Confabulaciones, cuando la ficción se vuelve realidad.

Alberfeix
Introducción a la Psicología — ugr
3 min readJan 8, 2021

Las perdidas de memoria han sido siempre muy frecuentes en la neuropsicología. Se han utilizado para estudiarlas los casos más paradigmáticos como H.M. o N.A. Pero antes de estos, en 1889, Sergei Korsakoff definió perdidas de memoria asociadas a la neuritis periférica. Estos pacientes inventaban historias y mezclaban recuerdos, eran los primeros pacientes que se les detectaban déficits de memoria asociados a errores de comisión y distorsiones de la realidad. Cien años después se hizo mayor hincapié en la importancia de esta mnesia, ya que, la confabulación espontánea no se daba sólo en pacientes con neuritis periférica o alcohólicos.

La confabulación espontánea afecta principalmente a la memoria episódica. Se han referido distintas áreas lesionadas cuyos pacientes mostraban este síntoma: el Fascículo uncinado, cerebro basal anterior, amígdala, núcleo dorsomedial del tálamo o la corteza medial del hipocampo. Rosa sufrió un aneurisma en la arteria comunicante anterior.

Rosa tiene 64 años, tiene una empresa y posee muy buenas habilidades sociales. En Abril de 2010, sufrió una perdida de conciencia que le causó numerosas hemorragias en los lóbulos frontales y núcleo caudado lateral derecho y una gran hemorragia subaracnoidea. Días después, para hacer frente a un aneurisma, se implantó un stent intracraneal. En la resonancia magnética se observó una encefalomalacia frontobasal bilateral de carácter secuelar posthemorrágico y una leucoencefalopatía en ambos hemisferios cerebrales. Pasó tres meses en la UCI.

Rosa no presentaba ni afasia ni disartria (expresión oral adecuada), mostraba disminución de fuerza en los miembros derechos, no mostraba alteraciones perceptivas o agitación psicomotora. Saludó al médico como si lo conociera de mucho tiempo, ella decía que le conocía del barrio. Rosa estaba desorientada en el tiempo, el espacio y la persona, cuando se le preguntaba por lo que había hecho contaba un relato falso de lo que había hecho. Su hija confirmó que tenía hiperfamiliaridad, desinhibición verbal y una gran cantidad de errores de forma continua.

Rosa confabulaba con su hijo muerto hacía diez años, también generaba acontecimientos inventados, como cuando contó un viaje a Argentina que nunca había realizado. Rosa además sufría confusiones, mezclaba recuerdos relacionados entre si. Mostraba amnesia pararreduplicativa, ya que en alguna ocasión comentó que ya había estado esa misma mañana en una clínica igual, con la misma doctora, etc.

Se le administraron la Entrevista de Confabulación Provocada y de preguntas <<ni idea>> y ficiticias de Dalla Barba (1999). Cometió 16 confabulaciones de las que 14 eran de su vida diaria. En la evaluación neuropsicológica se observaron déficits importantes en atención, memoria visual y verbal, y en la capacidad de evocación y secuenciación temporal.

Las capacidades atencionales deficitarias se vieron reflejadas en el rendimiento bajo en el Test del Trazo y en el subtest de Figuras Incompletas de la WAIS-III, siendo imposible pasar ninguna prueba tipo Stroop. Mostraba una alteración grave en la capacidad de evocación categorial y fonética. La función más alterada es la memoria, que se manifiesta con la clara alteración del aprendizaje, del recuerdo y del reconocimiento en los tests administrados (falsos positivos).

Se diseñó un tratamiento específico para Rosa que constaba de nueve sesiones. Rosa tenía que aprender un material semántico, episódico general y autobiográfico, y se le iba dando feedback de las confabulaciones y los errores. A las tres semanas de tratamiento se produjo un descenso significativo de las confabulaciones y un incremento de las respuestas correctas. Al final Rosa volvió a ser la misma.

Arnedo, M; Bembibre, J; Triviño, M. Amnesias. Confabulación, cuando la ficción se vuelve realidad. Neuropsicología a través de casos clínicos, pg 53–67.

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