre y cuando no afecte de forma negativa a la persona o a otros individuos.

Algunos de los fetiches más comunes son los pies, los zapatos, las corbatas, el roleplay, etc. Sin embargo, existen otros que son más raros y menos frecuentes, que pueden llegar a desconcertar por lo aleatorios o extraños que llegan a ser, como, por ejemplo:

· Infantilismo parafílico: personas que tienen como fetiche los pañales y actuar como si fueran bebés.

· Dacrilagnia: personas que hacen llorar a sus parejas para poder excitarse.

· Acrotomofilia: la persona se excita con individuos a los que les faltan extremidades o utiliza silla de ruedas o muletas.

Por último, os animo a que indaguéis en vuestra sexualidad y a que encontréis esos fetiches propios que harán vuestra vida sexual mucho más interesante y placentera (siempre y cuando no sean fetiches que sean inmorales o afecten negativamente a los demás).

Referencias:

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